Portada del sitio > Los Primos > Bolivia > La "rosca" capitalizadora de recursos naturales de Bolivia
Por J. Osvaldo Calle Quiñonez
BOLPRESS/Argenpress.info, 14 de diciembre del 2003.
En la historia boliviana se conoce como la ’rosca’ al grupo de intelectuales y profesionales, particularmente abogados, que se encargaron de elaborar los argumentos que justificaron la explotación de los recursos naturales en condiciones tan desventajosas para Bolivia.
Después de la revolución de 1952, muchos la habían considerado desaparecida, pero otra vez mostró su poder durante el proceso de extranjerización de la economía boliviana, cobijados -paradójicamente- por el Movimiento Nacionalista Revolucionario, el partido que se preciaba de haber destruido a la rosca minera. Esta nueva rosca de la capitalización ahora está encaramada en el aparato del poder.
La capitalización fue un proceso que tuvo apoyo comprado. Intelectuales con honorarios que para Bolivia resultan ser de escarnio, analistas y periodistas contratados para la difundir ideas extranjerizadotas, periódicos que ofrecían espacios al ministerio de Capitalización y una extensa lista de consultores, formaron un equipo que encandiló a los ojos de muchos bolivianos para lograr lo que las dictaduras militares no se habían atrevido: extranjerizar las empresas estatales, aquellas que representaban el ahorro interno de los bolivianos.
’El proceso es tan transparente, como las cajas de vidrio donde se presentan las ofertas’, solía decir Alfonso Revollo, el polémico ex ministro de Capitalización, que -como si fuera prófugo-nunca más volvió a Bolivia, aún cuando su mentor Gonzalo Sánchez de Lozada, era presidente de la República.
Los datos de la oficina del Delegado Presidencial para la Revisión y Mejora de la Capitalización, Juan Carlos Virreira, comenzaron a mostrar una parte de los alcances del proceso, los nombres y la escandalosa danza de millones de dólares utilizados para campañas de publicidad y consultorías pagados con créditos que ahora los bolivianos tienen que pagar con cargo a los impuestos.
Los datos comenzaron a preocupar, particularmente a todos quienes después del festín de los millones, creyeron que el manto del olvido sepultaría a los beneficiados del proceso y sus pontífices. Este grupo, que en la práctica trabajó como la rosca de la capitalización, aún hoy mantiene importantes cargos de decisión y muchos de ellos todavía creen tener la autoridad de decirle al país lo que se debe hacer.
Los hombres
Durante el proceso de capitalización se había identificado a un grupo de poder compuesto por Comsur, Citibank, Bisa y Enron, desde el cual se articuló una poderosa red que pasó a controlar los recursos de la capitalización, formando el comité del Fideicomiso en manos del CItibank y luego designando los directores de las empresas capitalizadas sin que se haya conocido informe alguno del trabajo de esos personajes.
Comsur tenía como principal accionista a Gonzalo Sánchez de Lozada, quien a su vez era accionista del Banco Industrial S.A. (Bisa) con una participación del 1,13 por ciento. A la fecha de la capitalización, ICE Constructores era la principal accionista del Bisa con una participación del 19,24%, además que ICE Constructores participó en el proceso de capitalización de ENDE asociada a la estadounidense Enron.
El Citibank, la propietaria del Cititrust de Bahamas, se había convertido en la depositaria de los recursos de la capitalización, y era socia de Comsur desde 1970. Tiempo después el Citibank adquirió al BHN, cuyo presidente era Fernando Romero, el primer ministro de Desarrollo Económico del régimen de Sánchez de Lozada.
Al centro de ese esquema estaban Fernando Aguirre Bastos, Juan Cariaga y Bruce Templeton, los tres integrantes del Comité de Administración del fideicomiso del Cititrust.
El grupo de poder que actuaba detrás de la capitalización, dio más muestras de su existencia con el copamiento de los puestos claves. Después de la renuncia de Cariaga a la Superintendencia General del SIRESE -para ir a ocupar el cargo de director del Banco Mundial— en febrero de 1997, la mayoría oficialista del Senado elaboró una segunda terna para la designación del nuevo superintendente general del Sirese, lista que estaba conformada por Claude Bessé, Marcelo Vaca Guzmán y Jorge Berindoague, los tres ligados al MNR y al entorno de la capitalización.
El 11 de marzo de 1997, el país conocía la decisión de Sánchez de Lozada. Claude Bessé era designado como el sucesor de Cariaga en el mando del Sirese. Ya cuestionado, Bessé también había sido reemplazante de Cariaga en el Comité de Administración del Fideicomiso. Este personaje, que todavía está al frente del Sirese, fue ex gerente de Ende y también ex gerente de ICE Constructores, una empresa del Grupo Bisa la que tenía como socios a Comsur y el Banco Mundial. ICE Constructores participó en el proceso de capitalización de Ende asociada a la estadounidense Enron y que, en la era de las Administradoras de Fondos de Pensiones, era socia de la AFP ’Previsión BBV’.
Sin embargo, este grupo apenas fue el operador del proceso. La capitalización fue organizada y orquestada desde miles de kilómetros al norte de Bolivia.
El apoyo comprado
Si desde su origen la capitalización tuvo críticas, ¿cómo fue que se impuso sobre la población de siete millones de bolivianos? Se arregló con 188 millones de dólares, recursos destinados al financiamiento de un proceso de extranjerización de las empresas estatales que ahora forman parte de la deuda externa que pagan los bolivianos.
Parte de esos millones fueron destinados al pago de consultorías, rubro en el que -como en todo el proceso- los consultores extranjeros se llevaron la mejor parte.
Sin embargo, la campaña de convencimiento sólo fue posible gracias a la intensa campaña que tuvo apoyo comprado: presentadores de televisión, columnistas, espacios en radio y también notas periodísticas que -con la complacencia de las jefaturas de redacción- fueron publicadas sin el rótulo de ’solicitada’.
La documentación del delegado presidencial para la revisión y mejora de la capitalización, Juan Carlos Virreira, ahora muestra que parte de esa campaña de convencimiento fue realizada por presentadores de televisión como Cayetano Llobet que en columnas periodísticas justificaban la capitalización y al mismo tiempo trabajaban como consultores del proceso, Casimira Lema que fue contratada exprofesamente para realizar una campaña de difusión de la capitalización, reforma de pensiones y el pago del Bonosol.
Ese trabajo fue complementado por complacientes jefes de redacción de los periódicos Hoy, La Estrella del Oriente y Ultima Hora (es posible que existan otros), medios en los cuales se publicaron extensas notas que justificaban las acciones del proceso realizadas por encargo del ministerio de Capitalización.
Sin embargo, los periodistas resultaron ser una especie de ratones en el proceso, por la cantidad de recursos que ellos recibieron. Más importantes resultaron ser los consultores que se encargaron de darle cuerpo a los lineamientos generales del proceso.
Sólo dos de ellos, Juan Cariaga y Claude Bessé -dos hombres que compartieron casi el mismo destino en el proceso: los dos fueron parte del fideicomiso de la capitalización para convertirse luego en superintendentes del SIRESE- cobraron 682.069,72 dólares. En el caso de Cariaga, según sus propios informes, por su trabajo para la capitalización del LAB, la elaboración de la ahora muy cuestionada Ley de Hidrocarburos y el diseño del Surtax, además de la promoción del proceso de capitalización.
En la lista de los beneficiarios por las consultorías de la capitalización figuran nombres como el del actual ministro de Desarrollo Económico, Xavier Nogales, quien con dinero de la capitalización fue contratado para elaborar un plan de salvataje del BHN Multibanco, una institución que tenía como principal accionista al ex ministro de Desarrollo Humano Fernando Romero. Casualmente, el BHN luego sería comprado por el Citibank en un proceso en el que aparecieron demandas judiciales por estafa contra el ex ministro de Sánchez de Lozada.
Marcelo Vaca Guzmán y Jorge Berindoague, hombres del entorno de la capitalización también formaron parte del selector grupo de los consultores de la capitalización. Desde el ministerio de Minería e Hidrocarburos, de la última gestión de Sánchez de Lozada, intentó llevar a buen puerto el negocio del gas en las condiciones planteadas por las petroleras.
Otros funcionarios de segunda línea, como Aníbal Aguilar Gómez y Luis Fernando Salinas, fueron también privilegiados con las consultorías de la capitalización. El primero sufrió un extraño proceso de conversión y ahora es uno de los defensores del gas, mientras que el segundo ahora justifica académicamente los resultados del proceso de capitalización en estudios publicados por la Fundación Milenio.
Apenas el principio
En la historia boliviana se conoce como la ’rosca’ al grupo de intelectuales y profesionales que se encargaron de elaborar los argumentos que justificaron la explotación de los recursos naturales en condiciones tan desventajosas para Bolivia. Después de la revolución de 1952, muchos la habían considerado desaparecida, pero otra vez mostró su poder durante el proceso de extranjerización de la economía boliviana, cobijados -paradójicamente- por el Movimiento Nacionalista Revolucionario, el partido que se preciaba de haber destruido a la rosca minera.
A más de 50 años, esta nueva rosca opera en el país dirigiendo procesos de reforma económica cuyos resultados debilitan más y más al Estado y dejan cada vez más pobres a los bolivianos. Sus hombres, Cariaga, Berindoague, Nogales, Bessé, Vaca Guzmán, están otra vez en el poder.
Lista parcial de los consultores para la capitalización
Consultor / Monto U$S
– Juan Cariaga / 356.076,40
– Claude Bessé / 325.993,32
– Luis Fernando Salinas / 89.571,55
– Carlos Miranda / 84.734,71
– Aníbal Aguilar Gómez / 69.058,52
– Bruce Templeton / 64.168,13
– Ana María Reyes / 50.658,00
– Rocío Aponte / 33.530,63
– Marcelo Vaca Guzmán / 32.771,91
– Fernando Aguirre / 31.656,41
– Xavier Nogales / 19.526,63
– Juan Cristóbal Urioste / 18.977,88
– Valentín Abecia / 17.620,03
– Cayetano Llobet / 14.417,66
– Casimira Lema / 4.568,40
– Cititrust / 983.209,16
– Salomon Brothers Inc. / 614.500,00
– Tironi & Asociados / 242.012,63
– Squire, Sanders & Dempsey / 186.953,13
– Organización Levín / 176.000,00
Fuente: ODPC