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22 janvier 2003

La resistencia como un proceso

 

Las dudas no serán resueltas en el FSM 2003, sino en las calles, campos, periferias del continente

Por Profesor J
La Haine

Partiendo de la base de que la resistencia no es una acción, sino una cadena de acciones que se expanden sincrónica y diacrónicamente, no podemos medir o valorar una acción solamente por sus resultados inmediatos, sino por su efecto multiplicador, en especial, cómo otros pueden salir a hacer lo mismo o parecido o diferente, pero salir.

Cuando hablamos de sincrónico y diacrónico, con su carácter sincrónico nos referimos a las mutuas influencias con otros movimientos y acciones, o sea, a su carácter horizontal, y cuando nos referimos a lo diacrónico estamos aludiendo a su posibilidad de crecimiento cualitativo para desarrollar tipos superiores de acciones.

Algunos se refieren al éxito de una manifestación por la cantidad de gente que ha llegado, escondiendo que con ello quieren hacer propaganda sobre los méritos de la convocatoria y de los convocantes, para que lleguen otros más a la siguiente y así los organizadores colocarse como estrellas de cine ante los ojos de las masas. Las marchas parecen una forma sutil -a veces abierta y otras encubierta- de marketing. Esa estrategia mercantil es elaborada por los que necesitan encumbrarse cada vez más arriba en los niveles de comando de las instituciones, por los que pretenden llevar a esas masas a optar por ellos en las elecciones. Acabada una elección, cada grupo que quiere avanzar sus posiciones en ese sentido elabora su estrategia para las próximas. Así, cada marcha, cada ocupación, cada huelga, son hitos en ese proceso de expansión de la capacidad de convocatoria. Más y más se suman detrás de las figuras éticas, retóricas y fotogénicas para darles su voto, con el mandato de negociar con los duros algunas migajas.

Por ejemplo, el pueblo argentino vive hoy entre dos aguas : por una parte están los que organizan marchas, piquetes o lo que sea, para reclutar y amarrar gente detrás de la estrategia institucional, o sea, levantar candidaturas a toda costa. Y por el otro lado los que están construyendo una nueva sociedad con esos piquetes, marchas, etc. Muchos llegan con su estrategia y su programa, y los asuntos se resuelven según la capacidad argumentativa de unos o de otros para llegar a un acuerdo mínimo que permita al menos la sobrevivencia de las respectivas líneas. Así aparecen dos tendencias : las masas organizadas y conducidas por los estrategas en competición para ganar adeptos, y las masas auto-convocadas y auto-organizadas que toman sus decisiones en asambleas horizontales sin permitir que los estrategas vengan a buscar seguidores entre ellos para desarticular la capacidad social de construir sus propios referentes.

Ambas posturas argentinas estarán presentes en el Forro de Porto Alegre. Los estrategas trataran de arrastrar a los autónomos para que se sumen a un proyecto electoralista, y así serán rodeados de aduladores que les darán palmaditas en los hombros. En otros países de América Latina se busca destacar interlocutores que serán los responsables de colocar ante sus ojos poco a poco la inconveniencia de dejarle el camino libre a los poderosos, a lo que los autónomos contestarán que fue la abstención electoral la que manifestó su rechazo al electoralismo, y que la consigna actual de "que se vayan todos" está prendiendo cada vez más en la masas.

La pugna en Argentina por ganar a las masas y atraerlas a las elecciones, contra las propias masas que construyen su auto-conciencia en colectivos horizontales y de producción de nuevo poder, no se reduce solamente a ese país : se pretende imponerla en todo el continente. El dibujo arquitectónico de la estrategia ya esta sobre la mesa de los generales, que moverán a sus peones, miles de disciplinados y aguerridos militantes de izquierda dirigidos por la socialdemocracia, según las necesidades de las circunstancias, o sea, según las reticencias de los autónomos o según las simpatías que conquisten en la masa de gente honesta que llega al Forro.

Los dirigentes del Forro encontraron una inteligente estrategia, la de crear una falsa contradicción entre que Lula viaje o no viaje a Davos, y han convocado a sus amigos más críticos de otros países a entrar en este juego. Desde diversos lugares se esta levantando una campaña para que Lula no vaya a Davos, desviando así la atención hacia si el perro que nos muerde es pastor o boxer. Vaya o no vaya Lula a Davos es una falsa contradicción, una contradicción superestructural y superficial, pues ambos espacios lo son. En Davos se reúnen los representantes orgánicos del capital en forma parecida a como en un determinado país funciona el parlamento. En Porto Alegre hay una especie de parlamento paralelo que pretende influir en esos altos niveles de decisión a partir de las ONGs, que son instrumentos del capital, y otros grupos que han sumado sectores reformistas y de izquierda para encaminar las luchas sociales hacia las presiones institucionales.

La campaña para que Lula no vaya a Davos pretende revalorizar y re-levantar la imagen del Forro como referente y como salida a la crisis planetaria, negando el hecho de que las propias masas en resistencia empujan a una salida por abajo. Los dueños del Forro, o sea los que deciden quién entra y quién no entra, quién manda noticias y quién no manda, pretenden mostrar un juego de imágenes y marketing con el cual convocar a cerrar filas en la defensa de una estructura que se desmorona en la misma proporción en que avanza la lucha social dejando atrás a los vendedores de ilusiones. Así los que se sumen a la propaganda contra el viaje de Lula, involuntariamente se estarán sumando a la estrategia de fortalecer el Forro. La critica debe continuar con viaje o sin viaje, la autonomía y la resistencia crecen independientemente de las movidas que hagan por arriba. Así, en vez de entrar en ese juego de si va o no va, seria mas prudente prestar atención a la lucha social en Bolivia, en el Wallmapu, en Argentina, en Colombia, en México, etc. lugares donde las masas organizadas enfrentan la represión real y a pesar de ello avanzan en la conquista de territorios y espacios sociales.

El proceso de avance de la resistencia no puede ser enceguecido por las luces y focos que apuntan a los "superstars" del momento, como cuando Michael Jackson se hacía una operación y aumentaba las ventas de sus grabaciones. O la Madona se ponía pechos de silicona y vendía más sus CDs. O el prestidigitador, que mueve una mano elegantemente para que todos fijen la vista en ella mientras con la otra tira del hilo. O Lula.

El proceso de expansión de la resistencia por abajo continua a pesar de los desesperados esfuerzos de los institucionalistas, en su forma horizontal ampliándose a otros lugares y en su forma de desarrollo fortaleciendo lo conquistado. En el Wallmapu la resistencia mapuche recupera nuevos territorios, otros sectores se incorporan. En Argentina 400 a 500 familias ocupan tierras, en Bolivia otros movimientos se suman a la paralización, en México grandes movimientos campesinos surgen en el norte, en Colombia se le propinan severos golpes a los paras.

Así las tentativas de llevarnos de vuelta a los caminos fracasados se estrellan contra la realidad de los pueblos, y ese es nuestro referente. Eso es lo que debe ocupar la atención a los que estarán presentes en el Forro o en actividades paralelas en Porto Alegre.

Qué debemos hacer : continuar y ampliar la lucha por la base o escuchar al Frei Betto y detener las luchas en beneficio de las negociaciones por arriba ?

Eso de ningún modo será resuelto en el Forro, sino en las calles, campos, periferias del continente.

18.01.03

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