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3 de abril de 2014

La larga espera de la República Centroafricana

por Guadi Calvo *

 

La cuestión Ucrania es de una importancia mayúscula, más allá de discusiones puntuales, como la geopolítica o el gas, detrás de todo esto hay dos potencias que se podrían destruir en minutos, por lo que nada de lo conocido quedaría en pie.

Por eso y también por especulaciones más bastardas como lograr posicionar mejor a sus mandantes, los grandes medios se ocupan hasta el hartazgo de lo que sucede en Kiev, donde finalmente los muertos no han llegado a los 200 y se han pasado a páginas interiores por ejemplo cuestiones como la guerra en Siria, donde en tres años los muertos pasaron los 200 000 o Irak donde los muertos ya son descaradamente incontables.

Desde estas mismas páginas, con cierto exotismo, hace meses analizamos la cuestión de La República Centroafricana y allí la dejamos (ver :« Republica-Centroafricana-Como-si-alguien-soplara-las-llamas ») El vértigo continuó, como la marea, nos aleja de la costa y a veces no nos permite volver, aunque en la República Centroafricana, los muertos se sigan sumando a mucha más velocidad que los de la Euromaidán de Kiev, los desplazados parezcan una epidemia y las soluciones sean tan remotas como la justicia.

Los combates entre la banda Antibalaka (« Antimachete » en sango la lengua local) de inspiración cristiana y la banda islamita Séléka, (en sango « alianza ») desplazada del poder en enero último y de notorias relaciones con al-Qaeda, pero en sostenido retroceso, se siguen atacando. Unos a los poblados cristianos y los otros a los musulmanes, sin que nada puedan hacer los seis mil miembros de la Misión Internacional de Apoyo a la República Centroafricana con Liderazgo Africano (MISCA) y los 2 000 efectivos franceses al fin y al cabo la madre patria, digamos.

Pero en estos últimos meses la violencia por parte de las milicias cristianas, se ha desbordado, y están empeñadas en una guerra religiosa con la pretensión de expulsar o exterminar a todos los seguidores del Corán del país cerca de un 15% de la población total. La fuerzas de Antibalaka con machetes y AK-47 han puesto a miles de musulmanes de la franja occidental rumbo al exilio (la cifra de refugiados fuera del país asciende a 312 000 y la de desplazados internos ya llega a unos 625 000).

La semana pasada el general jefe de la misión, el congoleño Jean Marie Michel Mokoko anunció que las milicias Antibalaka serán consideradas como « el enemigo » y ha subrayado que « serán tratadas como tal ». Las declaraciones del general Mokoko, se hicieron a partir del recrudecimiento de sus ataques a las aldeas y barrios musulmanes. Las técnicas de combates que aplican los milicianos cristianos son las que se conocen como « hit and run », (golpea y a correr). Y al ser sorprendidos usan de escudos a niños o ancianos.

Los milicianos cristianos y hombres con uniforme del ejercito de las Fuerzas Armadas Centroafricanas (FACA) han entraron a sangre y fuego en Bangui, capital de la RCA, donde han desbordando a las fuerzas del MISCA.

El día 30 de marzo en Bangui, fueron asesinadas al menos diez personas y decenas fueron heridas por los disparos efectuados por tropas chadianas contra civiles. Tras un confuso episodio. Cuando las fuerzas del Chad, componentes del MISCA habían cruzado la frontera norte del país en 15 vehículos, escoltando un grupo de musulmanes que regresaban del Chad. Al llegar a al barrio PK12, donde funciona un campo de refugiados musulmanes, los saldado del Chad, comenzaron a disparar. « La gente huyó aterrorizada y comenzó a correr y a esconderse para cubrirse » informa el portavoz de la milicia Antibalaka, Sebastien Wenezoui. El pastor Antonie Mbao Bogo, presidente de la sección centroafricana de la Cruz Roja, confirmó el incidente de los chadianos, que solo maraca el estado de tensión de los militares.

El 29 de marzo, en Bangui, durante un funeral cristiano fueron asesinadas once personas, cuando fue lanzada una granada, según informó la Cruz Roja. Algunos testigos afirman que fue un musulmán quien lanzó la granada la noche del jueves.

Este tipo de sucesos inacabables continúan sumando más muerte y más odio en esta guerra de características religiosas.

Un barrio para morir.

El despliegue de 2 000 soldados franceses, junto a los 6 000 que componen la fuerza de paz de la Unión Africana, no son suficientes para acabar con la violencia que parece estar intensificando.

La RCA tiene el tamaño aproximado de Francia y desperdigado en ese territorio cuatro millones de habitantes, que conforman aldeas muy alejadas y donde una milicia u otra pueden atacar a sus anchas y sin mayor peligro para sus combatientes.

Incluso en el Barrio PK12, al norte del aeropuerto de la capital, se ha conformado un campo de refugiados musulmanes y a pesar a que tropas francesas y congoleñas estás apostadas a un kilómetro de distancia, son incapaces de controlar los ataques permanentes de los milicianos cristianos.

Las fuerzas Antibalaka, quieren vengarse de los ataques brutales por parte de la coalición Séléka, que al tomar el control del país tras el golpe de Estado en marzo de 2013. Los musulmanes fueron derrocados en enero pasado, desde entonces los Antibalaka ataca todo lo que huela a musulmán, como es el caso del barrio Kilómetro 5, con un estimado cercano a 124 000 habitantes musulmanes, hasta fines del 2013, ante la violencia que estalló en enero en la actualidad es de apenas unos 10 000.

Desde que se inició el conflicto el 5 de diciembre de 2013 los habitantes de Kilómetro 5 no pueden llegar hasta el cementerio musulmán en otro barrio de Bangui, por lo que se ven obligados a enterrar a sus muertos en sus propias casas.

La población musulmana del PK12, que vive una amenaza constante, rodeados de los antibalaka, sin armas para resistir a los ataques, y pocos víveres desde enero han huido del lugar más de 7 000 personas rumbo al Chad, país con más del 50% de musulmanes, pero todavía sobreviven en el campo unas 2 400 personas que no tienen medios para escapar.

Para los habitantes del PK12 salir del barrio y llegar al centro de Bangui a proveerse de algún insumo puede significar la muerte, no son extraños lo linchamientos, entre vecinos que hasta un año atrás vivían en paz.

La gente espera la ayuda que se comprometió a brindar la Unión Europea (UE), pero este organismo metido hasta el cuello en la crisis ucraniana, poco recordara sus promesas a pueblo de tan poca importancia, negros, pobres y para peor musulmanes.

Mientras el mundo esta pendiente de Ucrania, y lo bien que hacen, los dramas africanos puede seguir esperando… total están acostumbrados.

Guadi Calvo para Hamartia

Hamartia. Buenos Aires, 3 de abril de 2014.

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