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10 février 2004

La izquierda desarmada ¿Fenómeno nuevo, inédito y trascendente en el régimen político colombiano ? Presente y futuro

 

Por Humberto Vélez Ramírez *
Atisbos Analíticos No. 39, Cali, Enero de 2004,

Contenidos de Atisbos No 39

Ensayo

Introducción

 1. Lo inédito en el Régimen político
 2. Algunas Hipótesis empíricas
 3. ¿Qué es ser de Izquierda en el Mundo y la Colombia actuales ?
 4. El estado de la Reflexión sobre el triunfo de los Garzones.
 5. El régimen político colombiano : las Soluciones : entre las "Aguas tibias" (El Centro- derecha) y las Violencias.
 6. La nueva Izquierda en Colombia : Retos, Amenazas y Obstáculos

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Los Atisbos Analíticos : nueva Era.

Los Atisbos, hasta el No 38, una reflexión analítica espontánea hecha mensualmente sobre la marcha, ya ha cumplido su papel ; en adelante, por lo menos en lo que a escritos de su fundador respecta, sólo saldrá cada tres meses bajo la forma de Ensayos académicos mejor editados. Más que en una lectura light, se espera que se constituya en una herramienta para la reflexión abierta y sistemática, así como para el debate de altura sobre los problemas importantes del país Por lo tanto, los que no gusten de "ladrillos académicos", con toda tranquilidad pueden comunicármelo para borrarlos del banco de correos electrónicos. Basta que digan, "gracias, pero, por ahora, no quiero recibir más los Atisbos".

Pero, en esta nueva etapa, se buscará su progresiva despersonalización. Para comenzar, a partir de la primera semana de cada mes, se reproducirán, la licencia ya ha sido concedida, los tres o cuatro artículos escritos durante el mes anterior por Juan Diego García Mejía, sociólogo colombiano residente en España, especialista en Historia y Sociología sindicales. S e trata de Ensayos cortos, que recogen una mirada europea crítica sobre los fenómenos y problemas de los países y estados no centrales en el mundo actual. Entonces, al ser ello así, Atisbos se abre al pensamiento crítico de los intelectuales y académicos colombianos y, sobre todo, al de aquellos que no tienen un espacio adecuado para su expresión crítica pública. Atisbos, además del correo de la RED DE UNIVERSIDADES POR LA PAZ, REDUNIPAZ, a través del cual llega al mundo académico, posee alrededor de mil correos más, entre ellos unos 200 institucionales, interesados en una visión crítica de los problemas colombianos. En esa forma, los Atisbos avanzarán hasta convertirse en la Revista digital de ECOPAIS, Fundación Estado*Comunidad*País, cuya trayectoria, perfil y horizontes se presentarán unos números más adelante.

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Los Investigadores sociales como Ciudadanos democráticos

Al publicar este Ensayo, Atisbos No 39, el autor quiere aprovechar la ocasión para plantear su posición sobre el carácter de su reflexión sobre los problemas del país. En primer lugar, no le teme a la distinción entre investigador social y ciudadano democrático ni a la relación existente entre esos dos términos. Se trata de un investigador social cuyo compromiso serio con el país pasa primero por un compromiso serio con las reglas de la Comunidad científica a la que pertenece ; sabe que sólo puede ser eficaz en la política, si previamente lo está siendo en la investigación. EL ciudadano democrático, por ejemplo, comprometido con la construcción colectiva de una alternativa de nueva izquierda para Colombia, cree que, como investigador social está contribuyendo a ese propósito, si se esa esfuerza por fijar y esclarecer aquellos factores, fuerzas y dinámicas que, por la vía negativa, dificultan esa creación colectiva, y que, por la positiva, facilitan, animan y alientan su construcción. Creo que en esta parte puedes hacer mayor énfasis, frente al compromiso de los intelectuales en una situación de crisis como la que vivimos, a la manera de la reflexión planteada por Chomsky, cuando llama a los intelectuales las a sentar posición frente a la invasión de los estados unidos. Creo que tienes la suficiente moral y reconocimiento para hacer un llamado a que los intelectuales asuman un papel decidido frente a la situación que vivimos.

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La IZQUIERDA DESARMADA, ¿FENÓMENO NUEVO, INÉDITO
Y TRASCENDENTE EN EL RÉGIMEN POLÍTICO COLOMBIANO ?

Presente y Futuro.

"Puede que nos encontremos en un momento lleno de volatilidad e incertidumbre pero eso también implica que estamos en un momento lleno de inesperado potencial revolucionario". (David Harvey, "Espacios de Esperanza", Ediciones Akal, 2003).

Introducción

En el régimen político colombiano, los partidos, movimientos y sujetos políticos históricamente se han movido entre las posiciones de Centro-Derecha y la apelación, directa o indirecta, a distintas formas de violencia como estrategia de contención de toda amenaza de revolución o de reforma sociales serias, cuya ejecución políticamente requiriese trascender ese límite entre lo objetivo y lo simbólico. Como nos lo ha recordado hace poco Alvaro Camacho, ha sido el propio Hobsbawn quien se ha encargado de reiterarlo : "Colombia era y continúa siendo, acaba de escribir el historiador inglés, la prueba de que la reforma gradual del marco de la democracia liberal no es la única alternativa, ni siquiera la más plausible, a los problemas sociales y políticos…Descubrí un país en el que la evitación de una revolución social había hecho de la violencia el meollo central, universal y omnipresente de la vida política".(1). Pareciera ser que la estrategia de violencia fuera para contener los brotes de revolución. Creo que la idea sería mejor ubicarla en cómo en Colombia históricamente nos hemos movido entre la posiciones de derecha o de izquierda. Con esto se marca una característica esencial de la vida política del país cuál es la polarización.
Destacar la presencia en el régimen político colombiano de un fenómeno inédito, el de un emergente movimiento de nueva izquierda , que institucionalmente trasciende los límites históricos del tradicional Centro-Derecha rechazando, al mismo tiempo de modo explícito, la apelación a toda forma de violencia, viniese de donde viniese, del establecimiento o de la insurgencia armada, constituye el objetivo específico de este Ensayo ; de acentuarse y consolidarse un fenómeno así, se estaría asistiendo a una transformación histórica del régimen político colombiano.
En las últimas décadas la reflexión y discusión sobre la New Left, la llamada "nueva izquierda, izquierda democrática o izquierda alternativa", ha ocupado un lugar importante entre numerosos teóricos, europeos sobre todo, asunto cuya exposición crítica sistemática será objeto de tratamiento particular en un número especial de Atisbos procurando evitar la trampa eurocentrista ; para el caso colombiano, una reflexión teórica, relativamente desideologizada y aterrizada al respecto, ha sido tan escasa como casi inexistentes han sido los esfuerzos de reconstrucción teórica/práctica de la izquierda colombiana El intento más serio al respecto lo constituyó la convergencia nacional que dio origen a la Unión Patriótica, pero esta emergente organización fue diezmada, un auténtico partidicidio de algunos sectores del establecimiento ;cuando apenas estaba ingresando a la institucionalidad democrática, la violencia la ’esfumó’ sin que todavía hubiese alcanzado a afianzar la opción democrática sobre la armada. Ahora en el 2003 el Polo Democrático independiente y los sectores que convergen en el Frente social y político, en un contexto histórico distinto, han accedido a la institucionalidad democrática en una actitud de más clara ruptura con las armas como metodología de acción política. El estudio de este fenómeno apenas se ha iniciado sin que haya ido más allá de un largo listado de artículos periodísticos, muchos de ellos escritos por importantes investigadores sociales.
En lo metodológico expositivo, en este primer Ensayo sobre la materia se procedido así : sobre la base de una presentación ligera de los hechos centrales de la última coyuntura electoral se han levantado unas primeras generalizaciones empíricas que, confrontadas con una reflexión básica sobre " Qué es ser de Izquierda en Colombia y en el Mundo en los inicios del siglo XXI", así como con una hipótesis teórica, de mayor valor explicativo, sobre el carácter histórico del régimen político colombiano, arrojan algunas bases para sopesar el presente y el futuro de la nueva izquierda en la vida política del país.

1. Lo nuevo en el régimen político

Primero, algunos hechos. Comencemos por uno central : por vez primera en la historia política colombiana personajes, que se reclamaban de la izquierda, funcionaron como referente central de una coyuntura política electoral y el inédito suceso tuvo lugar en unas elecciones claves, en las de la competencia por el segundo cargo político del país, la alcaldía de Bogotá, así como en las de la elección del gobernador de uno de los tres más importantes departamentos, el del Valle del Cauca. Y esos personajes gravitaron tanto en la histórica circunstancia que arrastraron y hasta conmovieron y conmocionaron el tradicional bipartidismo como fue el caso del partido oficial liberal en la capital del país. En la ya casi olvidada Atenas suramericana el liberalismo fue quizás decisivo para el triunfo de Lucho Garzón, pero se movió a última hora, a la zaga de éste, sin que el candidato del Polo Democrático Independiente aceptase condicionamientos al apoyo y atraído, sobre todo, por el perfil social del programa de la emergente fuerza ; en el Valle del Cauca, por su parte, un bipartidismo disperso, así como un independendismo impreciso fueron claves en la histórica elección de Angelino Garzón, pero fue éste quien, no obstante su imagen de izquierdista y de sindicalista y de hasta de proguerrillero, los cohesionó y movilizó. Hasta ese 26 de octubre del 2003, en lo que a la izquierda respecta, la constante histórica electoral se había movido siempre en sentido contrario ; habían sido fracciones democráticas disidentes del partido liberal, sobre todo, las que habían arrastrado detrás de sí a una electoralmente precaria izquierda, oscilante y bambaleante casi siempre entre el fusil y los votos.
Fue en el marco de una histórica ruptura con ese tradicional juego gris entre las armas y la democracia electoral y sociopolítica (este primer punto se presenta en medio de la mayor polarización política en la historia reciente del país, nunca como en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, se había respirado un clima de tanta debe derechización. Es justo en medio de un gobierno dispuesto en la lógica guerrerista y con el respaldo de los estados unidos donde se presenta el fenómeno que tú plantearse) donde se produjo el segundo hecho central. Lucho en Bogotá y Angelino en el Valle, cada uno con sus particulares énfasis, se casaron con un proyecto político de clara ruptura con la estrategia de las armas como método de hacer política y oposición en la vida nacional.(claro que hay un antecedente muy importante en la década de los ochentas con las experiencias de la UP, A Lucar y Frente Popular, todas organizaciones literalmente aniquiladas por una estrategia que incluía la guerra sucia por parte del estado. Estas organizaciones se la jueguen por desarrollar una lucha política abierta, sin el uso de la vía militar para la consecución de su visión de poder).
Hasta entonces la izquierda participante de modo fugaz en la vulnerable democracia electoral institucional colombiana lo había hecho o postulando su adhesión a todas las formas de lucha o reprimiendo in pectore alguna forma de ilusión armada o desdoblada de modo táctico o amenazando con la oposición guerrillera si no le abrían espacio. Pero, en la coyuntura de octubre del 2003, una emergente nueva izquierda rompió en definitiva con la guerrerización de la política, reiteró la posibilidad del final del conflicto armado por la vía de una negociación política democrática, dio lecciones de respeto a la diferencia política y de modo claro se casó con una línea de ampliación, profundización y cualificación de la Democracia como Estrategia central de acción política, alternativa a toda dictadura, la dictadura del proletariado incluida. (Varios interrogantes es una nueva izquierda o una recomposición del escenario político tradicional ?, ¿si tiene el respaldo de los sectores populares y sindicales ?¿Siguen estos sectores aún bajo la orientación de los partidos tradicionales ? No será acaso una nueva manera de participar en las viejas estructuras de poder entrando a administrar la crisis de naciones enteras o de regiones como en el caso de Bogotá y el Valle ? Porque en justo ahora cuando se hace evidente la crisis del modelo neoliberal entran en el escenario estos gobiernos alternativos ?
Otros hechos centrales, dignos de especial mención, los encontramos asociados a la coyuntura Uribe Vélez, fervoroso patrocinador de una nueva derecha. Este, como uribismo, salió derrotado y, como persona, seriamente afectado, no obstante que un amplio sector de la sociedad continuaba y continúa confiando en él como en el líder antiguerrilla. Pero, en términos de régimen político, se clausuró la propuesta legislativa para su reelección y no obstante que, como ideología, una nueva derecha está emergiendo entre sectores críticos del establecimiento, se frustró la posibilidad de creación de un partido neo-derechista, programáticamente empeñado en el diseño de una institucionalidad eficientista distinta de la creada por el Frente nacional, propiciadora en grado sumo de la corrupción y la politiquería. Como otro hecho importante, los esfuerzos semanales por metamorfosear la sociedad en Estado corporativo no se tradujeron en los diez millones de emocionales e incondicionales votos soñados por el Mininterior Londoño en procura de procurarle a Uribe la discrecionalidad y legitimidad políticas necesarias para reorientar el país"por donde le viniese en gana"
Otro importante conjunto de hechos estuvo ligado al bipartidismo en cuanto base institucional partidista del establecimiento. En algunas regiones del país, se destacaron al respecto Caldas y Quindío, la nueva derecha uribista fue derrotada por la vieja derecha politiquera y clientelista. Pero, en general, en esta coyuntura electoral los partidos tradicionales, sin que nadie todavía posea un diagnóstico empíricamente rotundo como para registrar su defunción, evidenciaron un claro retroceso al ritmo del predominio de un independentismo, como tal, amorfo, asexuado y amalgamado, desafecto, por otra parte, por variadas razones, de los partidos liberal y conservador oficiales. Estos, como tales, sólo accedieron a una tercera parte del poder local : de 1200 alcaldías alcanzaron 392, 233 liberales y 159 conservadoras. Los independientes, por su parte, se plurifurcaron en varias direcciones. Sobresalió, en primer lugar, una amplia masa de ciudadanos que, en definitiva está rompiendo con las viejas y sólidas identidades partidarias y mucho más abierta, por lo tanto, al examen de la racionalidad e instrumentalizad de la programática ofrecida ; un perfil así fue el que evidenció, por ejemplo, el electorado que votó por Sergio Fajardo para la alcaldía de Medellín. También caben dentro de esa categoría un conjunto de experiencias de poder local autónomo que, cercanas a distintas dinámicas sociales, se han venido desarrollando en diferentes sitios del país. De todas maneras, en numerosos. Departamentos y Municipios hubo una masa de candidatos liberales y conservadores que, por fuera de las definiciones centralizadas institucionales de sus partidos, fueron apoyados por independientes de todos los tamaños y móviles electorales.
Al hablar de régimen político, una dimensión importante de éste lo constituye el aparato institucional, es decir, las reglas de juego, que regulan el quehacer político y organizativo cotidiano de los partidos y movimientos políticos ; en esa línea el gobierno de Uribe se jugó por dos proyectos de reingeniería institucional, enredados, truncos y parcialmente frustrados tanto el uno como el otro, el impulsado por la vía legislativa como el recogido en el referendo. De todas maneras, aunque el neointitucionalismo pretende agotar en los diseños y rediseños institucionales y, por lo tanto, en las instituciones, lo "más central y substantivo" de la fenomenología social, sin embargo, se empobrece al olvidar la esencia más íntima de los partidos. Estos, en lo básico, son organizaciones políticas que, en un espacio dado de la vida social, de modo selectivo recogen, articulan y organizan los intereses, necesidades y demandas de las clases y fuerzas sociales en el contexto de los conflictos, contradicciones y problemas de la sociedad. Estudiar las instituciones- las viejas, las nuevas y las propuestas como reingeniería- por fuera de su historia social, en nada contribuye a su desciframiento y ni siquiera a la evaluación de su eficacia social ; como ha señalado Marco Romero "sin duda, la ingeniería institucional afecta las condiciones de desarrollo de las expresiones políticas, especialmente porque lo que está en juego es el problema de las garantías democráticas, pero ella por sí sola no construye partidos políticos, pues éstos son producto de las estructuras de conflicto que permean el régimen político, así como de la decisión y los procesos sociales de formación de expresiones organizadas". (2)

2. Algunas Hipótesis empíricas.

La exposición, todavía ligera, del anterior cuadro de hechos centrales permite fijar un primer nivel de generalizaciones empíricas asociadas a los cambios tendenciales que se han venido prefigurando en el régimen político colombiano :
***Aunque todavía presentan arrestos y voluntad de supervivencia, más el liberal que el conservador, sin embargo, la crisis de los partidos tradicionales se ha profundizado haciéndose más visible su progresivo debilitamiento, sobre todo a partir del sacudón y conmoción que les produjo Uribe como fenómeno de imagen y de opinión ;
***En ambos partidos, también más en el liberal que en el conservador, subsiste, reaflorada ahora, la coexistencia entre fuerzas de la tradición y del progreso, de la pre-modernidad y la modernidad.
***Ya por fuera del establecimiento, así como del contra-establecimiento, han empezado a hacer presencia ideológica y práctica fuerzas, factores ,componentes y dinámicas capaces de dar forma a las que podrían denominarse una nueva derecha, así como una nueva izquierda.

***En los últimos dos años, Uribe Vélez, de un lado, y los Garzones, del otro, han iniciado acciones orientadas a poner en acción dos movimientos políticos, contrarios y distintos, que no antagónicos, inscritos en la relación amigos-adversarios, que no en la relación amigo- enemigos, el primero de nueva derecha siendo el segundo de nueva izquierda.
***Con los resultados del referendo se frenó y congeló el proceso de reagrupamiento y de conformación institucional partidista de la nueva derecha ; emergió, en cambio, en el régimen político un movimiento de nueva izquierda, alternativa o democrática, embrionaria en lo político, lo programático y lo organizativo. Angelino Garzón, en su discurso de posesión como Gobernador del Valle ubicó así la aparición institucional de este proyecto político de izquierda democrática : "Mi historia está ligada a la izquierda. Por cosas de la vida siempre he militado en la izquierda, soy una persona que respeto el pluralismo político ideológico, que estoy por el fortalecimiento de los partidos y de los movimientos políticos…pero también estoy porque en el país se consolide un proyecto de izquierda democrática". (3)
***En lo que a la emergente y embrionaria nueva izquierda respecta su futuro dependerá : primero, de los resultados sociales globales de Lucho en Bogotá, de Angelino en el Valle, así como de otras apuestas similares en varias regiones y localidades del país ; segundo, de su capacidad de generar, a partir de esas experiencias, organización comunitaria y ciudadana autónoma y emancipada ; tercero, de su persistencia en la línea de la ampliación y profundización de la democracia como Estrategia central de acción política ; y cuarto, de su voluntad y realidad de construirse, en democracia interna, como alternativa de poder al calor de las luchas y dinámicas sociales.
Al ser ésta última la hipótesis que más interesa en este Ensayo, importa confrontarla con algún parámetro de deber ser de izquierda ; de todas maneras, la reflexión que se formula apenas tiene un carácter de esbozo indicativo.

3. ¿Qué es ser de Izquierda en el Mundo y en la Colombia actuales ?

Algún tiempo antes de su fallecimiento, declaró Pierre Bourdieu : "Necesitamos inventar un nuevo utopismo enraizado en las fuerzas sociales contemporáneas, lo cual, aún a riesgo de parecer estar avivando el retorno de visiones políticas anticuadas, será necesario para crear nuevas formas de movimiento. Los sindicatos, por ejemplo, si quieren cumplir con sus fines, en su forma actual resultan organizaciones arcaicas, deben reformarse, transformarse, redefinirse, internacionalizarse y racionalizarse y basarse en los nuevos descubrimientos de las ciencias sociales".(4)
Entonces, la nueva izquierda es la nueva utopia del pensamiento y la práctica políticas contemporáneas, es decir, el nuevo sujeto político de fuerzas sociales y ciudadanas empeñadas en trascender las actuales formas de explotación, opresión y de alienación de las sociedades capitalistas y socialistas.
Una sensibilidad dada, una manera teórica de comprender y actuar frente a la realidad política y un estilo ético particular, pueden ser tres dimensiones características de toda organización política ; en el caso de la nueva izquierda esa sensibilidad se expresa en una forma coherente y regular de pensar y actuar en la cotidianidad reglada siempre por la Cultura de la democracia como valor en sí mismo considerado. Su manera característica de comprender y actuar frente a las realidades políticas, por otra parte, no es otra que la de estar siempre abierta a toda fuerza y dinámica sociales y políticas capaces de trascender las distintas formas de explotación, opresión y de alienación características de sus sociedades, mostrándose siempre dispuesta a la asimilación crítica de la tradición libertaria, liberadora y realizadora que la ha antecedido. Y su estilo moral, en tercer lugar, es un problema de lucha práctica decidida, tenaz y constante contra la inequidad y desigualdad sociales. Como ha señalado el teólogo brasileño Frei Beto, asesor de Lula, los pobres éticamente no son mejores ni peores, pero son pobres, y eso no es justo. Es dentro de esta lógica donde la nueva izquierda debe definir uno de sus más importantes criterios de la lucha contra la corrupción : ésta cualquiera que sea su forma (apropiación del patrimonio de la nación, irresponsabilidad técnica en el manejo de la función pública, uso y asignación irracional de los recursos del Estado) es un atentado moral contra la masa de pobres e indigentes que pueblan el mundo actual
Entonces, la nueva izquierda es distinta y adversaria, no necesariamente enemiga, de la derecha, de la clásica y de la nueva, cuyas notas más definitorias se asocian a una Cultura del autoritarismo, a la valorización permanente del status quo, de la tradición y de las instituciones vigentes, así como a una moral más ligada a la religión o al ámbito estrictamente personal de vida.
En abstracto, sus principios pueden ser los de casi toda organización política, igualdad, justicia, solidaridad, libertad, humanidad, realización, pero, en su práctica cotidiana, los organiza y jerarquiza todos subordinándolos al predominio jerárquico de la igualdad y la solidaridad como condición previa para la realización de los restantes valores. Su localización respecto a ese valor central es substancial y no meramente relacional, como decir "hoy sí y mañana no". Por otra parte, en contravía del filosóficamente antidemocrático Nitzche, para quien el de la igualdad era el discurso de los vencidos, la nueva izquierda, toda vez que se le dé la oportunidad, debe probar que ése también es su lenguaje como vencedora. Es así como, refundidos y jerarquizados, los principios de la nueva izquierda pueden condensarse así : en la época del neoinstitucionalismo y del neoliberalismo, como formas únicas de pensamiento social teórico y de práctica estatal, la nueva izquierda no debe avergonzarse nunca de la alternativa del socialismo como democracia, pues constituye ésta la única manera de mantener viva la indignación frente a la inequidad social y las formas de opresión y de alienación propias del mundo contemporáneo, que no son , nunca sobrará recalcarlo, una condición natural del ser humano si no, ante todo y sobre, una aberrante creación política de muy poderosos seres humanos. Una postura así, no constituye una posición ’principezca’ abstracta, si no que se encuentra ligada a precisos referentes objetivos, alrededor de los cuales el pensamiento único ha vetado toda forma de reflexión : en un mundo donde una alta proporción de la humanidad no ha recibido aún los beneficios del más extraordinario despliegue histórico de la tecnología y de las fuerzas productivas ; en un mundo donde 2.8 de los 6 mil millones de humanos sobrevive con menos de dos dólares diarios ; en una etapa del desarrollo humano en la que la eternización de las relaciones sociales capitalistas se ha constituido en una poderosa y eficaz máquina de reproducción ideológica, lo primero no es justo mientras que lo segundo es ilógico y contra toda prueba.
Por todo eso, y por muchas razones más, el ser de izquierda continúa siendo una opción política válida de modo claro.
Que las nociones de izquierda y de derecha no habían perdido vigencia teórica ni validez operativa, fue una hipótesis que defendimos desde 1992 en un Ensayo titulado "Cuando han caducado todas las Ideologías menos la Propia. Las Derechas y las Izquierdas están vigentes".(5) Insinuamos entonces que, aunque sobre la base de tres pilares ( la renuncia a los golpes de Estado y a la lucha armada como método de hacer política ; el desmonte de ideologías cerradas y la valorización positiva de las diferencias) en el país doctrinariamente se estaban prefigurando una nueva derecha y una nueva izquierda, sin embargo, no se había borrado una distancia definitoria "asociada a la actitud de los actores frente a la permanencia o al cambio de la estructura social y de poder", siendo allí, por lo tanto, donde se fundaba la validez teórica y operativa de las nociones de izquierda y de derecha. La actitud y la conducta de las personas y grupos frente a estructuras sociales e instituciones generadoras de inequidad, de desigualdad y de exclusión sociales y a la direccionalidad del Estado y de los poderes institucionales frente a ellas, continuaban siendo, se dijo entonces, el más importante eje de diferenciación doctrinaria entre la derecha y la izquierda.
Aún Giddens, quien le restó significación a esa distinción, en general e implícitamente se ajustó a ella.(6). En su polemizado libro "Derecha e Izquierda. Razones y Significado de una Distinción política", Norberto Bobbio, fallecido la semana pasada, señaló que si bien el deber de la izquierda era la continua invención y reinvención de las instituciones, siendo el de la derecha su permanente defensa, sin embargo, esa distinción, en un nivel más general y definitorio, se expresaba en las posiciones de la una y la otra de cara a la desigualdad social. "La derecha es, escribió, ese conjunto de opiniones y estados de ánimo para la que desigualdad no es un mal" ; aún más, en el fondo es un bien, pues ayuda al desarrollo de la humanidad. Citó, por ejemplo, a Stephen Colmes : ’la derecha nunca considera la desigualdad de riqueza como un mal social, pues es una consecuencia de los distintos talentos : los superiores merecen compensaciones superiores’. Es eso lo que hace funcionar la Economía de mercado. (7). Dentro de esa lógica, al postular la tesis sobre la no planeabilidad de la realidad, el radical Hayeck habló, con más coherencia teórico doctrinaria que cinismo político, del "espejismo" que encerraba toda lucha contra la injusticia social, pues éste también era un asunto que, en últimas, sería resuelto por el mercado libre. (8)
Esto no obstante, la nueva izquierda ha empezado a realizar la ruptura con un enfoque meramente economicista, laboralista e instrumentalista de su proyecto político ; la miseria material, la condiciones laborales de los trabajadores y la apelación a la democracia para lograr conquistas y reivindicaciones son cuestiones importantes y centrales, pero, al lado de todo ello y en términos de individuos históricamente situados, la miseria simbólica ha constituido un asunto grave y hasta dramático. Es por esto por lo que los fundamentos simbólicos de su programa es quizás tan importante como su dimensión más estrictamente material. A este respecto, así planteó este problema en 1997 Alain Caillé en "Trente Theses pour contribuir á la émergence d’un gauche nouvelle et universalisable" : la nueva izquierda debe saber atacar no sólo las raíces materiales del mal " sino también sus dimensiones simbólicas, lo que implique que ella misma acepte examinar, a la intemperie, los fundamentos simbólicos de su acción y de su propio pensamiento…" y esto porque quizás el primer problema de los seres humanos no es la penuria material,"no es la falta de cosas si no la falta de medios para crear sentido" (9) ; como decir, que el ethos de la necesidad que entreteje la interacción social no es necesariamente más importante que el de la amistad, la philia, la sociabilidad, la solidaridad, la empatía, la amistad. Por lo tanto, dentro de la agenda de la nueva izquierda la creación y multiplicación de espacios públicos donde las personas puedan expresar lo que son y lo que quieren ser, debe ocupar un lugar privilegiado.
Como puede anticiparse, amplia y compleja, y todavía muy incierta, es la fenomenología, problemática y problematización de la nueva izquierda ; este es sólo un abrebocas. De todos modos, un ligero recorrido alrededor de la idea de izquierda y de derecha, así como de los imaginarios colectivos a ella asociados, en diferentes momentos de la historia, proporciona un marco apropiado para, por lo menos, fijar otros asuntos centrales.
Hace más de 200 años, concretamente en la Asamblea Constituyente de Paris en mayo de 1789, los jacobinos, acérrimos partidarios de la democracia política y de las fuerzas sociales a ella ligadas durante la revolución francesa, se ubicaron a la ’izquierda" en la sala de sesiones ; los monárquicos, en cambio, defensores cerrados de la Monarquía, se instalaron a la "derecha".Fue así como las palabras ’derecha e izquierda" nacieron asociadas a una emergente representación colectiva sobre la actitud de las personas, grupos y asambleas frente a la democracia liberal. En el siglo XIX, con su larga cadena de revoluciones sociales ligadas a la miseria social generada por la sobreexplotación de la fuerza de trabajo durante la primera etapa del capitalismo competitivo, el uso social de estas palabras se fue afianzando en las Asambleas de trabajadores, sobre todo ; se afirmaron así muy ligadas a los imaginarios colectivos sobre la actitud de cada grupo, organización o persona frente a la miseria generada por la naciente sociedad capitalista. Luego, durante un largo período histórico, que cubrió la segunda parte del siglo XIX pero, sobre todo, las grandes revoluciones proletarias del siglo XX inspiradas en una u otra versión del marxismo, ’de izquierda’ fueron considerados sus partidarios y ’de derecha’ sus opositores. Una profunda autoconciencia de izquierdismo, así como de necesidad categórica de combatir, por las vías que fuesen, al derechismo enemigo, se afirmó entonces en generaciones y generaciones de seres humanos. Cada quien asumía su versión de marxismo "como la verdad", la teoría marxista arrastraba implícito el imaginario de serla (10), entonces, si todo era así, la verdad histórica la tenía la izquierda quedándole a la derecha el fardo de la mentira y del engaño. Por su parte, enmarcados todos en la relación amigo-enemigos, en la derecha se vivía un proceso similar, pero desarrollado por la vía contraria. Entonces, tanto derechistas como izquierdistas percibían la realidad desde el síndrome del enemigo desapareciendo, de ese modo, toda posibilidad de análisis objetivo.(algo de forma, creo que la parte subrayada podría ir al inicio del planteamiento de la nueva izquierda para mostrar de dónde viene la misma palabra, de igual manera se podrían presentar una rápida semblanza de lo que se podrían denominar vieja izquierda, para poder presentar lo de " la nueva izquierda") De ese modo, no quedó otra opción que la de la satanización del adversario, enemigo total con el que nada se podía convenir ni compartir. Por otra parte, en el interior de los marxismos también se vivió un proceso similar. No obstante la voluminosidad y calidad de su obra, el Marx científico e investigador de la Economía política del Capitalismo había dejado inconclusa su obra teórica y analítica ; a partir de allí cada partido nacional construyó su propia versión del marxismo deviniendo éste en una descuadernada colección de "verdades" enfrentadas. Fue así como los marxistas se trifurcaron en extrema izquierda, izquierda y centro izquierda según fuese la posición de cada quien frente al problema de la revolución social. Es por esto por lo que en la actualidad se hace muy dificultoso derivar de los marxismos criterios pertinentes para abordar una reflexión como la que se está sugiriendo. En los finales del siglo XX, por su parte, a partir de la caída del Muro de Berlín en 1989, del desplome del más importante socialismo burocrático de Estado, de la desacademización de la teoría marxista, del auge de los individualismos como ideología, de la entronización del individualismo metodológico como academia, de la progresiva imposición del monodominio norteamericano en el mundo, afianzado, se universalizó el imaginario de eternización de la sociedad capitalista. Fue así como, sin enemigo en el frente y bajo la representación sobre el carácter eterno de la sociedad capitalista como forma definitiva, ya real ya ideal, de organización social, los términos de derecha y de izquierda fueron cuestionados como obsoletos Fue esa la idea propiciada por neoliberales y neoinstitucionalistas, sobre todo. (Hasta este punto " histórico " se podrían extender lo que podría ser la introducción de la reflexión sobre la nueva izquierda)
La nueva izquierda, entonces, no es una izquierda marxista en el sentido de los viejos marxismos y partidos que de ellos se reclaman, pues está elaborando su propia Crítica no marxista de la Sociedad capitalista ; esto no obstante, ha estado empeñada, por vías variadas, en revalorizar más a Marx que a los marxismos. De Marx escribió Cornelius Castoriadis, crítico duro de los marxismos aunque admirador del Marx que siempre palpitó con toda dinámica de emancipación del ser humano en cualquier rincón de la tierra :"Las reservas más fuertes, las críticas más radicales a Marx no anulan su importancia como pensador, ni la grandeza de su esfuerzo. Se seguirá e reflexionando sobre Marx incluso cuando se busque con dificultad los nombres de Von Hayeck y de Fiedman en los diccionarios.".(11) Metidos en la prognosis, la mayor parte de los grandes investigadores sociales han sido poco exitosos en su vaticinios ; en buena medida Marx, como investigador social, tampoco lo fue. Pero, ocurre que en el mundo actual el valor igualdad no sólo culturalmente casi que ha colapsado si no que, además, la desigualdad social real en tiempos reales se ha agigantado en casi todo el mundo. El incremento acelerado de las desigualdades y la pauperización relativa- no tanto de los asalariados sino de los que no tienen acceso a él- se han tornado un verdadero drama en muchas partes del mundo. Ha sido así como la vieja temática marxista de la pauperización, que se pensaba superada, ha vuelto a colocarse sobre el tapete. Es cierto que, dadas importantes dinámicas actuales del capitalismo, relacionadas sobre todo con la estructura de clases y de poder de las sociedades contemporáneas, han obligado a la nueva izquierda a replantearse muchas viejas figuras políticas y organizativas ; esto no obstante Marx, como investigador social, no ha caducado. Si el tiempo fuese un criterio absoluto de obsolescencia,¿por qué postular la actualidad del Adam Smith de 1774 ? Jorge Semprún proporciona un importante criterio al respecto : "Sé que para muchos Marx no es más que un fantasma del pasado, pero…el marxismo revolucionario es un fantasma del pasado y Marx es un pensador vivo. Así que es necesario pensar en términos contradictorios. Es decir, la muerte del marxismo y la vitalidad de algunas ideas fundamentales de Marx. Esto también puede resultar útil para adquirir una visión crítica de la sociedad actual. Así estamos hablando de este libro : Los Fundamentos de la Crítica de la economía política ( que es un borrador de El capital que se publicó más tarde en circunstancias que no favorecieron su difusión entre la inteligencia de izquierdas) hoy tiene más vigencia que en la época en que Marx lo escribió". (12) (en este párrafo como ningún otro se da por sentado la existencia de algo que se llama la nueva izquierda, pero aún no se plantea que es, puesto que se han señalado algunas características de ciertos tipos de prácticas que deberían tener los gobiernos alternativos, se llega a plantear que la nueva izquierda, por contraste con la izquierda tradicional, no es marxista ¿entonces que es’ ?¿En qué se fundamenta ? En últimas, se trabaja un concepto a partir de sus características pero sin señalar que es.

No existen razones poderosas que fundamenten que con la llegada del capitalismo evolucionado, la humanidad haya advenido al puerto final y definitivo de desarrollo histórico ; fuertes son, por cierto, las sociedades capitalistas, aún aquellas en las que la socialdemocracia ha domesticado toda forma de socialismo. Pero, al casarse en definitiva la nueva izquierda con la democracia radical como Estrategia central de acción política, se hace casi imperativo que, en una primera fase, las luchas por la modernización y la democratización de las estructuras capitalistas, de las más salvajes, sobre todo, se pongan a la orden del día. Constituye ésta una lucha que la izquierda democrática debe realizar en y desde la institucionalidad con los acumulados de democracia que en ésta existan y desatando nuevos procesos democráticos orientados al rediseño institucional de la sociedad. Constituye éste quizás uno de sus mayores retos : el de ser capaz de gobernar institucionalmente bajo parámetros de izquierda democrática, así como el de ser capaz de transformar la institucionalidad vigente por la vía de procesos democráticos renunciando, en definitiva, a la tentación, a la trampa, y, en el caso colombiano, a la dificultad cultural de la apelación a la subversión armada.
Como ya se insinuó, en la actualidad no hay ningún argumento que nos verifique y que, sin trampas ideológicas, convenza que la humanidad encontró ya su forma final y definitiva de desarrollo histórico ; en Estados Unidos, y en menor medida en Europa, todavía subsiste una amplia franja de pobres y en la potencia tecnológica del norte sus gobernantes no han logrado todavía otorgarle Seguridad social pública institucional a la quinta parte de su población. Aún más, como lo acaba de enfatizar el demógrafo y analista político francés Emmanuel Todd, quien en 1975 vaticinó el derrumbe de Rusia y de su área de influencia, la norteamericana es una economía real cada día más desindustrializada, golpeada por una deficitaria balanza comercial y que sólo se reproduce por los enormes volúmenes de capital financiero que le exacciona al mundo y ello hasta tal punto de que "objetivamente es posible afirmar que se ha convertido en una nación depredadora".(13) La historia humana, por otra parte, testimonia que las transiciones entre formas cualitativamente distintas de organización de la producción, la distribución, el gobierno político y el funcionamiento social de las ideas ha sido un asunto de centurias con sus avances, retrocesos, combinaciones y crisis periódicas. Por lo tanto, desde hace muchas décadas, por lo menos desde la frustrada revolución de 0ctubre de 1917, la humanidad ingresó a una etapa de transición en la que, hasta ahora, sólo ha habido prefiguraciones de formas de organización social humanamente más emancipadas que las anteriores. Entonces, por las grandes miserias del capitalismo, atadas a la sobreexplotación, a la opresión y a distintas formas de alienación, y por su inevitable carácter histórico, las luchas anticapitalistas sólo han perdido vigencia en los imaginarios colectivos cósmicos fijados, profundizados, reiterados y manipulados desde ese incontrolable shopping ideológico que son los Mass Media. La nueva izquierda por lo tanto, sin equivocar los distintos tiempos y espacios de su estrategia, no puede echar en saco roto esta segunda dimensión y fase de las luchas democráticas anticapitalistas .Es así como la nueva izquierda no puede quedarse en la misión de ser un muy buen administrador del capitalismo, que lucha contra la corrupción y la politiquería y que le plañe para los pobres alguna cuota extra de su masa de ganancias. (Lo complicado para el caso latinoamericano es que son gobiernos que están administrando la crisis...)
Antes de abordar una corta reflexión sobre los métodos de las luchas por la modernización y democratización de las sociedades capitalistas que, de algún modo, deben ampliar espacios democráticos para las luchas anticapitalistas, importa, fijar los términos generales, por lo menos, de tres importantes juegos de oposiciones : 1. La oposición democracia y violencia como valores y como metodologías de la acción política colectiva ; 2.La oposición Estado y Mercado, como valores, para muchos, o como herramientas colectivas al servicio de la Sociedad, para la nueva izquierda ; y 3. La oposición o determinaciones de colectivo o determinaciones de individuo en términos a su papel en la historia y en la vida social.
Ni como valor ni como herramienta de acción política colectiva, la apelación a las armas hace parte de la subcultura política de la nueva izquierda ; por el contrario, definitiva es su opción por la democracia como estrategia central y básica de lucha contra toda forma de explotación, de opresión y de alienación humana. Entonces, en primer lugar sobresale la democracia como valor en sí mismo considerado y sólo, en segundo término, la democracia para… es decir, como herramienta de lucha política. Es así como el gran desafío es el del desarrollo de una concepción no instrumental de democracia "asumiendo que ella es deseable por sí misma y que ella misma es su propio fin, pues no hay otro régimen que sea más conforme a la esencia del ser humano y de la relación social". (14) Al ser ello así, no puede ser si no un enfoque de democracia radical : la democracia como valor y la democracia en todos los espacios de la vida social y la democracia como estrategia central de acción política colectiva.
No se trata de idealizar la democracia, pues toda forma de idealización, como escribió Estanislao Zuleta, hágase en nombre de quién sea, Dios, la Razón, el Estado o la Revolución, desconecta del mundo real (15) ; en este caso específico, la idealización de la democracia dificulta y oscurece el manejo transparente de problemas grises agazapados en las fronteras entre las valoraciones axiológica e instrumental de la democracia. Entre estos problemas habría que destacar, por ejemplo, los manejos instrumentales de los derechos humanos. En Yugoslavia en Irán, por ejemplo, un "militarismo humanista" invadió las nacionalidades de modo terrorista so pretexto de liberarlas de la opresión ; en Colombia, por su parte, otro "militarismo democrático" violenta y viola de modo regular los derechos humanos de la población civil con capturas masivas e indiscriminadas regladas por el criterio según el cual no importa encarcelar a todo un pueblo con tal de que en la pesca colectiva caiga siquiera un culpable. Así continuará sucediendo mientras a los derechos humanos no se los desembarace de toda instrumentalizad para asumirlos, así piensa la nueva izquierda, como valores intrínsecos de la condición humana.
En lo que respecta a la oposición Estado- Mercado podría decirse que tan enorme y funesta ha sido la idealización que la derecha ha hecho del mercado como la que ha realizado la izquierda alrededor del Estado. La nueva izquierda, entonces, ha buscado desidealizar al uno y al otro que, en realidad de verdad, más que valores intrínsecos a la condición humana, constituyen herramientas al servicio de la acción colectiva ; es decir, que debe ganar un enfoque instrumental tanto del Estado como del mercado. Este es tan de la esencia del capitalismo que, dejado a merced de su propio movimiento hacia la universalización de la producción de valores de cambio, tenderá siempre a hacer de aquel un puro y mero mercado hasta convertir el mundo en un supramercado universal ; el Estado, por su parte, es tan de la esencia de la expansión e intromisión que, dejado a su propia espontaneidad, tenderá siempre a hacer de la sociedad y sus miembros sus simples y meros instrumentos al servicio de su propia "razón estatal". Entonces, el mercado sin estado sería meras producción y productividad y ganancias para el capital poder y el Estado, sin Sociedad autónomamente organizada, sería mera "razón de estado a su autoservicio". Como para decir, que sin Estado no habría redistribución y sin Sociedad autónomamente organizada, no habría Estado de ella y para ella. Dejando por ahora un poco al lado el problema de la producción y de la productividad- está por verse si formas socialistas desburocratizadas, participativas y democráticas no podrían funcionar como un buen productor- para la nueva izquierda en materia económica el Estado debe ser más redistribuidor que productor ; que su función económica central no sea solamente la regulación orientada, como postula la Economía neoinstitucional, a corregir las fallas del mercado libre, si no, ante todo y sobre, la redistribución socialmente racional y razonable del excedente económico.
Finalmente, en lo que se refiere a la oposición determinaciones de colectivo versus determinaciones de individuo la nueva izquierda no ha recepcionado una teoría de la lucha de clases y, por lo tanto, de las luchas sociales, orientada a enfrentar, como señalara Martí, a los seres humanos unos con otros hasta pretender borrar, se puede glosar, "de la faz de la tierra al último de los burgueses" ; pero tampoco le place el papel que Plejanov le asignó al individuo en la historia. Valoriza de modo nítido las determinaciones de colectivo asociadas a los movimientos y movilizaciones sociales y comunitarias y revaloriza las determinaciones de individuo a partir de un enfoque no liberal de éste. Se trata de pensar en individuos reales, sólo iguales ante la ley, en el contexto de sus múltiples determinaciones y, así como de sus posibilidades efectivas. La democracias de representación y de participación, por ejemplo, deben ser revalorizadas inscribiéndolas en los procesos de construcción ciudadana en términos del efectivo y progresivo acceso de los. individuos electores a los derechos en lo civil, lo político y lo social.(16) Y , sobre todo, no se podrá olvidar el objetivo estratégico de los procesos de construcción ciudadana ligados al forjamiento de una ciudadanía autónoma, capaz, como enfatizaba Estanislao Zuleta, de pensar por sí misma, de ponerse en la visión y la mirada del "otro" y de ser consecuente con lo pensado.
¿Cuáles son, entonces, los métodos democráticos que para la nueva izquierda deben alcanzar la mayor centralidad ?
Sin jerarquizarlos en lo político, pues la apelación ya a uno ya a otro dependerá de la circunstancia y de la coyuntura, de entrada se destacan los esfuerzos por higienizar y modernizar las instituciones de la democracia de representación ; enseguida, las acciones orientadas a crearle condiciones culturales, políticas y técnicas a la democracia de participación, deben ser objeto de especial preocupación. Y en tercer lugar, la nueva izquierda, al contrario de la nueva derecha, metida en el barro donde el pueblo del común vive y siente y piensa y goza y sufre y lucha, debe animar, propiciar y jalonar los movimientos y movilizaciones sociales. En estos esfuerzos, confiando siempre en la fuerza social y moral de los sujetos colectivos, la nueva izquierda, sin ruborizarse, no puede sustraerse de la revalorización permanente del individuo contemporáneo sumergido, como se verá, en el más grave e intenso drama de insularidad. "Es necesario volver a reflexionar, escribió hace poco Alain Touraine, sobre la construcción de la sociedad política a partir de una afirmación del derecho de cada individuo a construir su propia existencia". (17) ; por lo tanto, la realización de proyectos personales de vida a partir de las responsabilidades sociales de cada individuo, así como la satisfacción de sus demandas de autonomía deben constituir también un capítulo central de los procesos de construcción de democracia. Por otra parte, los derechos e intereses de las minorías, así como de grupos específicos de la población, mujeres, jóvenes, niños, ancianos, homosexuales, deben ser un capítulo importante de la agenda política de la nueva izquierda. Finalmente, en una sociedad pluriétnica, como la colombiana, deben hablar todas las voces ; en ella democracia significa que todos hablen y opinen y se expresen pero respetando siempre las formas y prácticas atávicas de existencia social más ajustadas a sus propias culturas.
En todos estos esfuerzos, por encima de los posicionamientos políticos y electorales, el objetivo último estratégico de todos esos métodos de acción política de la nueva izquierda no puede ser otro que el de forjar Ciudadanías autónomas, así como Comunidades emancipadas.
En una sociedad como la colombiana, culturalmente semirural no obstante que el grueso de su población deambule ya por sus desestructurados e inorgánicos espacios urbanos, tremendo es el drama de sus miembros-individuos situados ; históricamente se han visto separados de sus naturales Comunidades originarias rurales, fenómeno agigantado ahora por el drama de los tres millones de desterrados por la guerra, y en los últimos años, les han quitado "lo poquitico" que tenían de Estado, no han podido ni medio acceder al prometido paraíso del mercado y los han dejado en el vacío. El neoliberalismo, y su versión uribista de neocomunitarismo autoritario, los han dejado "ahí ", solitarios, expósitos, aislados de su pasado comunitario y culturalmente obstaculizados para entrar en un presente organizacional donde readquieran conciencia sobre la fuerza de lo colectivo identitario, para que individualmente busquen, cada ocho días, soluciones individuales a problemas estructurales y compartidos. Como decir, que los mismos que los sumergieron en la inseguridad les prometen ahora liberarlos de ella ahondando la inseguridad personal y familiar. Sobre una reflexión similar a ésta, aunque, más universal, es sobre la que el sociólogo polaco Zygmuntm Baumant ha escrito su magnífico libro "Comunidad". Al respecto ha escrito : "La inseguridad nos afecta a todos, inmersos como estamos en un mundo de desregulación, flexibilidad, competitividad e incertidumbre endémicas, pero cada uno de nosotros sufre ansiedad por sí solo, como un problema privado, como un resultado de fracasos personales. Se nos pide que busquemos soluciones biográficas a contradicciones sistémicas". Torpe es, según Baumant, la solución que ofrecen los neocomunitarismos : no es otra que la promesa de simplificación : "Llevada a su límite lógico la simplificación significa mucha mismidad y un mínimo estricto de variedad. La simplificación que se ofrece sólo puede lograrse mediante la separación de las diferencias ; reduciendo la posibilidad que se encuentren y estrechando su grado de comunicación. Este tipo de unidad se basa en la división, la separación y mantenimiento de la distancia".(18)
Como para rematar : en lo que a métodos de acción política se refiere la nueva izquierda se alinea con todos inspirados en la Estrategia de democracia radical ; valoriza de modo particular los movimientos y movilizaciones sociales y comunitarias, así como la acción de ciudadanos autónomos capaces de contribuir a la creación de organizaciones donde la conciencia de poder colectivo en vez de anular la individualidad la enriquezca creando espacios para la realización de los proyectos personales de vida.

(Para intentar ser respetuoso se me generan algunos interrogantes : uno, hay una nueva izquierda ?, ¿existe así tan organizada y planificada ?¿Eso que se lee como nueva izquierda no es más bien un reacomodo político del modelo en su conjunto, que en la misma lógica de reacomodo, permite convivir con modelos alternativos que sedimenten cualquier posibilidad de transformación estructural de la sociedad. Es
Antanas Mokus es de nueva izquierda ?, que él tendría casi todas las características señaladas de lo que esas ser de nueva izquierda, O hace parte de una nueva forma de administrar el modelo neoliberal ?¿En esencia la propuesta de lucho Garzón en que se diferencia sustancialmente de una propuesta como la del mismo Antanas, o Peñalosa ? Preguntó por las diferencias de fondo y no de forma ? La pregunta parece de Perogrullo, pero si se analiza el programa de gobierno y los ejecutores, creo que la pregunta le lleva a uno a preguntarse si lo que hay en la llamada nueva izquierda no es más que un fenómeno cosméticos, de forma ?
Si creo, que el problema de la forma de encargar la acción política desde la izquierda hoy, esta atravesado por la necesidad de plantearse métodos y claridades frente a la recomposición del sujeto histórico, visto desde la perspectiva marxista ; asistimos a un momento en el que no es sólo la clase obrera (la poca que existe) la llamada a ser la vanguardia de una transformación dada su condición de clase explotada, el modelo y la contradicción del capitalismo, ha vinculado a otros sectores de la población dejando los resultados de pobreza a los que se asiste. Las grandes manifestaciones que han dado por estos días en el mundo, son lideradas por movimientos que luchan contra las lógicas del capitalismo pero en escenarios nuevos y con actores nuevos : ecologistas, destechados, indígenas, negros, homosexuales, etc. las grandes luchas presenciadas contra la globalización ha encontrado en los sectores señalados su base.

4. El estado de la Reflexión.

Alrededor de la elección de los Garzones, los análisis, todavía ligeros, han sobreabundado (19) ; al margen de su significación y alcances, los analistas han destacado el carácter histórico del evento. "Se ha entrado en una nueva etapa en la política nacional", destacó Fernando Giraldo. Pero ese 26 de octubre, quienes fueron los perdedores, quiénes los ganadores ? Entre la mayoría de los ’opinadores’, Jorge Restrepo, Daniel Samper, por ejemplo, primó la tesis de un triunfo del "centro izquierda".Pero, otros hicieron una evaluación distinta, así : aunque la izquierda fue importante, el triunfo fue de la oposición a Uribe ( Miguel Urbano Rodríguez) ; en Bogotá fue la base liberal de los estratos 1 y 2 la que decidió la elección de Lucho ( D’Artagnan) ; la victoria fue la de un nuevo Partido, Organización o Movimiento ( Hernando Llano) ; no hubo una izquierdización de la opinión sino que el triunfo de Lucho fue, más bien, un fenómeno ligado a cierta independencia y madurez política del electorado( Fernando Giraldo) ; "triunfaron fuerzas nuevas con vocación de servicio y capacidad organizadora" (Hernando Roa) ; "hubo más oposición a lo viejo que izquierdismo" ( "Semana" ) ; y, para rematar la ejemplificación, "alcaldías y gobernaciones muy importantes las ganaron fuerzas que no son afectas a Uribe aunque algunas de ellas no le sean antagónicas"( Jorge Robledo).
Dado su carácter inédito, importa destacar el triunfo de los Garzones, pues en Colombia la izquierda jamás había sido un referente importante en la vida política nacional a no ser para excluirla, perseguirla y satanizarla ; sin embargo, el triunfo real lo obtuvo la oposición a Uribe, oposición dentro la cual la emergente izquierda ocupó un lugar central existiendo, además, dentro de ellafuerzas sólo parcial y limitadamente desafectas a él. En esos días Uribe, que durante los últimos catorce meses se había ensimismado en la virtualidad de las encuestas, de las zalemas de los áulicos, así como en los desatinados consejos de asesores ignorantes de los límites objetivos que presenta el uso público de lo simbólico, de sopetón pasó de la realidad encantada a la realidad real. La mayoría de los colombianos lo admiraban, como el más sobresaliente líder antiguerrilla, manteniendo las esperanzas puestas en él, pero como recalcó "Semana", aunque "gusta mucho su personalidad y su estilo…ese cariño no implica girarle un cheque en blanco para pasar por encima del sistema institucional de pesos y contrapesos del país".
Mención especial ameritan algunos componentes de esta reflexión nacional :

***Entre Eduardo Pizarro y Pedro Medellín se inició un debate, todavía a mitad de camino, en torno al presente y al futuro del Polo democrático Independiente, Según Pizarro las perspectivas del éste dependerían de la manera como se resueiva el pulso y la tensión entre sus dirigentes y sus bases, entre un partido caracterizado por un liderazgo caudillista y uno con estructuras democráticas elegidas por sus bases ; y con conocimiento de causa, puso como ejemplo el triste final de la Alianza Democrática M19 que, en menos de tres años , evaporó 25 congresistas al calor de liderazgos personalistas y de pugnas faccionales. A partir de esta lógica unidimensional de creación partidista, Medellín preguntó : ¿dónde queda el problema del trazado y de la consistencia ideológica, que deben regir la construcción de un partido ? ¿dónde el Programa y dónde la Agenda legislativa ?" Y apuntaló sus interrogantes con una cita de Lipset que, en lo teórico, ilumina una dimensión de creación partidista pasada por alto por Pizarro : "Los partidos ayudan a cristalizar y a hacer explícitos los intereses contrapuestos y los contrastes y tensiones latentes en la estructura social existente".
Al referirse al futuro del PID, los analistas adelantaron prediagnósticos importantes, así : "puede ser el gérmen de organización del espacio del centro izquierda", pero, todo dependerá de lo que hagan alcaldes y gobernadores (Alejo Vargas) ; "estas elecciones pueden ser interpretadas como de transición hacia un moderno sistema de partidos políticos, apenas en gestación, donde por fin los proyectos de ciudad, sociedad y modelos de desarrollo se coloquen en el centro del debate para construir así una auténtica democracia donde los ciudadanos tengan diversas alternativas para escoger" (Hernando Llano) ; "Habrá que ver si se deja gobernar a la oposición. En el futuro, está por definirse una recomposición, aún de lo que es centro izquierda"( Fernando Giraldo) ; El PID "no es una fuerza política estructurada en condiciones de actuar como un partido político democrático en el que juegan fracciones y tendencias" (Alejo Vargas) ; "diría que a la izquierda le va bien si logra asumir y mantener una posición sobre lo nacional, a lo local no lo arregla si no lo nacional" (Jorge Robledo) ; "Se trata de una nueva izquierda ? Esta sí no violente y progresista que sobrevivió al exterminio físico de la UP en los años 80 y a la caída del Muro de Berlín ? ¿Hay allí, por lo menos en ciernes, un posible movimiento social en proceso de articulación o el forjamiento de un proyecto de país que vaya más allá de la coyuntura electoral polarizada por la torpeza política de Uribe Vélez ? ( Federico Sarmiento) ; tampoco se puede hablar del Polo como "la alternativa definitiva", pues allí han confluido "desde los exiliados del poder actual y los regañados, hasta quienes con sinceridad visualizan un albor diferente de justicia social y de dignidad para la patria sin olvidar a aquellos que han llegado allí a disputar alguna oportunidad parta manipular el poder desde cualquier oscuro rincón ; tarde o temprano vendrá la crisis en el PDI". ( Alejandro García.)
***Si toda idealización es peligrosa, también lo es la del régimen político ; de algún modo en ella incursiona Rubén Darío Acevedo cuando presenta los resultados de esas elecciones de manera abstracta y ahistórica y como reveladores de "la fortaleza de las instituciones democráticas, así como que de la existencia de un país que se rige por las decisiones de sus asociados". De todas maneras, importante es su advertencia : "El camino de la democracia es más promisorio que el de las armas para todas las tendencias políticas en general".
Cuál puede ser entonces el futuro de la izquierda democrática en Colombia ?
Una organización de izquierda, que programatica e institucionalmente no se construya, como sujeto político colectivo, al calor de la luchas sociales y de la movilización ciudadana, es una organización, que como izquierda no tiene futuro, es decir, en buena medida su democratización interna, aunque debe responder a una apuesta organizativa explícita, tiene como una de sus condiciones ese horizonte de construcción social. Ya se señalaron atrás las cuatro condiciones básicas para que la izquierda democrática pueda llegar a ser en Colombia una alternativa real de poder a escala nacional : un balance socialmente positivo de su actual experiencia de gobiernos locales y regionales ; su voluntad y realidad de construirse como organización democrática al calor de las luchas sociales ; su capacidad para generar organización comunitaria y ciudadana autónomas ; y su definitiva adscripción a una línea de ampliación y profundización de la democracia como Estrategia central de acción política.
(Hay de verdad unas nuevas posibilidades de ejercicio de la política en tácticas desarrolladas por sujetos como Navarro y otros miembros del polo democrático ?¿Hay diferencias con las viejas formas de hacer política ?¿Tiene el polo democrático un programa de gobierno y de poder cualitativamente diferente al planteado por sectores moderados de los partidos tradicionales ?¿Con este tipo de organizaciones se construye la denominada nueva izquierda ?

5. El Régimen político colombiano : Soluciones : entre las "Aguas tibias" (Centro-Derecha) y las Violencias.

En materia de las necesarias reformas estructurales de la sociedad, en Colombia todo se ha hecho a medias, curando los males sistémicos con paños de aguas tibias, quedándose siempre en los inicios de todo proceso social innovador, excepción quizás hecha de la legislación social donde ha habido avanzadas que se han quedado en los anaqueles ; como para confirmar así la función simbólica del derecho con su colección de representaciones colectivas asociadas a la idea de que se está siendo eficaz sobre un asunto importante porque en relación a él se ha dictado una abundante legislación. Y cuando en este país, nos lo ha recordado Hobsbaws, se ha pretendido ir, en materia de reformas sociales, más allá de las medias tintas, las macrocefálicas violencias provenientes ya del estado para reprimir ya del establecimiento para autodefenderse ya de las insurgencias armadas para aplazar, han hecho la más rápida presencia.
El histórico predominio en el régimen político colombiano de las fuerzas partidistas de Centro derecha constituye la más rica confirmación empírica del fenómeno. Excepción quizás hecha del primer gobierno de López Pumarejo cuando durante la Revolución en Marcha (1932-1936) el Partido liberal oficial tuvo una clara orientación coyuntural de Centro izquierda, nunca ese fenómeno se reeditó en las subsiguientes cinco décadas de historia del régimen político colombiano. Conviene recordar ahora cómo cuando López Pumarejo advino a un segundo gobierno (1942-1945), el partido liberal oficial ya se había reconfigurado para retrotraer al régimen político a su casi ’orden natural’ de Centro derecha. Y ya, en un nivel más general, cuando Gaitán buscó llevar al liberalismo más a la izquierda bajo una estrategia de poder en la que por vez primera en la historia colombiana, el pueblo, "los de abajo", la izquierda, se podría decir, eran protagónicos, "alguien" del establecimiento lo eliminó. A mediados de siglo, por otra parte, cuando Laureano Gómez intentó llevar al país a los límites de la derechización radical, una fracción de su propio partido no lo acompañó y se exasperó la violencia interpartidista y hasta hubo un golpe de Estado. Advino, entonces, el pacto frentenacionalista, que durante 20 años se movió, de un lado, entre el centro y la derecha, y, del otro, entre las aguas tibias del régimen político y las promesas de la insurgencia de sacar avante las indispensables reformas estructurales por la vía de las armas. En la década del 80, como ya se dijo, una izquierda mentalmente apenas medio desarmada, pretendió alistarle desde la institucionalidad un espacio democrático a las Farc para su conversión en partido político vía las negociaciones con el gobierno de Betancurt y no hubo entonces rincón del país donde a la Unión Patriótica no le cobrasen, con el asesinato casi masivo de sus militantes, la osadía de pretender transgredir los límites del Centro derecha no importa que fuese con una Organización institucional.
¿Podrá, entonces, ahora la emergente y embrionaria nueva izquierda sobrevivir con posibilidades de futuro democrático institucional ?

6. La nueva Izquierda en Colombia : Retos, Amenazas y Obstáculos.

El presente y el futuro del PDI, del FSP, del mismo MOIR, así como de otras organizaciones alternativas ligadas a importantes dinámicas sociales, dependerán de la capacidad de estos grupos para enfrentar y sortear un conjunto interconectado de retos, amenazas y obstáculos, que sobre ellos se ciernen intra y extrarégimen político. Es casi seguro que, en primer lugar y en buena medida, ni la izquierda clásica ni la insurgencia armada mirarán con buenos ojos redefiniciones en esa dirección ; y quizás ni a la extrema derecha armamentista ni al neoimperialismo de Bush, remontado sobre la estrategia terrorista de la guerra preventiva, les agradará. A la nueva derecha colombiana, en la actualidad más gobierno que partido político, interesante en teoría le puede resultar la opción, empeñada como se encuentra toda derecha alternativa en desembarazarse de las armas como metodología de acción política. Sin embargo, al haber optado en la coyuntura por resolver el conflicto armado afianzando la guerra, Uribe ha polarizado al país en materia de desenlaces bélicos. Según la última Encuesta de GALLUP, realizada la semana previa al referendo, si bien, el 70% de los colombianos seguían apoyando al Presidente como líder antiguerrilla, sin embargo, un sorprendente 48.5 de colombianos retornaba a opinar que se debía explorar algún tipo de acercamiento a las guerrillas. De todas maneras, en el marco de esa polarización, la nueva izquierda se verá en calzas prietas en su intención de crear condiciones objetivas y simbólicas propicias para un acercamiento entre el gobierno y los ilegales. La prudencia y el tacto en el manejo de los procesos de creación de esas condiciones, sin renunciar en ningún momento al esfuerzo por impulsar Acuerdos humanitarios muy inspirados en las lógicas del DIH, les permitirá manejar provocaciones provenientes del sector más guerrerista del establecimiento. Pero, el mayor reto de las nuevas fuerzas estará dado por su capacidad de levantar un Programa, que trascienda los límites del Centro Derecha para embarcarse en las necesarias e indispensables reformas estructurales requeridas por la nación colombiana. ; ha sido ésa la frontera cuyo traspaso ha desatado violencias de todo tipo en la historia del país. Entonces, he ahí el gran dilema de la embrionaria fuerza : o supervive limitándose a levantar y prometer y poner en acción un programa de medio modernización y medio democratización de la sociedad capitalista o, con realismo y haciendo las alianzas democráticas necesarias, traspasa los límites prohibidos del Centro derecha para enrutarse en el difícil y complejo y contradictorio proceso de construirse, en democracia y como democracia y al calor de las luchas sociales, comunitarias y ciudadanas, como organización de nueva izquierda.
Por otra parte, además de esos obstáculos que le dificultan a las fuerzas políticas del país transgredir las fronteras objetivas y simbólicas del Centro Derecha para pasar a la izquierda, existen otras notas propias de la Cultura política colombiana que explican la casi tendencia de los colombianos a pararse en las posiciones ideológicas y políticas de "aguas tibias". La nueva izquierda, ya se lo ha dicho, propicia la creación, en primer lugar, de nuevas estructuras sociales y de poder y, en segundo lugar, de una nueva institucionalidad o sistema de reglas de juego. A este respecto los colombianos culturalmente no gustan de reglas de juego formales ni muy precisas ni muy rígidas ni muy claras. Sobre este fenómeno me expresé así en mi último libro : "En sus prácticas sociales cotidianas, los colombianos, casi sin saberlo, parecen haber adquirido el derecho a residir, casi de modo simultáneo, en tres niveles distintos de realidad : el institucional, que constituye un referente normativo parcialmente importante, por cierto, para casi todos ; el parainstitucional,que es donde suele vivir la mayoría durante la mayor parte del día ; y el contrainstitucional armado, donde habitan algunos ora para el manejo de los grandes conflictos sociopolíticos ligados al ejercicio del poder político ora para sacar avante sus proyectos delincuenciales. Casi no hay operación acción u operación importante del ciudadano medio que no sufra, entonces, la presión coercitiva de modelos prescriptivos encontrados… Y de esa infernal pugna interprescriptiva, casi siempre sale triunfante lo parainstitucional, según los casos, bueno o malo, oportuno o inoportuno, pero casi siempre ilegal y eficaz. Es por esto por lo que, en la política práctica, los colombianos en general tienden a oponerse a poderes institucionales muy fuertes, a las dictaduras civiles y militares, por ejemplo. Prefieren, más bien, el "Centro político" y esto por la sencilla razón de que la acción de poderes y controles muy sólidos sobre su vida diaria, tenderían a contrarrestar la eficacia de los poderes fácticos, que regulan su cotidianidad". (20) La nueva izquierda no podrá escapar tampoco a esta nota característica de la cultura política del país.

NOtes :

1. 1. Citado por Alvaro Camacho, en, "Hobsbawn y Colombia", El Espectador, 28 de diciembre de 2003.
2. 2. Romero, Marco, "Sentido y Perspectivas de la Reforma política", Bogotá, noviembre 21 de 2003, en, www.espaciocritico.com
3. 3. Discurso de Angelino Garzón en su posesión como Gobernador del Valle en la Plazoleta de San Francisco el 1 de enero del 2004.
4. 4. Dialogo de la New Left Review con Pierre Bourdieu, www.newleftreview.net/NLR23501.shtml
5. 5. Vélez Ramírez, Humberto,"Lo constitucional, lo real y lo imaginario del Estado", Editorial Universidad del Valle, 1992, pgs.45-54
6. 6. Giddens, Anthony,"Beyond Right and Left", Polity Press, Cambridge, 1994
7. 7 ; Bobio, Norberto, "Derecha e Izquierda. Razones y Significado de una Distinción política",
8. 8 Hayeck, Fredric, tomo 2, "El Espejismo de la Justicia social, Unión Editorial, 1998.
9. 9 Caillé, Alain, "Comment Peut on etre anticapitalista ?, en : Revieu du Mauss Semestrielle. No. 9, 1997.
10. 10. Vélez, Humberto,"Economía neoinstitucional, Marx sin Marxismos e Imaginarios teóricos", CID, Universidad nacional DE Colombia, Bogotá, 2001.
11. 11. Castoriadis, Cornelius, "El Ascenso de la Insignificancia", Cátedra, Universidad de Valencia, pgs.41-52.
12. .12. Semprún, Jorge, La Mundialización como Proceso histórico", en : Humanizar la Globalización, op.cit.pgs.59-61.
13. 13 Entrevista a Enmnuel Todd , "El Poder ilimitado de Estados Unidos es ilusorio", en, Jornada Semanal, No 449, 12 de octubre de 2003.
14. 14 Caillé. Alain, op.cit.
15. 15 Zuleta, Estanislao, Sobre la Idealización en la vida personal y colectiva y otros Ensayos, Procultura, Bogotá, 1985.
16. 16 Pachano, Simón, "El desafío de la representación democrática", en, Revista Foro, Bogotá, No 46, dic.de 2002-enero de 2003, pgs.93-104.
17. 17 Touraine, Alain "Sociedad política, Democracia y responsabilidad individual", en, Humanizar la Globalización, (María Enma Mejía y David Roll, Editores), Instituto del Pensamiento liberal-Cerec, Bogotá, 1999, pgs, 133-141
18. 18 Baumant, Zygmuntm, Comunidad, Siglo XXI, Argentina, 2003.
19. 19 Restrepo, Javier Darío,"Entre Desertores y Usurpadores", El Colombiano, 13 de noviembre de 2003 ; Restrepo Potes, Jorge,"Jab de Izquierda", El Pais , 13 de diciembre de 2003 ; Uribe, Alfonso,"Catorce Meses perdidos", El Mundo, noviembre de 2003 ; Ramírez Martinez, Evelio, "La reciente Experiencia electoral", El Colombiano, 10 de noviembre de 2003 ; Buendía Gómez, Hernando, Semana, 9 de noviembre de 2003 ; Urbano Rodríguez, Miguel,"Una Reflexión sobre las dos Derrotas", noviembre de 2003, osdelgad@calustro.urosario.edu.co ; Vargas Alejo, "Las Fuerzss políticas : se reconfiguran ?, noviembre de 2003, osdelgad@claustro.urosario.edu.co ; D’Artagnan,"El bipartidismo:Presente y Futuro", El Tiempo, 26 de noviembre de 2003 ; Medellín, Pedro,"El Futuro de los Partidos", El Tiempo,25 de noviembre de 2003 ; Pizarro, Eduardo,"El Dilema del PDI,¿Partido moderno o Liderazgo caudillista ? ", El Tiempo, 23 de noviembre de 2003 ; "Lección de Humildad", Semana, 27 de octubre de 2003 ; Llano Angel, Hernando,"Atisbos políticos sobre el Referendo",octubre de 2003, osdelgad@cluastro.urosario.edu.co ; Acevedo, Rubén Darío,"Unas son de Cal y otras de Arena", 28 de octubre de 2003 ; Garzón, Luis,"El inmediato Futuro político", El Tiempo,28 de noviembre de 2002 ; Giraldo, Fernando, Entrevista de COLPRENSA, 2 de noviembre de 2003 ; Rueda, Maria Isabel,"Las Culpas de Uribe", Semana, 2 de noviembre de 2003 ; Roa, Hernando, "Análisis político", El Mundo,2 de noviembre de 2003 ; Círculo Caribe,"El Voto de Opinión y las Gentes", El Voto de Opinión a la Luz de Barranquilla, 2 de noviembre de 2003 ; Gaviria, José Obdulio, Entrevista de COLPRENSA, El Colombiano,2 de noviembre de 2003 ; Gòmez, Sonia, "La nueva Era de la Política", El Colombiano, 3 de noviembre de 2003 ; Mira Fernández, Hernán,"Unreward", El Colombiano, 4 de noviembre de 2004 ; Restrepo, Juan Camilo, "Para clausurar el Tema del Referendo", El Colombiano, 5 de noviembre de 2003 ; Sarmiento, Federico,"La Colombia de Uribe : Sorpresas electorales y Coyuntura politica", 6 de noviembre de 2002, osdelgad@clustro.urosario.edu.co ; López de la Roche, Fabio,"La Fractura del Unanimismo y sus Posibilidades", El Espectador, 6 de noviembre de 2003 ; García, Alejandro,"Sobre la Crisis de los Partidos y movimientos", El Mundo, 10 de diciembre de 2003 ; Medellín, Pedro, "El gran Dilema", El Tiempo,9 de diciembre de 2003 ; Vargas, Alejo,"Partidos políticos y Liderazgo", El Universal, 14 de diciembre de 2003.
20. 20 Vélez Ramírez, Humberto, Ciencias sociales y Guerra en Colombia", en prensa, Cali, 2003.

* Instituto de Educación y Pedagogía, Programa de Estudios Políticos y de Resolución de Conflictos, Universidad del Valle ; Presidente de ECOPAIS, Fundación Estado*Comunidad*País.

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