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28 octobre 2003

La influencia de Internet sobre la información, la democracia y la economía

 

Internet transforma los métodos tradicionales, jerarquizados y controlados, de difusión de la información. Los programas informáticos libres cuestionan el concepto de propiedad intelectual. Tantos ejemplos que ilustran la brecha abierta por las tecnologías informativas en el paisaje económico y político.

Por Véronique Kleck y Valérie Peugeot
Asociación Vecam

Texte en français

Desde 1989, el futuro está sin horizonte. Como si la salida de lo bipolar nos prohibía pensar otro futuro. Como si la humanidad había agotado su imaginario saliendo del binario. Como si la complejidad de un mundo multicultural y multipolar le impedía inventar formas renovadas de vivir y de producir juntas. Y con todo, en esta morosidad del pensamiento y la acción política, son las series de "0" y de "1" que nos invita a la audacia. La revolución informativa, una vez disipada la cortina de humo de la net-economía, toma colores. Colores que se deslizan tanto en nuestra vida política como económica. Desde más de diez años [1], fuimos algunos a soñar la democracia participativa como una respuesta a la crisis larval de nuestras democracias representativas. Con tanto éxitos que el término se ha usado erróneamente. Más allá de los efectos de moda, una auténtica transformación de nuestras democracias está tomando cuerpo. Sutilmente, contra vientos nacionalistas y mareas tranquilizadoras de seguridad.
Las señales del renacimiento democrático
La transparencia, piedra fundadora de la calidad democrática, se vuelve inevitable. En cinco años, las herramientas a disposición de los protagonistas públicos pasaron a ser de tal simplicidad técnica que los argumentos caen uno a uno cuando se trata de impedir de compartir la información. Compartir constituye hoy el valor democrático por excelencia y desestabiliza, en el mismo movimiento, el concepto de poder. Lo que está en juego hoy es como siempre lo cultural y lo político : nuestros políticos no deben apropiarse de las técnicas pero el uso. Sin esperar que este movimiento se haga del lado institucional, numerosos colectivos innovan "in situ" la transparencia. Por ejemplo el Bretaña Radiofaro [2], red de ciudadanos que establece una política de observación de las contaminaciones marítimas a través de un pagina web. O aún la asociación Medias-Cité que desarrolla una herramienta de fomento del territorio y gestión del acceso público en Aquitaine [3]. En la actualidad, cualquiera puede, real o virtualmente [4], compartir toda información de la cual es portador y crear un apetito colectivo para una información cada vez de más calidad. Lo que no prohíbe no obstante políticas públicas activas, al contrario. Los partidarios de los métodos tradicionales de difusión de la información (descendente, jerárquica, controlada) van a encontrarse poco a poco aislados. Asistimos a un método de cambio por el margen, inusual en nuestras sociedades occidentales dominadas por el método mayoritario. Que algunos ponen de manifiesto que "es posible", y ya es volverlo "real". El hecho de que Indymedia [5] existe seguro que no cambió el mundo de los medios de comunicación tradicionales. Pero pone de manifiesto que el poder de información puede cuestionarse y que, a escala planetaria y no solamente local [6] no estamos condenados a una información controlada por algunos grupos de información que responden a lo que está en juego a niveles económicos. Al final, la multiplicación de estos medios de comunicación en línea independiente no puede sino que trastornar la práctica de los medios de comunicación tradicionales.
Más allá de la transparencia, las tecnologías enriquecen el proceso democrático, en particular el espacio público. Es allí el interés de un paso de una sociedad de comunicación de masa (y en consecuencia unidireccional) a una sociedad de comunicación interactiva. Una ruptura que muchos tienen aún dificultades para asimilar, confundiendo información y comunicación, medios de comunicación y redes.
¿La difusión de los programas informáticos de auto publicación [7] no contribuye a transformar de manera radical la posición del individuo en el espacio público ? De consumidor de información, se convierte en creador de contenido. Cuando una Municipalidad [8] dedica a las asociaciones de su territorio espacios en su sitio web sobre los cuales tienen un control directo, sin enlace técnico o político, ella vuelve visible la riqueza de su vida asociativa y abre grande su espacio público. Esto que hace, es abandonar una parte del poder en el sentido tradicional del término - el del control sobre la información - pero ella se da los medios de un debate democrático de calidad. ¡En lugar de limitar el tiempo del debate al tiempo que dura la campaña electoral - y qué debate ! -, es volver a dar sus cartas de nobleza al proceso democrático, a la fase preliminar del voto. Es comenzar a salir del reducciónismo del método representativo, que solo nos autoriza esporádicamente a dejar el estatuto de espectador de la política para el de elector. Cuando los habitantes de una villa [9] crean su Diario en línea, cuando los jóvenes de un barrio desfavorecido de una gran ciudad lanzan su radio en línea [10], son los "sin voces" que hacen pie en el espacio público, ciudadanos que reconquistan una parcela fundamental de poder.

En una misma lógica, las últimas generaciones de herramientas se dirigen hacia la co-escritura, la verdadera inteligencia colectiva. Así estamos, desde un punto de vista tecnológico, que a la prehistoria. ¡Pero qué salto democrático, el día en que la redacción de una moción política de un partido o de un movimiento social no estará ya en las manos de algunos militantes aguerridos presentes a las tres de la mañana en una sala abandonada, pero coordinados simultáneamente in situ y en línea, con posibilidad de obrar recíprocamente entre los militantes de provincia y las personas menos entrenadas a esta clase de ejercicios ! hagamos atención a dos ilusiones : Estas herramientas no son nada por ellos mismos. No pueden desarrollarse sino responden a una aspiración democrática de fondo. De la misma manera que un presupuesto participativo tipo Porto Alegre [11]. El paso a una sociedad donde el conocimiento y el saber se vuelven una de las primer fuentes de riqueza implica consecuencias en cascada : el "trabajador" se convierte en tenedor de su herramienta de producción - su cerebro - que puede hacer funcionar a los horarios que le convienen, en el lugar que le conviene y con métodos de remuneración que no son que financieros (el reconocimiento por una comunidad, la contribución a un proceso de inteligencia colectiva). La relación patrón-empleado se encuentra completamente transformada. Las producciones que son cada vez más obras del espíritu, bajo forma numérica, por lo tanto inmateriales, la cuestión de su propiedad se transforma. Este es todo el desafío colocado en la primera línea por los programas informáticos libres, pero más generalmente es el cuestionamiento de la propiedad intelectual llevada por todo acto de creación, que sea artístico o no.
Los partidarios del programa informático libre hacen más que cuestionar, están verdaderamente en la alternativa. Su modelo económico se basa en un sistema mixto : financiación de la creación y subvención. En general, los productores informáticos al origen del proyecto soportan el costo del desarrollo inicial ; un conjunto de de usuarios potenciales dispersados en el mundo la mejora, siempre listos para dar su tiempo para poder beneficiar de una herramienta que responde a sus necesidades o para sentir simplemente el reconocimiento de sus pares. El objeto final - el programa informático -, puesto bajo licencia libre, como el GPL [12], pasa a ser de hecho un bien común de la humanidad en términos de uso [13]. Más allá de la propiedad, es el concepto mismo de capital que se evapora con esto.
En todo el sector de la creación numérica, una vez más incluida en sentido amplio, las necesidades de capital material - máquinas, herramientas - son próximas a la nada. La adquisición de un ordenador está casi al alcance de todo empresario. El centro de gravedad se desplaza entonces hacia el capital financiero - con los desastres que el se saben - y el capital humano. El circulo se cierra, hasta cierto punto : el "trabajador" no solamente puede renegociar el marco del trabajo productivo, pero se encuentra en posición de un capital.

Allí aún, estamos que al principio y nuestros medios de comunicación hacen sobre todo eco de lo que se podría calificar de "resistencias del sistema" : pleito contra Napster para impedir la libre circulación de música mediante el MP3 ; negativa de las administraciones a poner en versión libre los programas informáticos desarrollados con el dinero de los contribuyentes ; movidas de los grandes grupos de presión (lobbys) para defender la patentabilidad de los programas informáticos ; grandes pleitos en torno a la propiedad intelectual, etc. La controversia es feroz ya que es el fundamento de nuestros sistemas que se cuestiona. Eso no impide a los micro protagonistas de experimentar con obstinación. Una empresa como Easter-eggs [14], sociedad de servicios en programas informáticos libres, está a este respecto ejemplar. Constituida en modelo cooperativo - el capital, a monto mínimo, es tenido por una asociación cuyos asalariados son miembros -, la empresa se administra utilizando un sistema de votación (un asalariado = una voz) que confiere a cada asalariado el mismo peso en las elecciones de la empresa. Cruza así un modelo de economía solidario con una innovación democrática, basándose al mismo tiempo sobre herramientas cooperativas. Un objetivo reconocido : ¡hacer desaparecer el concepto de capital, en toda simplicidad ! Transversales siempre han reivindicado el término de "revolución informativa". Algunos pudieron ver en esta elección semántica una búsqueda de un efecto oratorio o una fascinación tecnológica. Comenzamos muy exactamente hoy a palpar el grosor y la fuerza de estas palabras.

La cita publica de la cumbre mundial de la sociedad de la información.

La actualidad internacional nos da la ocasión de ir más lejos en estos debates. En efecto en diciembre de 2003 se celebrará en Ginebra, Suiza, la Cumbre mundial de la sociedad de la información, cumbre que se prolongará en Túnez en 2005. Esta cumbre es una doble primera en la historia de las Naciones Unidas : es la primera vez que este tema se coloca al frente de las preocupaciones de las Naciones Unidas a tal escala ; es sobre todo la primera vez que una cumbre de la ONU es supuestamente llevada por un Secretariado tripartito, implicando al lado de los Gobiernos, una sección de la sociedad civil y una sección empresarial. El hecho de que este cambio de método esté vinculado a este tema y no a la cumbre de Johannesburgo por ejemplo, no es anodino. El campo de las tecnologías de la información constituye un espacio de experimentación por naturaleza : por que hay énfasis posible entre el fondo tratado - la sociedad de la información y la comunicación - y su método - salir de las lógicas de representatividad clásica -, la cumbre constituye una única ocasión de reconsiderar nuestros procesos democráticos en el espacio internacional. Aún es necesario tener una conciencia colectiva y una intención sincera. Los principios de la preparación de la cumbre no dejan predecir lo mejor : bloqueo de algunos Estados sobre la participación de la sociedad civil ; omnipresencia de las empresas doblemente inscritas en la cumbre, con carácter individual y a través de sus organizaciones colectivas ; todo tipo de definición sobre la sociedad civil, los elegidos políticos locales supuestos trabajar con las ONG, los universitarios o los parlamentarios ; ausencia de mecanismos de interacción entre el trabajo gubernamental y el trabajo de los otros protagonistas implicados ; celebraciones de reuniones intergubernamentales cerradas ; ausencia de medios materiales para permitir la participación de los protagonistas de la sociedad civil.

El consenso tácito

Realmente por el momento hemos vuelto al funcionamiento clásico de este tipo de manifestaciones, y cuyo reciente caricatura fue Johannesburgo : se consulta a los expertos, las cancillerías negocian, los Jefes de Estado declaran ante los medios de comunicación, las empresas se pagan muchos lobbyistas, las ONG expresan su descontento. Estos últimos van lógicamente ser conducidos a pensar lal contra-otra cumbre (que cuando se proceda será relegada ciertamente a otro edificio lo más lejos posible del lugar donde se reúnen los Gobiernos) y así podrán decir sin mentir que no fueron escuchadas.

Resumiendo todo va bien en la tierra de la democracia representativa, donde cada ocupa su lugar de poder y de contra-poder : los Gobiernos legítimamente elegidos deciden, las empresas económicamente pudientes influyen cada día poco más y a la sociedad civil pobre financieramente, pero rica en capacidad de movilización, crea una relación de fuerza.

Contrariamente a los prejuicios, este esquema no es defendido solamente por los protagonistas aparentemente dominante del sistema - Gobiernos y empresas -, pero es también de la misma manera por un gran número de ONG y asociaciones, que gritan bien fuerte que la "sociedad civil" no es consultada.

Realmente, lo que se juega allí, solo es ni cuanto más ni menos la invención de otro método democrático pensado para el espacio internacional y a la hora de la sociedad en redes. La idea de una renovación democrática por medio de formas de democracia participativa hace su camino en el medio local, pero la escena internacional no llega a inventarse las formas de su "dirigencia democrática". Los únicos esquemas propuestos como alternativa al intergubernamental puro son una proyección, o una translación en el espacio supranacional, de modelos inspirados del Estado-nación. ¿De la misma forma que los padres fundadores de Europa hicieron un formidable esfuerzo de imaginaria política para pensar las instituciones que iban a convertirse en la Unión Europea, no necesitamos nosotros hacer un mismo esfuerzo para inventar la democracia planetaria ?
Segur oque se ha visto florecer estos últimos años en distintos espacios el debate sobre la dirigencia, debate generalmente sesgado a su raíz desde el punto de vista de los protagonistas de la sociedad civil. Los ejemplos son numerosos de las "consultas" que son más que todo gesticulaciones mediáticas que un verdadero proceso de escucha recíproco.

Pero las reticencias legítimas en frente de esta palabra cargada históricamente se explican también por la complejidad de las cuestiones planteadas ; pone el dedo sobre una fuerte interrogación que cruza los debates de las colectividades locales, de las asociaciones, de los movimientos sociales actualmente. En efecto, numerosos son los protagonistas que denuncian, con mucha razón, nos parece, el retroceso del papel del Estado en favor del sector privado, la pérdida de poder público, en fin el retroceso del interés general en favor de los intereses económicos particulares. De allí, la imposibilidad de abrir lo que aparece rápidamente como la caja de Pandora, es decir, relativizar la legitimidad del Estado-nación en favor de otras fuentes de legitimidad. ¿Por ejemplo, cómo reclamar simultáneamente más servicio público para responder a las necesidades de la gente y promover una diversificación de las responsabilidades en la manera en que se piensan y se construyen estos mismos servicios públicos ? ¿Cómo pensar una democracia más participativa sin por ello por desnudar completamente una democracia representativa ya bien maltrecha ? Es a estas dificultades fundamentales, que se chocan bien numerosos protagonistas, quienes a querer tomarlo todo dan la prioridad a la elección de cuyos efectos son directamente mensurables en la vida de la gente. Se sabe bien medir el costo social de políticas ultra liberales (la historia se encargó de enseñárnoslo), pero no se evalúa o mal el costo colectivo de la inacción democrática internacional.

¿Cómo salir de este callejón sin salida ? En primer lugar, debemos recibir este debate a abrazos abiertos, no descuidarlo porque nos molesta. Si la conclusión debe ser una reafirmación del modelo poder-contra poder, asume el pura y simplemente, sin pretender a un otro modelo que la relación de fuerza polvoreada de diálogo.

Pero si no podemos aceptar que los Gobiernos, cada día un poco más desbordados por problemas de una complejidad única en la historia de la humanidad, confiándose a las simples leyes del mercado y la diplomacia belicosa, debemos inventar todos juntos los nuevos procedimientos democráticos.
Esto puede parecer bien lejos de la cumbre mundial de la sociedad de la información y por lo tanto estamos en medio del partido de lo que está en juego realmente y que debería constituir lo más importante del orden del día. Si las sociedades en redes son el vector de nuevas formas de organización del poder - en la empresa, en la institución, en la asociación - no leamos en eso el producto de las evoluciones tecnológicas pero descifremos allí las señales de una maduración de nuestras sociedades políticas. Dos primeros "índices" de la sociedad en redes nos confirman en esta intuición : Los conocimientos - una de las dimensiones estructurantes del poder - son difusos, circulables y compartibles. Los procesos creativos son cada vez más el fruto de gestiones cooperativas, el programa informático libre siendo el referente.

En la sociedad civil, consciente o inconscientemente, se asiste a un desplazamiento de los métodos de organización para integrar a la vez y para obtener el beneficio de estas transformaciones de la era informativa : posicionamiento de distintos movimientos en el campo de la nueva prueba pericial ciudadana, aparición de nuevas funciones militantes vinculadas a la producción y a la circulación de la información, uso masivo del TIC en el movimiento internacionales, organización de una reflexión colectiva e intercultural a escala internacional, movilización de los medios de comunicación para la apertura de espacios de diálogo inéditos entre protagonistas "adversarios", experimentaciones de nuevas formas democráticas locales.

Obtengamos el beneficio de estas experiencias para abordar de frente la cuestión democrática. Esperemos que los espacios de debate abiertos por algunas asociaciones (Vecam participa en el debate lanzado por I3C en Francia.) o por las ciudades (véase entre otros los encuentros de Bilbao y Lyon) permitirán avanzar sobre estos puntos.
El fracaso anunciado de la cumbre no es grave si utilizamos el proceso preparatorio de la cumbre para hacer una ocasión colectiva de abrir nuevos espacios al imaginario.

Notes :

Notes

[1Cf. Actes des premières rencontres de Parthenay, " Empresa, Ciudad, Europa, tres campos de accion para la democracia participativa ", marzo 1991.

[4Crear una pagina web es posible accesible a cuelquiera con pocas horas de formación o de autoformación. tampoco no hay que olvidar que todavia millones de personas no estan conectados a la red. Pero el util web, autorisa un accèso de todos a todo momento.

[6Esta es la gran diférencia con las médias tradicionales. Cf. por ejemplo www.samizdat.org

[7Cf. por ejemplo el producto libre SPIP http://www.uzine.net/rubrique91.html (como El Correo )

[8La Intetendencia del XIII° barrio, a Paris, habre un espacio en línea concebido segun este principio.

[9Cf. l’ONG Viva Rio : http://www.vivafavela.com.br

[10Cf. Ravalnet à Barcelone http://www.ravalnet.org

[11Porto Alegre desde hace mas de diez anos una expériencia de un budget elaborado, discutido et aproubado por los habitantes. Cf. por ejemplo : http://www.mondediplomatique.fr/200...] aplicado sobre una ciudad sin tradición participativa tiene más de artilugio que de ruptura política, estas herramientas tienen sentido que si sirven a un auténtico deseo de división de poder. Otra ilusión, la de una forma de positivismo democrático. Como lo mencionamos anteriormente, es la lógica del radicalismo que págale precio en este momento con la interacción tecnología - sociedad : la innovación desborda las resistencias. Pero no estamos ante un movimiento ineludible, lejos de eso. Corresponde a los militantes hacer un trabajo interno en sus partidos, asociaciones, municipios, para llevar a la práctica estas innovaciones tecno-democráticas. Y es el deber de los militantes de Internet, ciudadano y solidario, de crear en directo o empujar los investigadores y desarrolladores hacia la invención de herramientas que responden a estas aspiraciones democráticas.
Modelos productivos : mitos en curso de desaparición
La otra brecha abierta por las tecnologías de la información y la comunicación se sitúa en terreno económico. Noe s otra cosa nada menos que el trabajo, el capital y la propiedad que son en dificultad con la entrada en la era del numérico y de las redes [[Cf. O. Blondeau, " Genèse et subversion du capitalisme informationnel " et R. Barbrook, " L’économie du don high-tech " en los Chicos Libres del saber numérico, http://www.freescape.eu.org/libres-...

[12El termino de logiciels libres en el sentido de la Free Software Foundation France no hace referncia al precio, pero se refiere a las cuatro libertades siguientes : - la libertad de utilisar y/o de ejecutar un logiciel para cuelquier funcion ; - la libertad de examinar y/o de étsudiar como funciona el logiciel et de adaptarlo a sus propias necesidades(para esto elaccèso al codigo "source" es una condicion requisa) ; - la libertad de faire des copias para otros organismos ; - la libertad de améliorar el logiciel et de consagrar sus mejoras disponibles a el bien publico. http://www.april.org

[13Con respecto al derecho de propiedad clasica, si el usus (uso de la obra) se vuelve libre, el abusus (la disposicion, el derecho de destruir o de vender) resta a su créador et le fructus (el derecho que puede beneficiar la obra) es, segun el modelo, completamente gratuito o commerciasable por quien lo quiera.

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