Argentina tiene grandes posibilidades para incursionar con éxito en el mercado global de energía fotovoltaica, ya que cuenta con la materia prima -cuarzo- y la posibilidad de inyectarle valor agregado a precio competitivo, coincidieron especialistas del sector energético.
« El silicio grado solar es un material estratégico que permite que su poseedor, en este caso Argentina, tenga la manija de la industria fotovoltaica, porque tiene el precio y la disponibilidad de la materia prima », señaló a Télam el especialista Julio Bragagnolo.
« Argentina cuenta con una abundante disponibilidad de cuarzo, que se lo puede transformar en silicio grado metalúrgico y luego silicio grado solar, que tiene mucho mayor valor. Ese creo que es el proceso que debe darse en Argentina », dijo el director de la energética estadounidense One Solar Energy LLC.
Bragagnolo, quien participó esta semana en Buenos Aires del Clean Energy Congress, precisó que « el silicio de grado solar se vende en el mercado aproximadamente a 70 dólares por kilo, mientras que el grado metalúrgico se vende a solo 2 dólares por kilo ».
Enfatizó « sí podemos invertir una cantidad de dinero razonable para pasar de tener un producto que se vende a 2 dólares a otro que se vende a 70, es un negocio redondo ».
Al respecto dijo que « nuestra estimación -en relación a su empresa que quiere producir aquí- es que vamos a poder producir este silicio de grado solar probablemente por 10 dólares por kilo. »
Explicó que se trabaja en este tipo de proceso en Pensilvana, EEUU y que buscan socios argentinos para exportar « un producto con valor agregado que es el silicio de grado solar ».
El cuarzo es Silicio-Oxigeno2, y extrayéndole el oxígeno se transforma en silicio.
En San Juan hay una planta que hace silicio grado metalúrgico. A ese silicio que tiene 99 por ciento de pureza hay que transformarlo en otro silicio de grado solar que tiene 99,999 grado de pureza con un proceso nuevo.
Bragagnolo sostuvo que "esa es la oportunidad, eso es agregar tecnología a la gran cantidad de materias primas que tiene la Argentina".
En su opinión hay que estimular y trabajar para el mercado externo, porque « ningún país se desarrolló en este segmento trabajando sólo con el mercado interno ».
En Argentina « hay que trabajar para tratar de suplir energías, pero hay que exportar. El mercado interno para fotovoltaico va a ser mas pequeño, mientras que el mercado global es enorme », dijo el especialista.
Según este experto en energía fotovoltaica, « la ventaja es que es una energía limpia, no tiene parte móviles para ser generada, y goza de una amplia confiabilidad" Pero no todas son buenas, pues dijo que « la desventaja es que hoy la tecnología solar no da para competir con generación de energía eléctrica de base, por los altos precios ».
Si embargo minimizó ese inconveniente porque « de todos modos esta energía ya es competitiva si se la entrega en el punto de distribución » debido a que se ahorran costos de transporte y distribución) En cuanto a la habitual excusa, de que « los equipos solares son muy caros » dijo que « hay una verdad consistente, que es que el costo de los equipos solares bajan cuanto más productos se fabrican ».
La industria solar fotovoltaica que se genera a través de módulos solares esta aproximadamente unos cinco años atrás de la industria eólica.
Alemania y Japón son los países que más han desarrollado este tipo de energía. La industria proveedora por excelencia en este momento es China que aún no ha fomentado su mercado interno para absorber todo lo que produce y vende en Europa.
Sin embargo se espera que China tome este tipo de energía para generar su energía eléctrica en el corto plazo.
En el caso de Argentina, el Gobierno nacional inaugurará la primera planta de energía solar conectada a la red en Latinoamérica el 18 de abril próximo, en la provincia de San Juan.