Accueil > Les Cousins > Équateur > La economía ecuatoriana a las puertas del 2005
Por David Villamar*
La Insignia. Ecuador, 26 de diciembre del 2004.
A pocos días de que comience el año 2005, el Ecuador se prepara para conmemorar su primer quinquenio de dolarización. Este acontecimiento se "celebrará" en un entorno de profunda inestabilidad política y creciente incertidumbre en materia económica. Y es que el presidente-coronel Gutiérrez se ha mostrado más preocupado por hacer alardes de poder frente a sus opositores políticos que por cambiar el rumbo de la economía ecuatoriana.
Por un lado, el manejo económico del gobierno ha sido respaldado desde distintos sectores ortodoxos, conservadores y prudentes, que aplauden la austeridad fiscal y los logros de la dolarización en cuanto a estabilidad. Por otro lado, la creciente fragilidad del aparato productivo nacional aparece como prueba irrefutable de la ineficacia de las políticas gubernamentales.
¿Pero cuál es la verdad sobre la condición de la economía ecuatoriana ? ¿Va el país por buen camino o se trata acaso de un breve receso entre crisis y crisis ?
Por supuesto, no son preguntas que deban responderse a la ligera. Un examen riguroso de la economía ecuatoriana requerirá de un breve repaso a las secuelas de la crisis económica de 1999-2000. Como se conoce, a raíz de la crisis los ingresos de los sectores medios y de los sectores bajos del Ecuador fueron golpeados de diversas maneras.
Por el lado del congelamiento de los depósitos, la sociedad asumió los costos del salvataje bancario, así como de la incompetencia y corrupción de los banqueros ; por el lado de los recortes fiscales, (la sociedad) se hizo cargo de los costos del servicio de la deuda, de la inoperancia del aparato estatal y de la corrupción gubernamental. Otro tanto ocurrió luego de la macrodevaluación. Todo esto en un contexto de crecientes ajustes estructurales de corte neoliberal.
Por si fuera poco, la inestabilidad impedía reactivar la inversión ; además, las quiebras de pequeñas y medianas empresas provocaron una reducción del nivel de empleo de 46% de la población activa en 1998 a 29% en 1999. Por todo aquello, se fueron agotando las alternativas de supervivencia de la población de menores ingresos.
El deterioro de las condiciones de vida alcanzó dimensiones sin precedentes en la historia del país, que cada vez quedaba más rezagado del conjunto latinoamericano. En efecto, según cifras de la CEPAL, entre 1980 y 2001, el ingreso por habitante para Latinoamérica se incrementó en un promedio anual de 0,27%, en cambio, el Ecuador presentó un decrecimiento promedio de -0,44% anual. Del mismo modo, en 2001, mientras los países latinoamericanos habían logrado casi duplicar la capacidad adquisitiva por habitante en relación a 1980, en Ecuador ésta había caído en -15%.
Debido a la inestabilidad política, así como al deterioro de la economía, el gobierno enfrentó una dura crisis de credibilidad y confianza que dificultaba la superación de la crisis económica. Todo aquello desencadenó, entre otras cosas, dos acontecimientos que constituyeron la respuesta del gobierno y la población ecuatoriana ante la crisis, y que habrían de marcar el devenir económico del Ecuador en los años siguientes :
– por un lado, el gobierno optó por dolarizar oficialmente la economía, decisión con trasfondo político que fue presentada como la única forma de devolver la confianza a los agentes económicos y frenar la crisis de raíz.
– Por otro lado, la población dejó de creer en el país, dando así inicio a un proceso de emigración sin precedentes, que tomó la forma de una nueva estrategia familiar para luchar contra las secuelas de la crisis.
Pero debe tenerse en mente que en una pequeña economía abierta y dependiente como la ecuatoriana, la realidad no sólo está determinada por las decisiones de los agentes internos (como en este caso la política cambiaria o la migración), sino también por los sucesos en el exterior (como shocks externos y decisiones de agentes económicos extranjeros). Es así que a la dolarización y la migración, se han unido otras variables que en años recientes han sido determinantes para la economía del Ecuador. Entre ellas, el recrudecimiento de los ajustes neoliberales (cercanamente vigilados por el FMI), la permanente elevación de los precios del crudo, el repentino -y probablemente transitorio- flujo de capitales del exterior, entre otros.
Ahora bien, con el fin de eludir el tedio de una innecesaria descripción cronológica, en lo siguiente se evitará presentar uno a uno los acontecimientos económicos de los años posteriores a la crisis, y se mostrará más bien un panorama general de la actual situación ecuatoriana, resultado de la interacción de las variables antes mencionadas.
Debe decirse que con la dolarización se frenaron algunos problemas de la crisis como el riesgo cambiario. Asimismo, se logró reducir la inflación, aunque menos rápido de lo que se auguraba : ésta pasó de 91% en 2000 a 9,4% en 2002, y para el 2004 se espera una inflación anual inferior al 3%
El índice de riesgo-país, que había llegado a más de 4.500 puntos a mediados del 2000, se redujo paulatinamente hasta alcanzar en la actualidad niveles cercanos a 800 puntos
Esto ayudó ligeramente a controlar el peso de los intereses de la deuda externa, que son más grandes mientras mayor es el riesgo-país. Gracias a la estabilidad alcanzada, en especial con la eliminación del riesgo cambiario y la reducción del riesgo-país, el Ecuador ha logrado un nivel nunca antes registrado de acceso al mercado financiero internacional. Entre el 2000 y el 2003, el nivel de crédito externo privado se duplicó, al pasar de 2.500 millones de dólares a más de 5.000 millones, frente a una cartera doméstica de créditos inferior a 4.000 millones
El conjunto de elementos positivos mencionados habría permitido incrementar el flujo de inversión extranjera, que pasó de 720 millones en 2000 a 1.330 millones en 2001, y 1.200 millones en 2002 por la construcción del OCP. En 2003, ésta superó los 1.400 millones de dólares.
En términos neoliberales, las cifras examinadas revelan un manejo económico eficiente y adecuado. Son de hecho el único lado de la realidad exhibida por el gobierno del coronel Gutiérrez. Por supuesto, el gobierno suele añadir a su discurso que, además de estas mejoras en el campo macroeconómico, también se han logrado importantes avances en lo referente a pobreza. En efecto, según diversas estimaciones, la pobreza urbana habría pasado de más del 70% durante la crisis, a cerca del 50% en la actualidad. Pero observando más de cerca este ejemplo de economía neoliberal, se percibe una realidad muy distinta.
En primer lugar, se puede observar que la estabilidad lograda principalmente se manifiesta en la variable de precios (baja inflación). Sin embargo, la consecución de esta meta se dio de forma muy lenta y luego de un periodo de fuerte inflación en dólares, que resultó en un encarecimiento sin precedentes de la producción ecuatoriana. En segundo lugar, debe tenerse en mente que la reducción del Riesgo-País no es en sí misma un éxito, pues este índice tan sólo mide la percepción de los acreedores internacionales sobre el sostenimiento de los pagos de la deuda, mismo que está sujeto al visto bueno del Fondo Monetario Internacional.
En otras palabras, se trata de un indicador que refleja el nivel de obediencia de un gobierno ante las recomendaciones del FMI. Por otra parte, debe señalarse que tras la falacia del acceso al mercado financiero internacional se esconde una profunda restricción del crédito a los pequeños y medianos productores.
Asimismo, es importante indicar que si bien las cifras de inversión extranjera se han mantenido en el tiempo, su composición ha cambiado sustancialmente. Mientras en 2001 y 2002 el grueso de la inversión provenía de EE.UU. y Canadá y se orientaba principalmente al sector petrolero (justamente para la construcción del OCP), en 2003 casi la mitad de la inversión extranjera provino de las Islas Caimán... Por último, es necesario señalar que la reducción de la pobreza está mucho más vinculada al envío de remesas de los emigrantes que al propio esquema de dolarización.
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– Este texto sintetiza parte de las reflexiones del Informe de Coyuntura 2004 del ILDIS, que circulará en enero del 2005.
(*) Economista. Estudiante de Maestría de Economía de FLACSO-Ecuador (2003-2005). Estudiante becario de maestría en Internacional Political Economy de la Universidad de Tsukuba, de Tokio (2005-2007).
Investigador de temas de migración y coyuntura económica.
Dirección electrónica : villamardavid@yahoo.com.mx