Accueil > Les Cousins > Mexique > La continuidad de la resistencia y de los movimientos sociales
par
Toutes les versions de cet article : [Español] [français]
La lucha contra la imposición de un gobierno nacido del fraude asume ya otro carácter al haber sido prácticamente abandonada por López Obrador y MORENA, que, en el marco de la crisis y del sistema fraudulento y represivo, concentran todos sus esfuerzos en dar vida a un PRD bis. MORENA, al aceptar el sistema capitalista y el régimen político corrupto mexicano como su campo natural de acción, está condenado de antemano al fracaso pues no se puede reformar lo irreformable y reconstruir un Estado real a partir de un semiEstado, o sea, de los escombros del Estado que se disputan la oligarquía con el capital financiero internacional y esa parte dinámica del mismo que es el narcocapital.
Los movimientos sociales, por los derechos de los trabajadores y los derechos políticos de todos los mexicanos, como la resistencia de los sindicatos clasistas y combativos contra los despidos de electricistas y contra las modificaciones reaccionarias a la Ley Federal del Trabajo, se encuentran hoy ante la necesidad de de readecuar sus lucha y sus objetivos , al igual que los que, como Yo soy 132, insurgieron contra el fraude y la ilegalidad prepotente. La continuidad pasa ahora por una superación (por el mantenimiento de lo esencial y el cambio de objetivos y métodos) de una acción política de masa. Ella debe afinar su puntería y elevar su nivel político explícito a partir de los niveles más altos alcanzados hasta este momento y debe unir a todos los que resisten y, particularmente, a quienes luchan por transformar en una contraofensiva social la lucha defensiva o la protesta actual.
La crisis de Estados Unidos –económica, política, moral- se profundizará y, por consiguiente, México vivirá intensamente los reflejos de la misma debido a su total dependencia de un país imperialista en declinación al cual vende nueve décimos de su producción y del cual importa la mayor parte de sus alimentos y bienes indispensables.
Eso pondrá en primer plano de la vida nacional a los que sean capaces de tener audacia y de innovar y castigará a los supuestos « realistas » que asumen la actitud utópica de intentar resucitar el México nacionalista distribucionista de Echeverría-López Portillo bajo un gobierno de gangsters para colmo dependiente del capital financiero internacional, delincuentes que esperan salir de Los Pinos para pasar, como Salinas o Zedillo, directamente a los consejos de administración de las grandes transnacionales que explotan a México.
Yo soy 132, que se declaró movimiento político no partidista (y hasta antipartidista, en repudio a la miseria del sistema de partidos mexicanos), ha expresado muy bien y muy valientemente la preocupación, la conciencia, la creatividad y el hartazgo de un vasto sector de los universitarios y de las clases media y media alta. Pero su objetivo- impedir la llegada fraudulenta de Peña Nieto al poder- no fue alcanzado y sus movilizaciones no bastaron para arrastrar a MORENA para que rompiera con los frenos y limitaciones de sus dirigentes, los cuales privilegiaron el terreno de la disputa electoral en vez de buscar en las plazas y calles la modificación de la relación de fuerzas entre las clases. La lucha sindical, al mismo tiempo, por sí sola no pudo tampoco imponer sus objetivos sindicales y legales.
Por otra parte, los trabajadores echados de su puesto de trabajo no pueden parar sus respectivas industrias aunque pesen como ciudadanos airados y movilizados. Y los estudiantes, por definición, tienen como perspectiva pasar unos pocos años en las casas de estudio y, en su calidad efímera de alumnos que tarde o temprano se recibirán, sólo pueden dar continuidad a lo logrado con su maduración y sus movilizaciones dándoles nuevos objetivos y centros de lucha a quienes vendrán detrás.
Eso plantea mantener el repudio a un gobierno ilegítimo del PRI, sucesor de un gobierno ilegítimo del PAN, pero renovar los objetivos políticos generales pasando a la lucha contra la injusticia, las desigualdades, la represión, los asesinatos de Estado, la política antisindical al servicio de las grandes empresas… Simultáneamente, requiere explicar todos los días a los trabajadores y al pueblo en general y, particularmente, a los simpatizantes de MORENA qué pasa en el mundo y en el país y qué se puede hacer, para reducir la hegemonía cultural capitalista y el peso de la dominación política capitalista sobre sus víctimas y politizarlas, enriquecerlas culturalmente, organizarlas, independizarlas de sus opresores y de los órganos de éstos (como los partidos que aceptan el régimen).
De una campaña de autoorganización utilizando las redes sociales se debería pasar a una discusión democrática y pluralista, en ellas y en medios de masas (volantes, periódicos, radios comunitarios) del programa de transformación anticapitalista que necesita el país. O sea, no sólo oponerse a las políticas del gobierno del gran capital sino también adoptar una actitud positiva y propositiva dando los argumentos básicos por los cuales es posible resolver el problema del campo y, por consiguiente, es posible reducir la emigración, mantener los consumos y mejorar la alimentación, es necesario preservar los bienes comunes como propiedad de la nación impidiendo su privatización y utilizándolos para resolver las necesidad sociales, no para obtener lucro para unos pocos.
Educar y organizar independientemente a las mayorías contra las minorías explotadoras y su prepotencia y violencia es la tarea principal que deben enfrentar tanto la Organización Política de los Trabajadores (OPT) resultante de la unidad entre el SME y otros sindicatos y organizaciones de la izquierda de México como las organizaciones estudiantiles integrantes de Yo Soy 132. Es urgente e indispensable dar vida a una gran movilización política, pluralista y no partidaria, para difundir y dar forma concreta a una alternativa programática anticapitalista.
– Guillermo Almeyra para la Jornada de México.
La Jornada. México, 18 de noviembre de 2012.
* Guillermo Almeyra Historiador, investigador y periodista. Doctor en Ciencias Políticas (Univ. París VIII), profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco, de México, profesor de Política Contemporánea de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.Campo de investigación : movimientos sociales, mundialización. Periodista por La Jornada de México.