Portada del sitio > Los Primos > Bolivia > La constituyente elude los temas de fondo y avanza en Bolivia.
Sin tocar los temas conflictivos, que son los que definirán si recupera su carácter progresista o si queda anulada bajo el veto de la oligarquía, la Asamblea Constituyente de Bolivia avanza en la lenta aprobación de un reglamento interno de debates.
Por la redacción de Econoticiasbolivia.com
La Paz, 4 de octubre de 2006.-
Ayer, en la ciudad de Sucre, los asambleístas de la gubernamental izquierda indigenista del Movimiento al Socialismo (MAS), con el apoyo de grupos menores de izquierda y en alianza con la derechista Unidad Nacional (UN) del millonario Samuel Doria Medina y el neoliberal Movimiento nacionalista Revolucionario (MNR) del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, dieron su respaldo a 11 nuevos artículos de los 104 del reglamento.
La sesión se realizó después de que en horas de la mañana, la directiva logró consensuar con los jefes de bancada la aprobación del texto de los once artículos relacionados con el funcionamiento de la Asamblea, así como las atribuciones, funciones y derechos de sus miembros y de la misma directiva.
El jefe de bancada de la ultraderechista Podemos, Rubén Darío Cuéllar, dijo que su bancada, que defiende los intereses de la oligarquía petrolatifundista, se abstendría en la votación mientras el plenario no revise la aprobación del primer artículo del reglamento, al que siguen considerándolo al margen de la ley.
La mayoría de los once artículos fueron aprobados este martes con una media de 165 votos a favor, dos votos en contra y las sesenta abstenciones de Podemos.
Los partidos con representación en la Asamblea han dejado para después el tratamiento de los temas más conflictivos del reglamento, entre ellos la modalidad del sistema de votación, que sigue empantanado en las fórmulas de dos tercios y de la mayoría absoluta, el primero defendido por la oligarquía porque les otorga un poder de veto en la redacción de la nueva Constitución Política del Estado y el segundo por el MAS que quiere anular ese privilegio que le entregó a la oposición en la ley de convocatoria a la Constituyente.
La aprobación de los 11 artículos se dio en un ambiente de distensión propiciada por el retorno del constituyente Román Loayza, el jefe de la fracción campesina del MAS y que hasta ahora impulsaba la línea "dura" del partido gobernante para romper el acuerdo con la oligarquía.
Sin embargo, este martes, Loayza, que había quedado en estado de coma hace más de un mes al sufrir una caída en una tumultosa sesión de la Asamblea, apareció muy conciliador, mereciendo el aplauso de todos los asambleístas.
"Estoy volviendo con más fuerza, pero con fuerza de cariño, con fuerza de amor, con fuerza de respeto". Aseguró que ya no tenía enemigos. "Todos somos amigos y, como amigos, nos tenemos que tratar. Yo pensaba, ¿qué he hecho mal, por qué me ha castigado Dios? De repente es una prueba, de repente a algunos les he fallado. Perdóname Dios", dijo.
Posteriormente los constituyentes se abrazaron y procedieron a aprobar los artículos que no son conflictivos del Reglamento. Para hoy está previsto que continúen con esta tarea, postergando el análisis de los temas más sensibles y que han propiciado el enfrentamiento entre la oligarquía y la gobernante izquierda indigenista.
Hasta ahora, la aprobación del primer artículo del Reglamento, declarando a la Asamblea como originaria y por encima de los poderes constituidos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), motivó una declaratoria de desacato y rechazo por parte de prefectos y comités cívicos que controlan cuatro de las nueves regiones del país y que han logrado arrastrar al conjunto del pueblo detrás de sus intereses y consignas, al enarbolar la bandera de la autonomía regional.
Este rechazo se fortaleció en las últimas horas con la declaración del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Héctor Sandoval, quien dijo que el carácter originario de la Asamblea Constituyente carece de legalidad y que los artículos de la nueva Constitución Política del Estado no pueden ser aprobados por mayoría absoluta, tal como pide el partido en función de gobierno.
"La Asamblea no es originaria porque deriva del mandado de la Constitución Política del Estado y del mandato de la Ley de Convocatoria", dijo el presidente del Tribunal Supremo. Señaló asimismo, que la Constitución es clara y terminante en su artículo 232, al igual que la Ley de Convocatoria, cuando establece que la modificación de la Carta Magna necesita dos tercios para aprobar un nuevo proyecto, agregó en franco respaldo a los sectores empresariales y de derecha.