Accueil > Empire et Résistance > "La Globalizacion debe tener rostro humano" : Rigoberta Menchú
La Premio Nóbel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, llamó hoy a imprimirle un rostro humano a la globalización incluyendo en ese proceso la justicia, la solidaridad y la tolerancia para contrarrestar la desigualdad y la exclusión.
En un extenso artículo difundido aquí, la dirigente indígena guatemalteca señaló que el mundo ha sido testigo de la globalización de los capitales y de las comunicaciones, tomando en cuenta únicamente los intereses de las grandes transnacionales, refirió un reportaje la agencia Prensa Latina.
Quienes quieren dirigir unilateralmente ese proceso se han ocupado de abrir para sus productos los mercados de los países productores de materias primas, pero vedándoles el acceso a muchas de sus mercancías, comentó Menchú, quien vive exiliada en México.
Agregó que los grandes centros de poder ponen obstáculos al movimiento migratorio con el pretexto de la seguridad y ahora han hecho de la guerra su motor económico.
La seguridad, subrayó, no puede continuar siendo el pretexto para la agresión, ni la guerra puede continuar siendo la locomotora de la economía. La Guerra del Golfo de hace más de una década lo demuestra, acotó.
Sentenció que tampoco el libre comercio y la mano cada vez más visible de un mercado abierto para unos y cerrado para la mayoría pueden continuar destruyendo las economías, y una prueba son los fraudes contables de las más grandes compañías del mundo.
Esos hechos -prosiguió- han demostrado que la mano invisible del mercado ha minado la confianza de los ciudadanos no sólo en esas mismas empresas sino en los controles estatales. Recordó que hace poco más de dos años los líderes mundiales expresaron su compromiso de reducir a la mitad los 800 millones de personas hambrientas para 2015, pero ’la FAO ya advirtió que al ritmo que vamos y con 25 mil muertos de hambre al día, esta meta no se alcanzará ni en los próximos 100 años’.
Tras alertar que el Cuerno de Africa está a las puertas de otra catástrofe humanitaria, con peligro para la vida de 10 millones de personas, denunció que las fronteras se han vuelto permeables para el gran capital, pero no para la gente.
Este injusto orden internacional impuesto a más de cuatro quintas partes de la población mundial ocasiona una movilidad transfronteriza nunca antes vista, añadió, para luego precisar que ese fenómeno representa el segundo rubro en número de transferencias internacionales de divisas, después del petróleo.
Deploró igualmente que los derechos de los inmigrantes sean atropellados por políticas de los Estados y de las mafias transnacionales que lucran con el tráfico, servidumbre, esclavitud y hasta con el asesinato de seres humanos.
En América Latina, advirtió, se ven los efectos devastadores de la desestabilización económica y política de unas democracias frágiles a manos de las determinaciones de los organismos financieros internacionales.
Según Menchú, para que la globalización tenga un verdadero rostro humano se requiere de una reforma que rompa la exclusividad que hasta ahora han tenido los representantes gubernamentales, indicó.
Agregó que éstos se han convertido ’en mandatarios de los intereses de las grandes corporaciones empresariales, las mafias corporativas y los intereses supranacionales’. La capacidad de contribución y la independencia de los pueblos, iniciativas ciudadanas, organizaciones civiles y movimientos sociales, reclaman que su compromiso se traduzca en reconocimiento y corresponsabilidad en las grandes decisiones que tengan que ver con la paz, la justicia, el desarrollo y la democracia, concluyó.