Accueil > Notre Amérique > Terrorisme d’Etat > Argentine > Juicio de la dictadura argentina en JujuyTestimonio de Martina « Joko » Chávez
par
Toutes les versions de cet article : [Español] [français]
En estos días se celebra en Jujuy un segundo juicio por crímenes de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos cometidas en la provincia durante la dictadura cívico-militar argentina. Se refiere a las víctimas del centro de detención y Villa Gorriti preocupación desapariciones incluyen Dominga Alvarez de Scurta y de Osvaldo Giribaldi, Jaime Lara Torres , Alicia María del Valle Ranzoni , Juana Francisca Torres Cabrera , Pedro Eduardo Torres Cabrera y Jorge Turk Llapur, todos, acontecidas en 1976 , fueron transferidos el centro de detención Villa Gorriti y permanecen desaparecidos desde entonces.
Entre los acusados están Carlos Ortiz, Ricardo Ortiz , Mario Gutiérrez, Herminio Zárate y César Díaz que hacían parte de los grupos policiales que operan en el centro, y Antonio Vargas, un ex oficial del ejército e interventor del servicio penitenciario provincial, el ex general Luciano Benjamín Menéndez, que era la máxima autoridad del 3er Cuerpo del Ejército, acusado en muchos juicios en Argentina .
Martina Chávez – « Joko » - que estuvo detenida en la Villa Gorriti ydespués en Villa Devoto entre 1975 y 1980, atestiguará en el juicio este 31 de octubre de 2013. Este es su testimonio sobre un sistema penitenciario hecho para aniquilar y destruir, física y psicológicamente – a los prisioneros y sobre complicidad del Obispo de la Iglesia Católica de la Provincia de Jujuy. El Correo.
Por Martina Chávez
2013.
A lo largo de este relato se planteó un problema relacionado con la memoria, mi propia memoria. El encierro que padecí en aquella época dejó sus secuelas y me fue imposible traducir en fechas eventos de gran importancia como lo que fueron nuestros traslados sucesivos o hechos cotidianos del encierro. La parte sobre mi detención no integra este testimonio ; es parte de otro capítulo, que estoy redactando. Cuando llegué al exilio asumí mi responsabilidad de presa política, de militante y di mi testimonio. Hoy me doy cuenta de que lo hice como si se hubiera tratado de otra persona y no de mí, para evitar el sufrimiento, ya que se trataba de la urgencia de salvar vidas. Al escribir hoy de nuevo este texto me doy cuenta de que lo hice con mucho sufrimiento. Esto va dedicado a todas en nombre de lo que compartimos y seguimos compartiendo a pesar de la distancia y del tiempo transcurrido.
Me detienen el 16 de marzo de 1975, pero no estoy segura de la fecha ya que pasé por varias idas y venidas de una cárcel a la otra : Gendarmería de Ledesma, Policía de San Pedro, Departamento Central de Policía de San Salvador de Jujuy, para los interrogatorios. Al final me trasladan a la cárcel del Buen Pastor, entre el 22 y el 25 de marzo. Ésta está situada casi en pleno centro de la capital de San Salvador de Jujuy. Cuando llego detenida ya se encontraban allí varias compañeras, entre ellas : Sara Murad, Gladis Artunduaga, Dora Rebecchi de Weisz, Soledad López, Mercedes Zalazar, Ninfa Hochkofler y llegará más tarde Ana María Martínez. Compartíamos esa cárcel con las presas sociales [2], con las cuales llegamos a tejer una buena relación de convivencia. Además de decirles que las monjas abusaban de ellas, ya que las explotaban, haciéndolas trabajar desde las 6 de la mañana hasta tarde en la noche. Nunca supe quién sacaba provecho de esa situación. Seguramente los mismos que habían ordenado nuestra detención.
En cuanto a nosotras, estábamos (...)
Leer el texto completo en adjunto :
El Correo. París, 18 de octubre de 2013.
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Basada en una obra en www.elcorreo.eu.org.
[1] Marina Vilte, es una reconocida sindicalista del gremio de CETERA, es liberada y la hacen desaparecer meses mas tarde.
[2] Elegí esta forma para referirme a ellas ya que considero que son el fruto de las injusticias sociales en nuestro país. Presa común me suena peyorativo.