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Treinta desaparecidos
El 27 de julio de 1977, las penumbras ganaron los pueblos, sucesivos apagones fueron preparando el escenario para que grupos de tareas del Ejército en los furgones del Ingenio Ledesma se llevaran a cerca de 400 personas de Calilegua y Ledesma. La mayoría fueron obreros, pero también hubo estudiantes y vecinos, entre ellos el ex intendente de Ledesma, Luis Arédez, el esposo de Olga, que continúa desaparecido junto con otros treinta secuestrados aquella temible « Noche de los Apagones ».
En el acto que se realizó en la plaza central se leyó ayer una carta de Adriana, hija de Olga, que vive en Catamarca y no pudo llegar esta vez. Su texto sintetizó el contenido de los discursos : « Te acuso empresa Ledesma por la desaparición de mi padre y por los desaparecidos de Libertador General San Martín porque pusiste las camionetas donde se los llevaron, te acuso por los treinta mil desaparecidos de todo el país porque pusiste plata para el golpe y te acuso por la muerte de mi madre porque envenenaste el aire con prácticas irresponsables de explotación ».
¿CUANDO COMENZO EL TERROR DEL 24 DE MARZO DE 1976 ?
Por Adolfo Pérez Esquivel*
La Fogata, 24 de marzo del 2004
Toda sociedad está sujeta a cambios debido a la dinámica que vive, tanto a nivel mundial como en los acontecimientos locales. Han transcurrido 28 años desde el golpe militar instaurado en la Argentina ; una de las dictaduras más sangrientas de toda su historia.
Debemos hacer memoria, que no es pasado, sino presente, que tiene una fuerte carga emotiva, social, política y sobre todo ética, que busca la Verdad y la Justicia, la reparación que la sociedad debe a miles de víctimas del terrorismo de Estado. ¿Cuándo comenzó el 24 de marzo de 1976 ?-¿ Cuáles fueron las motivaciones para el golpe de Estado y quienes fueron los cómplices abiertos y encubiertos para provocar el baño de sangre y terror que vivió el país ?
Nunca las fuerzas armadas pueden dar un golpe de Estado solos, necesitaron del apoyo y la complicidad de sectores civiles, de empresarios, de sectores de la iglesia, de su silencio también cómplice y del apoyo exterior.
No podemos olvidar que más de 80 mil militares de toda América Latina, fueron formados en la Escuela de las Américas en Panamá y en las Academias Militares de Estados Unidos fueron quienes aplicaron la Doctrina de la Seguridad Nacional, y el Operativo Cóndor, esa internacional del terror que extendió sus tentáculos hacia Europa y Estados Unidos para cobrar sus víctimas.
Recién después de 28 años, se puede vislumbrar una esperanza que permita ir cicatrizando las heridas de la sociedad. El actual gobierno que preside el presidente Kirchner está dando pasos significativos en la política de derechos humanos, en restablecer la justicia, superando la impunidad jurídica que gobiernos que le precedieron trataron de ocultar detrás de leyes injustas e inmorales, como también beneficiando con los indultos a los responsables de graves violaciones de los derechos humanos.
Uno de los hechos más elocuentes y significativos a la memoria del pueblo, es la expropiación de la ESMA, Escuela de Mecánica de la Armada, que durante la dictadura militar, fue un centro de torturas y campo de concentración, donde pasaron cerca de cinco mil prisioneros, en el que se apropiaron de niños y se aplicó la siniestra metodología del secuestro y desaparición de personas. La escuela del terror será transformada en el Museo de la Memoria para las generaciones presentes y futuras y para que Nunca Más vuelva a suceder a nuestro país, como a ningún pueblo del mundo.
Las fuerzas armadas cargan con la responsabilidad de ser los brazos ejecutores de la barbarie desatada contra el pueblo. Los cerebros del plan siniestro aplicado en Argentina y toda América Latina, las transformaron en tropas de ocupación del propio pueblo y alteraron su verdadera función : la de estar al servicio del pueblo y ser defensores de la soberanía y la libertad. Apuntaron a imponer un modelo político, económico, cultural basado en la Doctrina de la Seguridad Nacional, impuesta desde Washington con alto costo en vidas y la destrucción de la capacidad productiva del país, beneficiando a grandes empresas que se enriquecieron, varias de ellas transnacionales, como Ford y Mercedes Benz, responsables de entregar a sus trabajadores en manos de los represores y mantener en sus plantas fabriles destacamentos militares.
Está la empresa Ledesma, en Jujuy, de los Blaquier, que en la ’Noche de los Apagones’ utilizó los camiones de la empresa para secuestrar y hacer desaparecer a personas que consideraban contrarias a sus intereses. Es el caso del secuestro y desaparición del doctor Aredez, un médico dedicado a la atención de los sectores sociales más desprotegidos. Hasta el día de hoy es depredadora y daña la vida de la población, sin ningún tipo de control sobre el bagazo de la caña de azúcar que, al aire libre, contamina el medio ambiente y provoca cáncer a las personas. Esta empresa continúa gozando de la más absoluta impunidad.
Muchas otras empresas fueron beneficiadas por la dictadura militar. Una larga lista de empresas logran pasar sus deudas privadas como deudas del Estado. Hoy, el pueblo debe pagar aquello que nunca les llegó, y así creció la perversa ’Deuda Externa’, a la que denomino la ’Deuda Eterna’ : impagable inmoral, injusta. Entre las empresas beneficiadas por la dictadura militar figuran (los montos que se señalan corresponden a millones de dólares) :
– City Bank - 213 ;
– Cogasco S.A. -1348 ;
– Banco de Londres -135 ;
– Sevel -124 ;
– IBM - 109 ;
– Ford - 80 ;
– Loma Negra -62 ;
– Chase Manhattan Bank - 61 ;
– Bank of América - 59 ;
– Esso - 55 ;
– Fiat - 51 ;
– Mercedes Benz - 92 ;
– Banco Ganadero -157 ;
– Deutsche Bank - 90 ;
– Industrias Metalúrgicas Pescarmona - 89.
¿Cómo y por qué, se benefició a estas y muchas otras empresas a espaldas del pueblo ?
El Juez Ballestero señala que : ’...el Poder Judicial de la Nación, en cumplimiento de sus facultades constitucionales, ha establecido en la causa ’Olmos Alejandro s/denuncia’ la completa ilegitimidad de los beneficios económicos que recibieron las empresas mencionadas a expensas del Pueblo Argentino, por medio de una serie de maniobras planificadas y ejecutadas por quienes usurparon los poderes del Estado (o el gobierno de la Nación) el 24 de marzo de 1976.
Vuelvo a insistir, los militares no estaban solos, recibieron el apoyo de sectores políticos que fueron a conspirar en los cuarteles para que los militares salgan a reprimir al pueblo. Las oligarquías nacionales buscaron sus propios beneficios, sin interesarles la vida del pueblo. Aquellos que buscaron justificar la política de los ’dos demonios’ y que ’aquí hubo una guerra’. Los de afuera, los que mandan, que buscaron y buscan imponer sus políticas de dominación e intereses políticos y económicos y para quienes el pueblos les resulta un estorbo. Aquellos que sin medir las consecuencias buscaron apropiarse de los recursos del país, del patrimonio del pueblo, generando más hambre y exclusión social, mediante las privatizaciones.
En 1969, durante la dictadura del general Onganía, comenzó la destrucción de los centros de investigación científica de la Universidad Nacional de Buenos Aires y la persecución a los científicos, en ’La Noche de los Bastones largos’. Las guerrillas de distintos signos ideológicos que creyeron ser liberadores del pueblo, sin el pueblo, generando más destrucción y violencia, y que la dictadura con sectores políticos fomentaron para su propio provecho, generando la llamada ’guerra entre los dos demonios’.
Aquí no hubo una guerra, se atacó a todo el cuerpo social, a aquellos que nada tenían que ver con las guerrillas y que trabajaban por una sociedad más justa y humana.
A 28 años debemos hacer memoria. Hoy, Estados Unidos, responsables ideológicos y de la formación de las fuerzas armadas, que provocaron las grandes masacres en toda América Latina, presionan al gobierno y al parlamento para el ingreso de sus tropas con inmunidad. Parece que los diputados y senadores, no quieren tener memoria. La Cámara de Diputados ya dio media sanción para el ingreso de las tropas norteamericanas y hoy el gobierno de los EEUU. presiona al Senado para lograr su aprobación. A 28 años del genocidio de un pueblo, ¿es posible que no hayan aprendido nada ?- ¿O tal vez continúan con las mismas ’mañas’ que tanto dolor costó a nuestro pueblo ?
El 24 de marzo de 1976, tiene aún a quienes quieren continuar ese camino. Y a otros que luchan por encontrar nuevos caminos y esperanzas en que la memoria y la resistencia del pueblo estén firmes y dispuestas a que Nunca Más vuelva a suceder otro 24 de marzo. La lucha, las esperanzas y la resistencia no terminaron. Estamos en camino junto a un pueblo que reclama sus derechos a vivir en Paz y Libertad.
* Adolfo Pérez Esquivel es Premio Nóbel de la Paz, 1980 y director del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) en Argentina.
LA MARCHA POR LA NOCHE DE LOS APAGONES EN LEDESMA
La Justicia más allá de la vida
Olga Arédez no estuvo esta vez, murió el pasado 17 de marzo, pero su lucha en reclamo de justicia por la desaparición de treinta personas en 1977 en un operativo conjunto del Ejército y el Ingenio Ledesma tuvo un logro inesperado : se abrió la causa por contaminación contra la empresa que larga bagazo de caña y provoca una enfermedad mortal. Cerca de diez mil personas acompañaron ayer la marcha por la ruta 34 en repudio a la represión y en homenaje a Olga Arédez.
Por Luis Bruschtein
Libertador General San Martín, Jujuy, Argentina,
Página 12, 29 de julio del 2005
El estruendo de los bombos de esta primera marcha de la Noche de los Apagones sin Olga Arédez en Libertador General San Martín, aquí en Jujuy, más el olor agridulce del bagazo de caña y la presencia ominosa del Ingenio Ledesma se expandía en el aire de la plaza, el lugar donde durante muchos años marchó sola, empecinada, esperanzada. La gente gritaba "¡Olga está presente ! ¡Olga no se fue ! ¡Olga está en la plaza ! ¡Como la primera vez !". Y seguramente fue la marcha más numerosa, la más representativa de un pueblo que gracias a su influjo se abrió a su propia dignidad.
Olga murió el 17 de marzo pasado de un cáncer inducido por el bagazo de caña que le provocó bagazoosis. Pero antes preparó esta marcha, habló con sus hijos para dejarles las últimas indicaciones. Y en una muestra más de que la lucha de estas mujeres trasciende sus propias vidas se supo ayer que la Justicia decidió abrir la causa contra el ingenio Ledesma que contamina y enferma. Con el trasfondo de los bombos y los gritos que la reclamaban, Luis Arédez, con un nudo en la garganta, sin decir palabra, mostró la urna con las cenizas, y en un pozo pequeño en uno de los canteros donde plantaron una Santa Rita, como la que hay en el fondo de su casa, volcó las cenizas de su madre.
María Adela Antokoletz, hija de una Madre de Línea Fundadora del mismo nombre, la primera que acompañó a Olga Arédez, en su marcha, anunció en el acto que se hizo en el Normal 9 por la mañana que los jueces habían dado curso al juicio que inició Olga contra la empresa del Ingenio Ledesma por la contaminación ambiental. En el acto se distribuyeron volantes pidiendo a los vecinos que se sumen a este reclamo. Las montañas de bagazo de caña, acumuladas junto al pueblo, desprenden esporas que se alojan en los pulmones de las personas.
Estas esporas pueden causar un endurecimiento, o fibrosis de los pulmones, que a su vez puede convertirse en una causa de cáncer, como le sucedió a Olga Arédez. "El juicio no es por dinero -aclaró Antokoletz-, aunque bien podría haber sido un juicio por daños y perjuicios. Pero Olga no quiso, ella quería que la empresa asuma su responsabilidad y deje de contaminar. Esa es otra de las herencias que Olga le deja a Libertador General San Martín." Aunque no se han hecho estadísticas, en este pueblo hay una incidencia mayor de enfermedades respiratorias. El acopiamiento del bagazo de caña a cielo abierto, como lo práctica el ingenio, produce estas esporas.
Todas las voces :
Josefina Aragón y Damiana Florencia Valdez, dos mujeres mineras, indígenas, menuditas, comenzaron a cantar coplas y Olga y Ricardo, sus otros dos hijos, echaron agua sobre la tierra y mezclaron las cenizas con sus manos. Había un círculo de amigos, compañeras de Madres Línea Fundadora, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el intendente de Morón Martín Sabbatella, el secretario de Derechos Humanos de la intendencia de Jujuy Carlos "Perro" Santillán, Hermelinda, el secretario de Derechos Humanos de la Nación Eduardo Luis Duhalde, Nando Acosta y decenas de amigos de todos lados que la acompañaron en sus marchas, que seguían en silencio, algunos con lágrimas en los ojos, el proceso en el que las cenizas de Olga se mezclaron con la tierra de la plaza donde marchó desde que los militares secuestraron a su marido, el intendente Luis Arédez. Los lamentos de las copleras encomendaban a Dios el alma de Olga y le pedían que les diera fuerza para seguir luchando.
Josefina Aragón dice que Olga "nos está dando fuerza para seguir luchando, por nuestra dignidad, por nuestra libertad, contra los más poderosos, que cada vez están más arriba ¿y qué vamos a hacer nosotras más que seguir lalucha ? Por eso Olga nos da esta fuerza". Josefina participó en la huelga durísima de la mina El Aguilar, en plena Puna, en los años ’70. "Yo era la única mujer dirigente -dice con orgullo- y el que dirigió esa huelga fue Avelino Bazán, que después lo desaparecieron como al doctor Arédez."
El miércoles fue una sucesión de testimonios de mucha gente que se acercó a Libertador General San Martín desde distintos lugares. Josefina y Damiana vinieron desde Maymará, en La Quebrada. Damiana también fue obrera del surco, obrera "golondrina", y andaba en la zafra cuando conoció al doctor Arédez, que era médico rural, y tiene agradecimiento y devoción por ese recuerdo. Josefina y Damiana permanecieron en el pequeño balcón cerrado de la casa de Olga, que era su lugar preferido y donde estuvieron sus cenizas sobre una mesita con su retrato hasta que ayer fueron depositadas en la plaza.
Y también había un grupo de mujeres wichi, con Hermelinda, esposa del cacique de colonia Embarcación. "Yo no sabía qué era la marcha, ni qué eran las Madres de Plaza de Mayo -recordó el miércoles en la misa en la Vicaría de Solidaridad, con voz muy suave y de tono apagado-, algo había visto por televisión, pero no sabía y entonces Olga me preguntó cómo era la vida de nuestra comunidad y cuando le conté, así, tímidos como somos nosotros, ella me dijo : "’Hermelinda, tienes que ir con la cabeza alta y luchar por la dignidad de tu gente’, y yo le agradezco ahora ese consejo de madre y le digo que vamos a seguir en la lucha, como las Madres de Plaza de Mayo".
Y ayer a la mañana, en la escuela Normal Número 9, donde Olga fue profesora de Historia, los chicos le hicieron un homenaje. Entraron los abanderados con la Marcha a la Bandera, con los guardapolvos relucientes y almidonados, se cantó el Himno, y se bautizó a la biblioteca de la escuela con el nombre de Olga. "En la biblioteca está la memoria -dijo la directora María Dionici- y Olga Arédez fue la memoria de este pueblo."
Hablaron ex alumnos y depositaron flores en la placa que recuerda a los 17 estudiantes desaparecidos en la Noche de los Apagones. Hacer un acto en la escuela había sido un sueño para Olga, porque allí había sido profesora de Historia, igual de Dora Weiss, viuda de Jorge Weiss, el dirigente que había organizado el sindicato combativo en el Ingenio y que también está desaparecido, y también la historiadora Olga Dimitrópulos, su íntima amiga que sufrió largos años de cárcel y que esta vez no pudo participar porque está postrada en una silla de ruedas. Hace algunos años se pudo hacer el primer acto en la escuela y gracias a su empeño se instaló la placa en homenaje a los estudiantes desaparecidos.
Y más que eso, le hubiera gustado ver a los chicos de la escuela primaria que se pusieron junto a la ruta con sus maestros y que llevaban banderas argentinas que decían "En defensa de la vida" o "La vida es lo primero" y que se asomaban con los ojos agrandados por la curiosidad para ver las pancartas y los murgueros que participaron en la marcha por la ruta nacional 34 desde Calilegua.
A la mañana fue el acto en la escuela, había una exposición de fotos de todas las marchas, donde se la veía a Olga, caminando, abrazada con sus compañeras de Madres, con sus hijos, con el barbijo que usó en las últimas, cuando ya estaba enferma y a pesar de todo seguía empeñada en caminar los cinco kilómetros porque esos cinco kilómetros eran nada más y nada menos que la obra de su vida, la distancia que mide la conciencia de la propia dignidad de un pueblo.
Atrás quedaron las marchas solitarias, cuando las otras Madres de Ledesma y Calilegua se hicieron viejitas, se enfermaron, se murieron o se fueron mudando hasta que quedó ella sola, invisible, en un pueblo que todavía sentía el peso aplastante del ingenio todopoderoso de los Blaquier. Ayer, los amigos decían que era la marcha más numerosa. Es probable que así fuera por las cerca de diez mil personas que asistieron, pero más importante fue que se trató de una marcha muy representativa. Al llegar a Calilegua, antes de que empezara la caminata, estaban los grupos aborígenes, wichis y guaraníes, sentados en la vereda, esperando, mientras llegaban contingentes piqueteros de la CCC, del MTL, del Teresa Vive, de Barrios de Pie y de la CTA, que también marchó con sus gremios. Grupos de convivencia inestable en cualquier otra situación, menos allí. Había gente de La Quebrada, de la ciudad de Jujuy, de Salta, de Tucumán, Buenos Aires y hasta de Mendoza.
La marcha fue encabezada por el cartel de las Madres de Desaparecidos de Ledesma, Jujuy, que lideró todas las marchas, llevado por los hijos de Olga, por Adolfo Pérez Esquivel, por Taty Almeida, Nora Cortiñas y otras Madres de Línea Fundadora, por Familiares de Detenidos Desaparecidos, por Abuelas e HIJOS y por familiares de víctimas del gatillo fácil, encabezados por la familia Bordón y por quienes fueron sus amigos más cercanos. Estaba Sarita, una maestra rubia y muy jovencita, de Los Angeles, que llegó hace varios años para hacer un trabajo académico sobre Olga y nunca más pudo dejar de venir. Y ahora caminaba con los ojos rojos de llorar.
Pero delante de todo marchaba un grupo de Picus que había venido de La Quebrada, era una delegación del Hospital de Tilcara, del que Luis Arédez fue director. La música dulzona y melancólica de los sicus transmitió el sentimiento de esta marcha que ha sido la primera sin Olga Arédez.
Olga Arédez con su empeño de realizar tareas aparentemente imposibles, en situaciones totalmente desfavorables, fue despertando poco a poco, sin estridencias y con un estilo sereno pero firme, las conciencias de las personas y es difícil que ella tuviera una idea acabada de las semillas y disparadores que estaba sembrando.