Accueil > Les Cousins > Amérique Centrale et Caraïbes > Honduras un año ya
Por Yudith Díaz Gazán
Al cumplirse un año de su elección como presidente de Honduras, Ricardo Maduro mantiene sin hacer efectiva su promesa de eliminar la delincuencia, al tiempo que protagoniza una pugna con los sindicatos por seguir recetas del Fondo Monetario Internacional.
Maduro, miembro del oficialista Partido Nacional que ejercerá un mandato de cuatro años, resultó elegido para el máximo cargo del país el 25 de noviembre de 2001 con nueve puntos de ventaja sobre el candidato del Partido Liberal, Rafael Pineda Ponce.
Al sustituir al liberal Carlos Flores el 27 de enero último, se convirtió en el primer estadista que tras 20 años de liderazgos militares carece de mayoría en el Legislativo, al controlar el Partido Nacional sólo 61 escaños de los 128 asientos.
Su campaña electoral tuvo como lema ’Guerra a la delincuencia’, que más tarde se convirtió en el objetivo fundamental de su administración.
Sin embargo, entidades internacionales defensoras de derechos humanos, organismos no gubernamentales, sindicatos y cifras oficiales en general corroboraron que esa prioridad no ha sido cumplida.
Datos ofrecidos recientemente por Casa Alianza, entidad humanitaria a favor de los derechos de la niñez en Latinoamérica, apuntaron que han sido documentados entre mil 400 y dos mil casos de muertes violentas de jóvenes entre 1998 y septiembre del 2002.
La entidad refutó la hipótesis de achacar el aumento criminal y las muertes de menores de edad a las diferencias entre bandas juveniles o ’maras’ y concedió crédito al argumento de presunta limpieza social a manos de policías o grupos paramilitares.
El móvil fundamental de la violencia es la extrema pobreza que azota a uno de los países más pobres del hemisferio y la falta de oportunidades para los desposeídos, agregó la entidad humanitaria.
Por tal motivo, diversos sectores civiles y la prensa nacional critican constantemente la gestión de Maduro, porque no existe una disminución tangible de la violencia, lo cual incrementa la inseguridad ciudadana.
Esa agresividad ocurre en una nación con un 80 por ciento de pobreza y una deuda exterior impagable ascendente a cuatro mil 300 millones de dólares.
Para tratar de paliar esa problemática, el presidente asume receptivamente los consejos neoliberales de privatización ofrecidos por entidades crediticias internacionales.
Lo anterior ha generado una ola de protestas sociales que incluye a los gremios médico, magisterial y de otros sectores públicos hondureños.
El 17 de noviembre último, el Bloque Popular de Honduras, anunció nuevas manifestaciones contra las privatizaciones y otras medidas recetadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La concentración está prevista para el próximo 5 de diciembre y su objetivo es protestar contra la intención del gobierno de privatizar los servicios de agua y salud.
El 24 de octubre último, los maestros efectuaron protestas porque el gobierno decidió utilizar sus fondos de retiro en una empresa de construcciones.
En aquella oportunidad, los profesores criticaron también los planes privatizadores de Maduro y las recetas neoliberales del FMI, pero la policía reprimió a los manifestantes con gases lacrimógenos y garrotes como en los 1980, cuando desaparecieron 184 dirigentes sindicales.
El Colegio Médico de Honduras acaba de informar que a partir de ahora luchará contra las intenciones de ofrecer concesiones en los servicios de salud, condición exigida por el FMI para ofrecer nuevos préstamos monetarios.
– PL (Fecha publicación:25/11/2002)