Accueil > Les Cousins > Amérique Centrale et Caraïbes > Haití René Preval, un candidato sin virtual contrincante
El ex presidente René Preval aparece hoy en el espectro electoral haitiano como el candidato por excelencia en unas elecciones anunciadas, suspendidas, reclamadas, manipuladas y vilipendiadas.
Por Roberto Gili Colom
Prensa Latina, Puerto Príncipe, 14 de enero de 2006
Ninguno de los restantes 33 aspirantes a la presidencia de esta nación presenta hoy un programa de tanta dimensión y profundidad como él.
René Preval
El proyecto presentado por el también ex primer ministro (febrero-octubre 1991) se sustenta en cinco fundamentos a ejecutar en igual número de años, informaron a Prensa Latina oficiales de su campaña.
Construcción de las instituciones, crecimiento económico, justicia social, seguridad y cooperación internacional constituyen los ejes de su agenda.
René Preval García nació el 17 de enero de 1943 -cumplirá 63 años el próximo martes-, es padre de dos hijas y cursó estudios de Agronomía en las universidades de Gembloux y Lovaina de Bélgica, y de Ciencias Geotérmicas en la universidad italiana de Pisa.
Ningún otro de los actuales aspirantes a la presidencia de Haití posee un currículum político tan amplio y reconocido, iniciado con una activa participación en los Comités Cívicos de Resistencia a la dictadura de Jean Claude Duvalier (1971-1986).
Días atrás le escuché decir a Pierre Richard Cajuste, ex integrante de la representación de Haití en ONU, que la mayoría de los partidos políticos que contienden en la carrera hacia la presidencia -más de 80-, no han hecho foco en problemas que constituyen el nudo gordiano de la crisis nacional.
No es el caso de Preval, quien se propone la formación de instituciones modernas, democráticas y durables tanto a nivel central como de los colectivos territoriales, con la participación de todos los haitianos, incluidos los residentes en el exterior.
Ese propósito se fundamentaría en un estado de derecho basado en la ’la transparencia, la lucha contra la corrupción, el respeto a la autoridad del estado, la descentralización, la competencia y la eficiencia’, precisó su oficina.
La lucha contra la pobreza extrema en que está sumido el país, la batalla por el crecimiento económico y el establecimiento de un estado de derecho, conforman los ejes del panorama que se impone hacia el futuro de Haití, según coinciden analistas.
A juicio del diplomático citado, la campaña electoral se caracteriza ’por una ausencia de debate en torno a problemas de fondo’.
Tampoco es el caso de Preval, cuya plataforma apunta hacia un desarrollo económico basado en el reforzamiento y renovación de la producción nacional.
También, en la promoción del sector campesino mediante la realización de una reforma agraria y un sólido programa de inversiones en la agricultura y el medio rural.
Prevé, asimismo, la protección del medio ambiente, el enfrentamiento al contrabando y el fraude fiscal, promoción de inversiones públicas y privadas, nacionales y foráneas, y la difusión y aplicación de nuevas tecnologías.
Mientras, en la búsqueda de una verdadera justicia social, Preval se orienta hacia ’un programa nacional de lucha contra la pobreza y la marginación social y cultural, tanto en el medio urbano como en el rural’.
Además, la promoción de un sistema de educación basado en la calidad y la universalización de la enseñanza, el desarrollo de programas específicos dirigidos a los jóvenes y hacia la emancipación integral de la mujer.
Y -precisa- ’por un acceso equitativo y descentralizado a la alimentación, la salud y la vivienda’.
El ex presidente (1996-2001) dirigiría sus acciones al establecimiento de condiciones de seguridad para la protección de la vida, los bienes y los derechos del hombre.
Esa misión se realizaría a través de instituciones judiciales reformadas y modernizadas, con una administración de justicia que ponga fin a la impunidad.
Para ello se formarían entidades apolíticas de seguridad, preparadas ’para combatir el crimen organizado nacional e internacional’ ; implementar programas de desarme en todo el territorio haitiano y garantizar el orden público y el respeto a las libertades fundamentales.
En materia de política exterior, su gobierno asumiría la cooperación internacional ’sobre la base del respeto y la dignidad, con un espíritu de solidaridad entre los pueblos y por la promoción de los intereses nacionales’.
En tal sentido laboraría en el establecimiento de una imagen nacional positiva en el ámbito externo, y el reforzamiento de la capacidad de absorción de flujos de capitales.
Igualmente, trabajaría por el aprovechamiento de las opciones de cooperación Norte-Sur y Sur-Sur, y la profundización de las relaciones multinacionales, regionales y bilaterales.
Las elecciones presidenciales y legislativas se celebrarán definitivamente aquí el 7 de febrero, tras suspendidas y pospuestas en cuatro ocasiones.
Ese proceso de inercia generó rumores sobre posibles maniobras contra el candidato Preval, al frente de las sondeos sobre intención del voto, actualmente con más de 30 por ciento a su favor.
En diversos círculos nacionales se da por sentado que no tiene contrincante. Una encuesta reciente de Gallup-USA confirmó el favoritismo de Preval, quien alcanzó la presidencia en 1996 con el 87,9 por ciento de los sufragios.
Como únicos contendientes de cierto peso figuran el millonario Charles Henri Baker, Leslie Manigat y Evans Paul, figuras bien conocidas por los haitianos. De ser necesario, se realizaría una segunda vuelta el domingo 19 de febrero.
Estos serán los primeros comicios tras el derrocamiento del presidente Jean Betrand Aristide, en febrero de 2004.