Portada del sitio > Los Primos > Colombia > El escándalo de la DEA
Que la DEA es un organismo turbio, quedan pocas dudas. Pero el proceso judicial que se ventila en Miami salpica también al FBI, y demuestra que la guerra contras las drogas es cualquier cosa menos eso.
En una moción presentada ante una corte de Miami, el abogado Roy Black aseguró que el juicio que se le sigue a Fabio Ochoa, su defendido, es una revancha de la Drug Enforcement Agency por haberse negado a participar en un programa especial para testigos arrepentidos.
Son múltiples las quejas que se acumulan durante las últimas semanas acerca de los turbios procedimientos de la DEA, una agencia gubernamental estadounidense a la que gustaban vincularse a algunos periodistas argentinos, creyendo que así obtendrían información calificada.
El objetivo del programa de la agencia antidrogas DEA, según reconoció el agente del FBI, John C. Jones, era "burlar el sistema judicial de USA, tomando el dinero de acusados y aún no acusados de narcotráfico, a fin de... arreglar tratos de falsa cooperación para garantizar que los traficantes no recibieran sentencias de prisión".
El programa fue denominado por Black, Resocialización de narcotraficantes.
Para demostrar su existencia, reveló en su documento que entre 1998 y el año 2000, Baruch Vega, un fotógrafo de modelos al servicio de la DEA que había establecido contactos con los narcotraficantes, recibió más de 40 millones de dólares. Sin embargo, no era el único que ganaba: los narcotraficantes difícilmente pisaban la cárcel y la DEA y el FBI lograban de ellos datos para poder mostrar resultados con decomisos de droga arreglados.
El gobierno de USA nunca se ha querido pronunciar sobre el tema. Sin embargo, dos de los agentes de la DEA involucrados, David Tinsley y Larry Castillo, fueron suspendidos mientras se investiga.
Aunque el mismo Vega reconoce que desde 1985 el FBI lo utilizó para contactar a los jefes del cartel de Medellín, Gonzalo Rodríguez Gacha y Pablo Escobar, el programa comenzó en 1995 y llegó a su esplendor en 1999 y principios del 2000, dice el documento.
Había, incluso, un equipo encargado del mismo. Lo conformaban la abogada Teresa Van Vliet, quien durante la fase inicial del programa y hasta el 31 de octubre de 1998 se desempeñó como jefe de narcóticos del Departamento de Justicia.
También participaban agentes del FBI y la DEA en USA y Colombia, Baruch Vega y su compañero Román Suárez, y tres abogados aprobados -según Black- por el Gobierno de USA: Joaquín Pérez (defensor del jefe paramilitar Carlos Castaño), Daniel Forman y Nelson Rodríguez. Estos últimos -continúa Black- se encargaban de reclutar a los narcos y garantizar la cooperación.
El agente Jones del FBI, en declaración juramentada, confirma que Vega contactó a los narcos colombianos y los urgió a pagar enormes cuotas para ayudarles a negociar su entrega.
El esquema comenzó a funcionar con Julio Correa (quien fue compañero sentimental de la modelo Natalia París), Nicholas Bergonzoli y Hernán Arboleda López.
A pesar de que el 18 de octubre de 1995 un fiscal y tres agentes del FBI acusaron a Julio Correa por tráfico de cocaína, el abogado Black llama la atención sobre el hecho de que la orden de captura nunca fue ejecutada y nunca compareció en una corte, según el expediente.
Antes de conocer a Vega, en 1996, Correa, también conocido como Julio Fierro, trató sin éxito de negociar a través del fiscal Glenn Kritzer.
En 1997, Vega le dijo que si le daba 6 millones de dólares y contrataba al abogado Joaquín Pérez podría hacer un trato con el Gobierno de USA.
Correa, según los datos que recopiló la defensa de Ochoa, pagó a Vega 2 millones dólares(en efectivo y propiedades) y contrató a Pérez, quien luego lo presentó al agente de la DEA, David Tinsley.
De ahí que, concluyen en el documento, el Gobierno de USA "estuvo de acuerdo en negociar con el abogado Pérez en nombre de Correa".
Aunque pesaba sobre él una acusación judicial, la negociación secreta le permitió a Julio Correa vivir y viajar libremente usando pasaportes y visas falsos. En Colombia, obtuvo un pasaporte a nombre de Juan Andrés Mejía Uribe y un agente especial de la DEA, Javier Peña, le dio visa a USA con el mismo alias (según documentos que anexan).
El papel de Correa, quien desapareció y se da por muerto desde julio de 2001, consistía en "persuadir a otros narcotraficantes de ir a USA con la promesa de sentencias leves a cambio de información de adentro".
El abogado Pérez reconoció haber representado a Correa en un acuerdo de cooperación con el gobierno. De acuerdo con los argumentos de Black, se trataba de un "patrón de cooperación falsa, o ’positivos’".
Entre otras, se supone que Correa "hacía arreglos en Colombia con otros ’narcos’ para poner cocaína en aviones,! le daba la información por debajo de cuerda al Gobierno de USA y así la droga era decomisada y las supuestas ’rutas’ destruidas".
El modelo sería seguido por Arboleda y Bergonzoli, a quienes Vega conoció a través de Correa, e hicieron a principios de 1999 arreglos idénticos.
En mayo de ese año, sin embargo, Arboleda aparentemente, según Black, no siguió confiando y voló de regreso a Colombia. A Bergonzoli, Vega le cobró, dice Black, 8 millones de dólares. Bergonzoli, según reconoció Baruch Vega, fue usado "para persuadir al líder de los paramilitares Carlos Castaño de alentar a narcotraficantes que operan en su territorio a someterse a las autoridades".
Richard Sharpstein, el abogado del agente de la DEA, David Tinsley, "confirmó" a The Wall Street Journal "que varios encuentros entre Bergonzoli y Tinsley se dieron entre diciembre de 1998 y febrero del 2000 en Florida y Costa Rica".
De acuerdo con Vega, "agentes de la DEA ofrecieron ayudar a Castaño en sus esfuerzos de contraguerrilla si él ayudaba a traer a los narcos hacia USA".
Comenzó, entonces, otro capítulo de la historia.
Lo que pide Black en su moción
Roy Black, con esos argumentos, le hace entonces tres peticiones a la justicia de E.U. para el caso de su defendido Fabio Ochoa:
1. Suprimir el testimonio de todos los testigos del gobierno que participaron en el programa de rebajas (siete agentes de la DEA, tres del FBI, un policía de Dade y 11 narcotraficantes).
2. Descalificar a los abogados Daniel Forman, Joaquín Pérez y Nelson Rodríguez.
3. Desclasificar los documentos que se han utilizado en este programa de "Resocialización de narcotraficantes" y que aún permanecen en reserva.
¿Quién es Roy Black?
El abogado Roy Black -defensor de Fabio Ochoa- es uno de los más prestigiosos juristas de Florida, experto en asuntos de narcotráfico y conocido por su verticalidad, incluso, a la hora de verificar el origen lícito del dinero de sus honorarios.
En el caso Ochoa, por ejemplo, su familia tuvo que hacer un remate de caballos para demostrarle a Black que la defensa sería pagada con plata obtenida legalmente.
El nombre de Black se hizo famoso en Colombia por ser el abogado que defendió exitosamente al policía colombiano Willian Lozano, que disparó contra dos hombres negros en USA en ejercicio de su trabajo.
Ahora, según estableció este diario, Black también será el abogado de Víctor Patiño Fómeque, confeso narcotraficante del cartel de Cali detenido en la cárcel boyacense de Cómbita y pedido en extradición por USA
Urgente24.info