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11 octobre 2005

El error de Christian Lopez, un Marine de Estados Unidos

 

Por Rubén Sánchez
Correo recibido el 10 de octubre de 2005

"Por favor Sr. Sánchez...
necesito que me ayude.
La Navy me va a matar a mi niño.
Llámeme cuanto antes".

Dos llamadas más y dos mensajes similares en mi teléfono. He aquí la entrevista sostenida con Luis López, Rome Alvarado y Frankie López, padre, tía y hermano respectivamente de Christian, y la odisea de un joven norteamericano de padres guatemaltecos, monaguillo, estudiante brillante de clase A, educado, deportista, solidario que se dejó convencer por un reclutador del Navy y que hoy se debate entre la vida y la muerte, entre la razón y la perdida de ésta, entre la cárcel y la libertad. Un caso que no creo sea excepcional.

Cuando Christian Lopez regresó a Florida después de haber servido como Marine de "India Battery Segunda Division" en Irak, no solo estaba el Canal 8 documentando el momento de alegría, sino que aparte de amigos y familiares compartieron el reencuentro junto a la Congresista Ginny Brown Waite. Ese 28 de Mayo del 2003, Christian vivió unos momentos imborrables. Llegó como héroe, veterano de guerra, con el grado de Cabo de los Marines y cargado de medallas. Había cumplido la promesa hecha a sus padres de hacer algo para que se sintieran orgullosos de él. Y vaya si lo estaban !!!.

El 28 de Mayo del 2003, Christian López fue recibido como un héroe, orgullo de familiares, amigos y vecinos. Con la maleta llena de situaciones vividas en el campo de batalla que ponen al hombre al borde de la locura. El 28 de Mayo del 2003, el Cabo Christian López, fue entrevistado en los medios más importantes que lo señalaban como todo un héroe y ejemplo a seguir. Pero el 23 de Mayo del 2003, el Cabo, el héroe, el hombre, el ejemplo de Christian López, no podía calmar su sed con una cerveza, dado que solo tenía 20 años de edad. Edad que le permitía matar pero no comprar cerveza ni bailar en discotecas.

Christian creció en New Jersey, en un pueblo llamado Spotswood, y se graduó con las mejores calificaciones en la Spotswood High School, ubicada en el 105 Summerfield Road el 19 de Junio del 2001. Su sueño era poder entrar a la Universidad y por esa razón y por todas las promesas que recibió de un Sargento del Navy que lo presionaba para que se enrolara a la Marina de Guerra de Estados Unidos, entró 5 días después, el 24 de Junio al Navy. Tanto Luís como Ana López sus padres como también su tía preferida Rome, le pedían que por favor no escuchara al enrolador que insistía en convencer a Christian que la mejor forma de ser un hombre y servir a la Patria, era enrolándose al Navy ; que ahí encontraría la razón de su vida y podría ir a estudiar a la Universidad y cumplir así con todos los sueños. Deseaba hacer algo por lo cual toda su familia se sintiera orgulloso de él. Y el Navy, le abría puertas seguras de estudio y calidad de vida.

No hubo caso, sin escuchar a su familia, y con solo 18 años, Christian sale de su casa paterna junto al Sargento rumbo a la base Naval de Carolina del Norte Camp Lejeune. Comienza una nueva vida. En Irak, demuestra su valentía y fortaleza, como operador de radio, llevando en sus hombros un equipo de comunicación tan pesado como vital. Irak no resultó ser un paseo y si una sangrienta orgía. Le había confesado a su hermano que a la orden de abrir fuego, había que hacerlo sin preguntarse que había del otro lado. Guarda para si gran parte de esa historia cumpliendo con el secreto militar. Igual regresa orgulloso por lo realizado y contento por estar con vida, después de ver como cientos de sus camaradas perdieron la vida en esas lejanas tierras.

El 24 de Junio del 2005, se cumplían los 4 años que por Ley tenía de contrato con el Navy, pero es tentado en Febrero a continuar por 6 meses más. En caso contrario lo regresarían por los meses que le faltaban a Irak como "foot soldier" (soldado de a pie). Acepta continuar 180 días más y sale embarcado para custodiar el Mar Mediterráneo en el "US Ashland". Va feliz y prueba de ello, son las cantidades de correos electrónicos que envía a sus familiares. Contento por estar fuera del peligro que resulta Irak. Pero la vida y el Navy, le cobraría muy caro a este joven guatemalteco, la osadía de a su edad ser Cabo, valiente, honorable, honesto y la luna de miel comienza a romperse.

La tranquilidad que en principio representaba estar embarcado fue rota cuando en principio lo hacen bajar en el Golfo Pérsico, luego en Kuwait y después en otras partes. Ya en un email, le cuenta con dolor y preocupación a su familia, la enemistad y malos tratos que recibía de parte de un Sargento. Ya quedaban lejos los gratos momentos vividos cuando al principio del ataque a Irak, le tocó entrar a Kirkuk y fueron recibidos con aplausos y los niños enredándose en sus piernas gritando América, América, América. Según su padre Luis, Christian comienza una relación sentimental con una Oficial de alto rango, la cual luego lo denuncia por acoso sexual. Entendamos que este "acoso sexual" se llevaría a cabo en un barco del Navy, con miles de soldados como espectadores y a una Oficial de alta graduación, preparada para repeler todo tipo de situaciones violentas.

Lo concreto que ya nada sería como antes. Lo encierran y tratan de ahí en más de la peor manera. Incluso lo dejan en una habitación con un homosexual al que golpea presumiblemente por las provocaciones y acoso recibido. Cuando regresa a la base Camp Lejune el 24 de Septiembre, la familia pide encarecidamente a los oficiales superiores que le provean a Christian un Dr. en psiquiatría dado que ha regresado hablando incoherencias, pedido que fue denegado.

En este momento, este joven guatemalteco de solo 23 años (que hace un par nada más fue recibido como héroe, y entrevistado por diferentes medios) se encuentra detenido, sin comer, desnudo, esposado de manos y pies, encadenado en una prisión dentro de la base naval Camp Lejune en North Carolina. Su abuela, que lo recibió de Irak con toda la felicidad y orgullo, no ha podido soportar este dolor y ha muerto. Su madre gravemente enferma en Florida, sin comprender que está pasando ; su padre con una gran infección en su pierna, es el que nos indica que no hay motivo alguno de tener a su hijo así, tratado como un criminal, peor que a los animales y clama para que a Christian lo trate en forma urgente un Dr. especialista, cosa que aun sigue denegada por los oficiales superiores.

Este latino que con 19 años defendió los valores de esta Patria que la Administración Bush dice son atacados en Irak, recibe como premio, la tortura psicológica que hace creer a sus familiares que o bien lo van a matar o se suicida dada la fragilidad de su razonamiento. Cuando el padre de Christian reclama atención médica para su hijo, le contestan que no. Hoy, aquel lúcido, valiente joven guatemalteco que regresó del horror de Irak cargado de medallas, honores e ilusiones, habla cosas sin lógica, sin sentido, desvaría. Y así como le falta claridad en sus pensamientos, también carece de la atención médica necesaria.

En la Navy, confunden con pasmosa naturalidad el tratamiento que se le debe dar a un héroe y valiente joven al que tratan igual que a los terroristas. Lo tienen incomunicado y cuando la familia puede verlo después de súplicas y ruegos arrodillados frente a los superiores, es a lo lejos, desnudo y encadenado. Christian le ha confesado a su padre el deseo de cortarse una pierna para donársela a alguno de sus compañeros que la perdieron en Irak entre otras increíbles ideas preocupantes. Luís López, a la vez que clama por justicia y sobre todo por atención siquiátrica para su hijo Christian, nos reitera la gravedad del estado de salud de su esposa que no logra comprender como se puede tratar así a un joven de 23 años que sin pedirlo, fue enviado a un lugar remoto para defender según la Administración Bush, la Patria.

Ver como tratan a los chicos prisioneros dentro del Navy, es tremendo, increíble de ver...nos cuenta el Sr. Luís. Como soportar sin dolor ver a un hijo encadenado y desnudo, imágenes repetidas de las ya conocidas en Abu Graib ? Hoy Christian con el poco sentido común que le queda, tiene el derecho a lamentar haberle hecho caso a aquel Sargento que lo persiguió en su época de escolar, con promesas de una vida diferente en el servicio a la Patria.

Queda de él solo la desesperación de sus padres y familiares que claman ya no solo por la libertad, sino por sobre todo, por la atención medica necesaria que solo puede proveer un psiquiatra. Esto que parecía un sueño maravilloso, se ha convertido en un dolor y pesadilla para toda una familia que reclama ayuda de donde sea para que alguien tome cartas en el asunto y devuelva a este joven hispano a su hogar.

Ya no interesan las medallas y honores que le fueron retirados al degradarlo, ya no importa que los medios no reparen en él, solo importa el regreso a su casa con vida y con salud. De esa forma la familia López se lo entregó a esta Patria. No se puede esperar menos. Angustiados, toda la familia López se preparan para lo peor en caso que como les han dicho Christian sea llevado a una Corte Marcial.

Que este dolor sirva de ejemplo.


Si desean escribirle a Christian, pueden hacerlo a : Lopez, Christian A. I Try. 3/10 2D Mar Div. Camp Lejeune, NC 28542.

Para comunicarse con su tía Rome Alvarado, llamen al 908 472 2579, 908 206 1280,

o con su hermano Frankie Lopez al 201 941 9336

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