recherche

Accueil > Empire et Résistance > « Gringoland » (USA) > El cuarto objetivo de Bush

11 mars 2003

El cuarto objetivo de Bush

 

Suficiente "tinta" ha corrido por diarios, revistas y sitios de la web, para demostrar que el gobierno norteamericano tiene tres objetivos claros en (y con) Irak : Fuentes de petróleo y gas, rediseño del subsistema de Estados del Golfo, y evitar que el Euro desplace al dólar en el comercio energético (y en el otro), y sobre todo en la OPEP. Las temerarias y categóricas declaraciones del presidente Bush, el Secretario de Estado Colin Powell, y los principales jefes del Pentágono, de invadir y posesionarse de Irak, sin la aprobación del Consejo de Seguridad (y aún contra ese organismo), parecen confirmar una hipótesis que nació con la muerte de la Guerra Fría : El reemplazo de la ONU, especialmente de su consejo de Seguridad, por algo más adecuado, acoplado, a las nuevas necesidades de EE.UU. y el sistema mundial de Estados. Algo así como cambiarse de traje en pleno baile.

Por Modesto Emilio Guerrero

Europeligro

Recientemente, el periodista especializado en finanzas y energía, Paul Harris, resumió la neurosis petrolera de Bus así : "...esta guerra que se avizora se debe al petróleo. Seguro hay otras razones, pero el petróleo es la fuerza que más la impulsa. No de la manera que podría esperarse sin embargo. No es tanto que se cree que hay enormes reservas de petróleo sin explotar en Irak (no han sido explotadas debido a lo anticuado de su tecnología), no es tanto el deseo de Norteamérica de poner sus sucias manos sobre ese petróleo : es más bien cuáles sucias manos los norteamericanos quieren mantener alejadas de él." Este autor fue uno de los primeros en sostener que el segundo objetivo de esta guerra es lo que podríamos denominar "el riesgo Euro" : "... es la guerra de Bush contra Europa, -sostiene Harris- que se hizo George Bush, fue ¿Qué pasaría si la OPEP de repente se cambia al euro ? En una palabra, se arma la grande." ([ Ver articulo ->

Recesión, guerra y negocio

Otro aspecto destacado en esta guerra anunciada, la reseñó el periodista chileno Ernesto Carmona. Señala que "La versión oficial" es la democratización de Irak como estandarte de esta nueva guerra. Y ninguna democracia podría ignorar a la oposición al dictador, o sea, a los kurdos y a los musulmanes chiítas, las tres cuartas partes de la población ignorada por el poder sunita de Bagdad. Pero los líderes kurdos del norte ya están desencantados desde que supieron que Estados Unidos ya no pretende ninguna democracia, sino un protectorado. Su propósito es reemplazar a Hussein y a su entorno más íntimos para retener ellos -los gringos- el poder. Se hicieron humo las promesas de promover un cambio democrático.

Carmona cita a Patrick Cockburn, "El petróleo de Irak no es el único botín, aunque sus reservas de 112.000 millones de barriles son las segundas del planeta (después de Arabia Saudita y de Venezuela si se incluye el crudo pesado de la Faja del Orinoco). La guerra misma es un buen negocio, de acuerdo a una receta aplicada cada vez que la economía de EE.UU. atraviesa un ciclo recesivo."

Después de relacionar estadísticamente la actual crisis económica norteamericana, Carmona cita al historiador económico Thorstein Veblen (Theory of Business Enterprise, 1904, Eudeba 1969, Argentina), quien demostró la correspondencia entre recesión y guerra desde 1812 hasta la guerra Hispano-Norteamericana (1898). Y completa : "En el siglo 20 se invocaron la seguridad nacional" -sustentada por la Guerra Fría-

Trapo viejo, roto y desajustado

En un largo trabajo periodístico que publicamos en 1995, en ocasión de los primeros 50 años de las Naciones Unidas, señalamos la urgencia que tenía Estados Unidos de reformar la ONU. La que quedó después de la Guerra Fría, no servía a las nuevas necesidades, crisis y conflictos del mundo post Yalta. Y no era cuestión de descuidar un instrumento de esa envergadura.. Nunca antes hubo una organización de esas características globales. Ni los imperios antiguos, o las potencias coloniales desde el siglo XV hasta el XIX, pero tampoco el imperialismo contemporáneo (entre 1890 y 1939), pudieron construir un sistema mundial de Estados con la organicidad, alcance mundial y funcionamiento centralizado, como las Naciones Unidas. Los ensayos de 1919 y 1923 fracasaron en medio de la competencia políticos mundiales, que se han combinado con la reciente recesión y crisis económica (México y su efecto continental). La nueva globalización de la economía que llevan a cabo, al compás de las grandes transformaciones tecnológicas, sociales, productivas, etc., exige una ONU que ayude a imponer nuevas relaciones de dominación imperialista y que sirva para garantizar el control más equilibrado posible del mundo. Ellos quieren negociar y contener esos desequilibrios para evitar que se transformen en peligros revolucionarios. O, también, que se les escapen gobiernos indóciles, así no se propongan un enfrentamiento directo con el imperialismo. Las grandes potencias y sus empresas transnacionales necesitan que la ONU funcione mejor, más efectivamente, como organización mundial del sistema de estados capitalista. Para eso fue fundada hace 50 años. "(ONU : Cueva de bandidos", M.E. Guerrero, El cuarto objetivo Pasaron más de 10 años de experiencia traumática : 111 guerras, de las cuales sólo 7 fueron entre naciones, 5 en pleno corazón de Europa (después de medio siglo), mientras el resto de guerras internas dejó despedazadas sociedades y naciones, con secuelas incontrolables como la octuplicación de los refugiados)

Esta década le demostró a los Estados Unidos, y a otros grandes Estados imperialistas como Inglaterra, Canadá, Alemania, Japón, que la ONU es irreformable en algún sentido, sobre todo según las necesidades actuales.

La mejor demostración es que ese "Estado Mayor Mundial" que fue el Consejo de Seguridad durante los 40 años de la Guerra Fría, donde se negociaron y arreglaron centenas de co de Seguridad no sirve a estos fines. Allí nace el cuarto objetivo del gobierno de Bus en Irak. Quizá sea eso lo que explique dos novedades de estos tiempos. Como pocas veces en la historia del siglo XX, un jefe de Estado que declara una guerra, avisa al mundo que "Serán inevitables bajas civiles, aunque haremos lo posible para reducirlas" (discurso del Presidente W. Bus el 7 de marzo de 2003).

Las otra novedad fue la que denunció, angustiadísimo, el senador demócrata (USA) Robert Byrd, ante un pleno del Senado de ese país, el 12 de febrero último : "Esta administración ha roto alianzas tradicionales y posiblemente ha dejado inválidas -para siempre- entidades internacionales para el mantenimiento del orden como Naciones Unidas y la OTAN." (Publicado por La Jornada de México).

Argenpress.info

Retour en haut de la page

El Correo

|

Patte blanche

|

Plan du site