recherche

Accueil > Les Cousins > Amérique Centrale et Caraïbes > El Salvador Niños que trabajan, son vulnerados en su derecho a la educación

4 février 2004

El Salvador
Niños que trabajan, son vulnerados en su derecho a la educación

 

Por Patricia Meza
CO LATINO, 3 de febrero 2004

Luz María Mercedes Baires, de 17 años, cursa este año el sexto grado. Empezó a estudiar a los 8 años, pero sólo hizo hasta segundo grado, porque las condiciones de pobreza en que vive su familia no le permitieron estudiar durante 4 años y además porque sus primas dejaron de estudiar y no tenía con quien irse a la escuela.

Durante los 4 años que no fue a la escuela, Luz María se dedicó a los oficios de la casa, a moler el maíz, hacer tortillas, lavar ropa y ayudarle a la familia en las tareas del campo.

Los padres de Luz María envían a sus 4 hijos al Centro Escolar del Cantón El Castaño, municipio de Aguilares, ellos subsisten de la zafra de la caña de azúcar.

Los útiles escolares que aparecían en la lista de los estudiantes de la familia Mercedes Baires, no fueron comprados en su totalidad, ya que el dinero apenas alcanza para comer. *Mi mamá no logró comprar todos los útiles.

A mí sólo me compró 2 cuadernos para 3 materias y una libreta de mapas que tengo que compartir con mi hermana que va al mismo grado’, comentó Luz María.

El caso de Luz María que tiene que caminar 2 kilómetros para llegar a la escuela y otros 2 de regreso, sólo ejemplifica las carencias que tienen que pasar los niños y niñas que estudian en el área rural, donde las escuelas están muy lejos y apenas alcanza el dinero para comprar los útiles.

La eliminación de las cuotas voluntarias ha incrementado la demanda de estudiantes en las escuelas, sin embargo, la pobreza, como mal estructural, no permite que todos los salvadoreños tengan acceso a la educación, pues no se puede eliminar.

Año con año la deserción estudiantil es una de las principales causas para que tanto niños como jóvenes no terminen sus estudios.

Para paliar un poco esta triste situación, este lunes Fundazúcar, en cooperación con la Organización Interamericana de Trabajo (OIT) y el Ministerio de Educación, llevaron una dotación de útiles a 28 escuelas rurales de las zonas de Aguilares, El Paisnal, Suchitoto y Apopa.

’Es la primera vez que vengo a que nos den cuadernos, pero yo sólo acompaño a la maestra, porque a quienes le van a dar los útiles son otros’, contó Luz María, quien agregó que ’en mi grado hay varios que tienen necesidad’.

El donativo es por un monto de 35 mil dólares y beneficiará a un promedio de 10 mil estudiantes, escogidos entre los más necesitados de los cantones cercanos a la ciudad.

Esta ayuda forma parte del Programa para la Erradicación del Trabajo Infantil, que considera que el trabajo de recolección de caña, es una de las peores formas de trabajo infantil.

Benjamín Smith, representante de la OIT-IPEC, dijo que se debe prescindir de la mano de obra infantil y así atacar de raíz el problema que es la pobreza.

Smith señaló que se podrían retirar unos 3 mil niños del trabajo infantil que es por lo menos la mitad de los niños que trabajan a nivel nacional, si se aplican los programas de prevención y sensibilización’.

Según Smith, también se está sensibilizando a los padres sobre la importancia que tiene la educación de sus hijos , para que no los manden a realizar trabajos de adultos y esto les distraiga o los aleje de sus estudios.

En El Salvador hay por lo menos 225 mil niños y niñas trabajando, entre los 5 y 17 años y más de la mitad están en actividades agropecuarias.

’Hay que verificar que a veces no basta que los niños no vayan a la escuela, si no prever que no trabajen’, dijo Smith.

El Ministro de Educación, Rolando Marín, dijo que el programa tiene 5 grandes áreas referidas a las peores formas de trabajo infantil, los niños que trabajan en la zafra son considerados parte, exponiéndose también a las picaduras de insectos o al efecto de los plaguicidas.

’Hay un programa que permite darle a los niños… cuadernos, borradores, sacapuntas y otros, para que el niño no se vaya de la escuela y los padres de familia puedan matricularlos en los centros escolares más cercanos’, dijo el funcionario de Educación.

Según él, se deben tomar a consideración la zona en la que viven los niños y se pretende que gradualmente se vaya erradicando el trabajo infantil, en un programa que dura 3 años. En la actualidad se ha hecho un diagnóstico de los niños trabajadores, en la zona azucarera y la ayuda recién está llegando con la entrega de lotes de libros de caligrafía, de ortografía, de ciencias, de lenguaje, crayolas, lapiceros, borradores, plastilina, cuadernos, diccionarios, pelotas de fútbol y de baloncesto, entre otros.

Mario Ernesto Salaverría, Presidente de Fundazúcar, señaló que se han comprometido con mejorar las condiciones de vida de los pobladores cercanos.

Las peores formas de trabajo

Es tanta la pobreza que se vive en las áreas rurales que sumado a las largas caminatas entre ríos, caminos vecinales y polvo, habrá que acarrear agua del pozo para bañarse, no comerán antes de salir de casa o no tendrán el suficiente dinero para comprar los útiles, además los niños se enfrentan también a la responsabilidad de trabajar y ayudar a sus padres.

El trabajo infantil en el país tipifica las peores formas de trabajo infantil entre ellas las agropecuarias, el comercio sexual, el trabajo en las coheterías, el trabajo de curilero.

En el año 2000 se firmó el convenio de erradicación de las peores formas de Trabajo Infantil, El Salvador se sumó a esto, sin embargo, nada se hace para detener la explotación de los niños y niñas en el país.

Esto porque los padres no pueden brindar a sus hijos la educación que se requiere, tampoco les pueden brindar una alimentación adecuada, que les permita asimilar los conceptos académicos que les imparten en las escuelas.

Además los índices de escolaridad en el área rural son muy bajos, ya que los menores tienen responsabilidades laborales en las que se exponen a sufrir enfermedades de la piel o herirse, al dedicarse a curilear, y también no se descarta daños severos como la perdida de vista, al exponerse a los plaguicidas que se riegan en las cosechas.

Para solucionar el problema, se plantea que debe existir una compenetración directa con el trabajo de concientización ; además se deben firmar convenios, crear leyes y centros de educación para ofrecer opciones a los niños para que estudien, aunque sea transitoriamente.

En El Salvador se ha determinado que las niñas y los niños empiezan a trabajar desde los 4 años hasta los 17. Entre las actividades que ejercen en el campo están el de ser peones, jornaleros, agricultores, regar plaguicidas entre otros.

En la mayoría de casos la decisión de que los niños y niñas trabajen ha sido tomada por el padre, la madre, ambos, el abuelo o la abuela.

Retour en haut de la page

El Correo

|

Patte blanche

|

Plan du site