Accueil > Empire et Résistance > « Gringoland » (USA) > El Mundo Entre dos Fundamentalismos
Por Antonio Ormachea Méndez
La tragedia de Madrid, barbarie incalificable, ha tenido una inmediata reacción política en España. El relevo del mando de la nación. Los españoles han manifestado así su repudio por la impopular participación de su país en la invasión a Irak y el salvaje precio pagado por ciudadanos inocentes que nada tuvieron que ver en ella.
Un día antes del brutal acto de terrorismo en los trenes madrileños, todo hacía pensar que el gobernante Partido Popular ganaría holgadamente las elecciones. Así lo mostraban las encuestas y sondeos de opinión. La oposición de izquierda se hallaba desorganizada y el prestigio de Rajoy contrastaba con la juventud de Rodríguez Zapatero. El derechista PP estaba seguro de quedarse un período más en el Palacio de la Moncloa.
El 11-M, como se ha dado en llamar a ese fatídico jueves, volcó al electorado. La gran mayoría de los españoles estuvo siempre en contra de la invasión a Irak. España no tenía nada que ver en ese conflicto al que Aznar arrastró a su país. Sin embargo, el agua pasó por debajo del puente durante un año y atrás quedaron las protestas contra la guerra. Alemania, Rusia y Francia hicieron el "sana-sana" con Bush y París llegó al extremo de ayudarlo en una nueva intromisión internacional cual fue la intervención en Haití…Hasta que llegó el feroz recordatorio. Doscientos muertos y casi mil heridos en una criminal réplica de parte del fundamentalismo islámico. Al-Qaeda expresó de esa manera su venganza y advertencia.
Todo hace pensar que el "Gabinete de crisis" de Aznar analizó toda esa mañana no sólo lo concerniente a los aspectos de seguridad y ayuda a los afectados, muertos y heridos, sino también las profundas implicancias que tendría la situación sobre la votación del domingo 14. Como "Electoralismo miserable" calificó un destacado periodista español al cálculo que surgió de inmediato sobre los cadáveres de doscientas personas : Si el autor del atentado era ETA, perdería el PSOE, en cambio si el cerebro detrás de las bombas era Al Qaeda, el PP podría verse afectado. Así se vio como, con una evidente tozudez, el gobierno minimizaba públicamente a toda prueba o pista que conducía a la organización de Bin Laden y repetía insistentemente que ETA era el sospechoso principal, aunque ésta había hecho conocer su prescindencia en esos hechos y aquella la reivindicaba como propia. No se pudo evitar caer en esa repugnante cabalística electoral.
Las armas de destrucción masiva no aparecieron nunca en Irak ; Estados Unidos sigue cobrando muertos cada día y persistiendo en una ocupación que repugna al mundo ; Bin Laden llama a la "Yihad Mundial", la Guerra Santa que seguramente traerá muchos miles más de muertos ; gente inocente de países cuyos gobiernos tuvieron que ver, como en España, en este conflicto entre los dos fundamentalismos que asesinan por doquier para imponer sus usos y doctrinas. Tan fundamentalista es Bin Laden con sus anacrónicas imposiciones "religiosas", como Bush y su idolatría al dólar, por el que se cometen los atropellos más inauditos en contra de la humanidad y sus derechos fundamentales.
La violencia sólo genera más violencia. Las Torres gemelas, Afganistán, Irak y Madrid deberían ser el ejemplo de lo que no se debe practicar como política y relaciones entre humanos civilizados. Conceptos como "Democracia, justicia, derechos humanos, libertad o estado de derecho", quedan totalmente distorsionados e inservibles si por detrás de ellos hay dólares, petróleo o fanatismos religiosos.
El pueblo español ya se ha pronunciado… ¿Lo hará igual el norteamericano el 4 de noviembre ?