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19 février 2007

El Mercosur ante las políticas de EE.UU. : Lula visitara Uruguay antes que Bush

 

La cancillería brasileña confirmó que el próximo 25 el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva visitará Uruguay días antes del arribo del presidente estadounidense. El objetivo es no permitir que Montevideo se aleje del bloque regional.

El actual escenario dentro del Mercado Común del Sur (Mercosur), esta macado por una situación de gran tensión. El problema de la pastera Botnia que mantiene las relaciones diplomáticas entre Argentina y Uruguay en un punto muerto, con leves signos de diálogo en las últimas semanas. A su vez, Montevideo mantiene acercamientos económicos con Washington que son peligrosos para la estabilidad del bloque.
El Acuerdo Marco Sobre Comercio e Inversión (TIFA, por sus siglas en inglés) firmado por Uruguay y Estados Unidos en enero pasado es un paso previo para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC), que sería una puñalada para el proyecto de integración de la región. Este posible acuerdo sencillamente haría peligrar la membresía de Montevideo en el Mercosur.

En este marco, Lula da Silva se dispone a realizar una política de gran esfuerzo para retener a Uruguay dentro del bloque regional. Es por eso, que el viaje de la próxima semana, el viaje a Uruguay tendrá carácter de urgencia, y por sobre todo, que la visita se realice pocos días antes del desembarco de Bush.

Pese a que desde Montevideo y Washington se diga que el propósito de la visita del mandatario estadounidense sea de "cortesía", por una invitación hecha por el presidente uruguayo Tabaré Vázquez el año pasado.

A todo esto, el presidente Vázquez dijo que le pedirá a Bush una mayor flexibilidad para las exportaciones de lácteos, carnes y productos textiles. No obstante, fuentes de Brasilia admitieron que desconfían de lo que pueda acontecer en ese encuentro.

Según analistas, Uruguay podría acordar pasos más profundos en el sentido de expandir y diversificar su comercio con el país norteamericano. Si del lado uruguayo se juega el mayor acceso al mercado estadounidense para sus "commodities" (leche, carnes y textiles), para Washington la prioridad pasa por los servicios y también por las compras gubernamentales.

En Brasilia desconfían de las declaraciones del gobierno estadounidenses de que no "no pretender un fracaso" del Mercosur. Así lo afirmó Nicholas Burns, miembro de alto rango de la cancillería del país del norte.

El tablero es más que claro, desde que el proyecto estratégico de dominación económica de Estados Unidos para la región, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fue enterrado en la cumbre de Mar del Plata en 2005, el país del norte cambió su táctica por acuerdos comerciales bilaterales.

A través de estos acuerdos con los países más débiles de la región Washington tiende a consagrar precisamente aquellos objetivos que llevaron a la muerte del ALCA y que apuntan a liberar, entre otros sectores, los servicios y las compras gubernamentales. Es en ese esquema que se inserta la visita de Bush a Montevideo.

Cabe destacar que Bush visitara Brasil el 8 de marzo para encontrarse con Lula antes de viajar a Uruguay, pero este hecho no diluye esas previsiones. Es por eso que Lula tratará de retomar acercamientos con Tabaré, dado que faltó a la Cumbre Iberoamericana en Montevideo en noviembre pasado, y también cuando en diciembre último canceló una gira oficial a ese país.

Según la prensa uruguaya se dice que el éxito del encuentro entre Lula y Tabaré dependerá de hasta dónde Brasil es capaz de llegar en su voluntad de liderazgo del proceso de integración. En lo económico eso significaría "generar medidas concretas" para resolver las asimetrías existentes en el bloque.

Según fuentes, los uruguayos indicaron que pretenden negociar con Brasil acuerdos para el intercambio comercial de la industria automotriz y atraer inversiones brasileñas para el sector textil. Pero también van a demandar una reivindicación política : que Brasil sea más activo en la solución del conflicto entre Uruguay y Argentina por las pasteras.

Las medidas que Brasil propuso para paliar el malestar uruguayo sobre las asimetrías no han contado con el consenso firme de Argentina. En la última cumbre del Mercosur en Rio de Janeiro, Itamaraty planteó compensar el fuerte desequilibrio comercial de Uruguay con el bloque, que llega a 1.000 millones de dólares. A su vez, defendió permitir la instalación de factorías en territorio uruguayo, al ofrecer la posibilidad de que este país utilice 80 por ciento de componentes importados en la producción de mercaderías que entrarían al Mercosur como si fueran nacionales (sin pagar impuestos aduaneros). Argentina se opuso por entender que eso equivalía a aceptar la implantación de maquiladoras a un paso de Buenos Aires, con consecuencias muy dañinas para su industria nacional.

El actual proceso de integración regional corre peligro al estar siendo enfocado detenidamente por la Casa Blanca, en el aparente giro que demuestra Washington en su política hacia la región. Es tiempo de tomar decisiones concretas ya anticiparse a los movimientos de el país del norte. La perdida de Uruguay sería una herida muy profunda y difícil de curar para el Mercosur.

Por la Redacción de APM
La Plata, Argentina, 19 de enero de 2007.

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