Accueil > Empire et Résistance > Organismes et ONGs de domination > El Directorio del FMI aprobó el acuerdo con Argentina
Con tres abstenciones entre 24 miembros, la cúpula del FMI consagró ayer en Dubai el programa firmado con la Argentina, que el mundo interpreta como inusualmente blando. El texto supone reajuste de tarifas mientras se renegocian contratos.
El compromiso de otorgar a las privatizadas un reajuste de las tarifas a cuenta, mientras se renegocian los contratos, es probablemente la mayor revelación que depara la lectura del nuevo acuerdo alcanzado por la Argentina con el Fondo Monetario, al menos según la síntesis del programa consensuado que el organismo dio a conocer ayer, después de que el directorio lo convalidara.
Queda claro que el Fondo espera que Diputados dé sanción definitiva al proyecto de ley que faculta al Ejecutivo a renegociar las reglas de juego de los servicios públicos, y también a autorizar algún incremento mientras se discute. Como se sabe, el acuerdo cubre tres años y por él el FMI le refinancia al país 8980 millones de DEG, hoy equivalentes a 12.550 millones de dólares. Esto abre paso a su vez a la refinanciación, por unos 8500 millones adicionales, de obligaciones con el Banco Mundial, el BID y el Club de París. Otro punto importante es que el Presupuesto 2005 debería diseñarse con menos impuestos distorsivos (como el que grava débitos y créditos bancarios) y un nuevo régimen de coparticipación.
Según afirmó Anne Krüger, la número dos del Fondo, éste "reconoce que el programa propuesto está sometido a diversos riesgos, incluyendo los provenientes del hecho de que elementos clave de las reformas fiscal y bancaria, cruciales para la sustentabilidad, sólo serán formulados en una etapa posterior". A su vez, resaltó que el éxito de este programa convenido con el FMI dependerá de lo rápido y sostenible que sea el acuerdo con los acreedores privados del país.
La síntesis del documento detalla los siguientes puntos, que se transcriben a continuación en versión libre y con algunos comentarios :
- Medida por el PIB, la economía nacional crecerá anualmente en torno de 4% entre 2004 y 2006. Se espera que la inflación sea en ese período de un dígito anual (es decir, menos del 10%, por lo que sorprende que Roberto Lavagna haya pronosticado un 10,5% para 2004 al presentar el proyecto presupuestario. El acuerdo se refiere a la core inflation, medición que suele excluir bienes de comportamiento errático, fuera de control, como el barril de petróleo).
- En política fiscal, tras el compromiso de un superávit primario de 3% del PIB en 2004, "las autoridades se comprometieron a superávit primarios de suficiente nivel para cubrir pagos netos de la deuda performing (es decir, que se está atendiendo) y las obligaciones que resulten de la reestructuración" (de la deuda defolteada).
- Habrá reformas estructurales a nivel fiscal para facilitar la eliminación de impuestos distorsivos. La secuencia de esas reformas está concebida para dar tiempo a la obtención del necesario consenso político. Las autoridades enviarán al Parlamento durante 2004 proyectos para la reforma del régimen tributario y de la coparticipación federal, con la intención de incorporar las nuevas normas al Presupuesto 2005.
- La política monetaria seguirá apuntando a afianzar expectativas de baja inflación. La expansión de la base monetaria corresponderá fundamentalmente a la acumulación de reservas internacionales. (Esto significa que, básicamente, el Central emitirá contra la compra de moneda extranjera, y sólo marginalmente lo hará para financiar al sector público. Como ya trascendiera, se prevé un crecimiento muy paulatino de las reservas, lo cual remite a una política monetaria bastante conservadora.)
- Las autoridades están considerando adoptar para fines de 2004 un régimen de metas de inflación (inflation targeting), e implementar reformas "respaldatorias", que propendan a una mayor autonomía del BCRA.
- El programa busca fortalecer al sistema bancario, y especialmente lograr una mayor solvencia financiera de la banca pública, que deberá ser reestructurada y recapitalizada, al igual que la privada. Las autoridades planean compensar a los bancos por la pesificación y la indexación asimétricas. Esto quedaría completado al concluir el año actual. En cuanto a las "pérdidas" sufridas por los bancos debido a los amparos, las autoridades se comprometieron a determinar su impacto y a identificar medidas que fortalezcan al sistema. También para esto el plazo es este fin de año. (En este punto, como se advierte, la formulación es vaga, pero aun así la "compensación" por los amparos terminó estando presente en el texto del acuerdo. Por otra parte, en un texto de presentación, Anne Krüger, subgerenta ejecutiva, afirma que la Argentina "implementará medidas compensatorias que resarzan a los bancos por el impacto que decisiones oficiales tuvieron sobre sus balances". Sin embargo, Lavagna sostuvo ayer en Dubai que los bancos están bien y no necesitan nada.)
- Las autoridades apuntan a concluir la renegociación de la deuda a mediados de 2004. El acuerdo con los acreedores externos deberá ser consistente con la sustentabilidad a mediano plazo. (Se supone que esto quiere decir que deberá cuidarse una adecuada relación entre la capacidad de pago del país y los compromisos que asuma con los bonistas, aunque no queda claro cuál de esas dos variables deberá ajustarse a la otra.)
- En cuanto a las privatizadas, las autoridades apuntan a obtener aprobación parlamentaria dentro de este año para una nueva ley que delegue en el Poder Ejecutivo la facultad de renegociar los contratos y de disponer entretanto incrementos tarifarios. (Este texto contradice las seguridades ofrecidas por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y la secretaria de Defensa de la Competencia y del Consumidor, Patricia Vaca Narvaja, de que el gobierno no aprovechará la delegación legislativa de atribuciones para otorgar un aumento de tarifas a cuenta. Lo difícil en estos casos es saber a quién hacerle caso. En otras palabras, quién le está mintiendo a quién : ¿Horst Köhler al directorio del Fondo, el gobierno argentino al FMI, el Ejecutivo al Parlamento, los ministros Lavagna y De vido entre sí ? Pero si sólo se atiende al texto firmado, existe un concreto compromiso de reajustar las tarifas sin esperar que concluya la revisión de los contratos.
- Las autoridades revisarán la legislación sobre quiebras con miras a poner en vigencia un marco legal y regulatorio que sea conducente al avance en la reestructuración de las deudas de empresas privadas.
Por tres chicos rebeldes se estropeó la unanimidad
Respaldos contundentes como los de Estados Unidos y Francia no impidieron que tres países europeos de poco peso votaran en contra de la Argentina.
El acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional fue producto de un largo debate en el directorio del organismo, en el que el firme respaldo de Estados Unidos y Francia no alcanzó para evitar tres abstenciones en la votación que consagró ayer el entendimiento en Dubai. Las autoridades del FMI intentaron durante toda la jornada evitar que se conocieran detalles de la votación, que a puertas cerradas emitieron los 24 miembros de la cúpula del organismo multilateral. En esa línea, los voceros oficiales del Fondo señalaron públicamente que todos los directores habían votado de forma afirmativa el acuerdo, mientras que el director del Hemisferio Occidental del organismo, Anoop Singh, esquivaba los requerimientos periodísticos al respecto.
Durante la conferencia de prensa en la que Singh dio a conocer algunos detalles del acuerdo con la Argentina, rechazó en tres oportunidades brindar información oficial respecto del resultado de la votación, amparándose en la confidencialidad de este tipo de encuentros.
Sin embargo, los hombres del Fondo no pudieron tapar el cielo con un harnero, y al mediodía de los Emiratos una fuente del organismo ya había confirmado la existencia de "varias abstenciones". Más tarde, otra fuente vinculada al organismo confirmó que "la votación se dio con tres abstenciones, que fueron de los países que históricamente se opusieron a este acuerdo por considerarlo demasiado blando para la Argentina". "Holanda, los países nórdicos y Australia se abstuvieron en la votación, mientras que Bélgica votó a favor, aunque con la aclaración de que uno de los miembros de su silla, Austria, impulsaba la abstención", aclaró el consultado.
Algunas de las sillas del directorio del Fondo Monetario son compartidas por varios miembros, que se alternan para participar de las votaciones y, finalmente, si no hay acuerdo dentro del grupo, define el que en ese momento se encuentra sentado a la mesa de las votaciones. De todos modos, la sensación que circulaba en la enorme sala de prensa del Centro Internacional de Convenciones donde se realiza la Asamblea Anual del Banco Mundial y el FMI era que el acuerdo era extremadamente benévolo con la Argentina ; en definitiva, un acuerdo blando.
Un reflejo claro de esa percepción se tuvo cuando un periodista de un canal financiero local inició la ronda de preguntas de la conferencia de prensa planteando si debía interpretarse el acuerdo con la Argentina como un premio por declarar la cesación de pagos sobre una deuda superior a los 100 mil millones de dólares. Atragantado por la estocada, Singh defendió a rajatabla el entendimiento, asegurando que incluye una importante serie de compromisos para desarrollar reformas estructurales y consignando que está lejos de tratarse de un premio.
Si bien evitó pronosticar cómo reaccionarán los mercados al acuerdo, cuyo contenido íntegro se conocerá recién el lunes, fue más allá en la defensa de la carta de intención y apeló a lo ocurrido en los últimos días para reflejar la aprobación de los inversores. "Lo único que tenemos claro es que ha pasado más de una semana desde que fue firmado el acuerdo y en ese período las señales han sido positivas. El mercado ha respondido de forma favorable, sin impactos sobre el tipo de cambio, y se podría decir que si Argentina logra mantener su tasa de crecimiento en torno del 4 ó 5 por ciento en los próximos años, ello será del agrado de los mercados", insistió Singh.
Al término de la conferencia de prensa, el representante permanente del FMI en la Argentina, John Dodsworth, hacía lo suyo para despejar algunos fantasmas que planteaban varios periodistas sobre la reacción de los inversores. "Nadie puede decir si el acuerdo es malo o bueno porque todavía no lo han leído. Debemos esperar a que se difunda la versión final para permitir a los mercados emitir una opinión ; antes son sólo especulaciones", afirmó Dodsworth, quien consideró que el entendimiento es consistente con una propuesta de reestructuración de la deuda. En definitiva, tanto Singh como Dodsworth saben que son los responsables últimos por haber recomendado al directorio del organismo la sanción de este programa, que exige un pronunciado esfuerzo de ahorro fiscal al Estado argentino, pero aun así parece haber dejado insatisfechos a algunos sectores.
PROPUESTA EN ESTEREO, EN DUBAI Y BUENOS AIRES
Un lunes de caras muy largas
El gobierno argentino dará a conocer mañana en Dubai, Emiratos Arabes Unidos, una propuesta y un cronograma para la renegociación de la deuda en default con los acreedores privados, precisó ayer el ministro de Economía, Roberto Lavagna, ratificando que el Fondo Monetario Internacional no intervendrá en el proceso de reestructuración de esos pasivos. "El lunes vamos a dar a conocer el cronograma", dijo el ministro en la víspera al pequeño grupo de periodistas argentinos que asiste a la asamblea anual conjunta del FMI y del Banco Mundial. El Gobierno había anunciado con anterioridad que difundiría mañana su proposición a los bonistas, pero ayer Lavagna agregó que también se dará a conocer un cronograma para la reestructuración de esa deuda, que suma 103 mil millones de dólares, incluyendo vencimientos no afrontados y rentas corridas.
Tanto Lavagna como el director del Hemisferio Occidental del Fondo, Anoop Singh, se encargaron de remarcar que el FMI no tendrá ninguna participación en el proceso de reestructuración con los acreedores privados, más allá del compromiso que adoptó el Gobierno en la carta de intención suscripta con el organismo multilateral.
La presentación que hará mañana a las 9, hora argentina, el equipo económico es uno de los acontecimientos que más expectativas ha generado entre los cientos de periodistas de todo el mundo asistentes a la cumbre y, de forma inversamente proporcional, el secreto mejor guardado de la administración de Néstor Kirchner. Jamás país alguno encaró la renegociación de semejante volumen de deuda. Lavagna prefirió no comentar los detalles que tendrá el ofrecimiento, aunque reiteró que "es obvio que va a haber caras largas entre los tenedores de bonos, porque nadie festeja al tener que reconocer una situación de pérdida de capital, pero los bonistas deberán admitirla porque la realidad es la realidad".
Por su parte, Singh consideró ayer que la reestructuración de la deuda con los privados será un proceso más complicado que el de la negociación que llevó a un acuerdo entre la Argentina y el Fondo, y estimó que recién podrá haber un panorama claro para medidos del año próximo. Defendió la decisión de dejar abierta la pauta de superávit para los últimos dos años del programa, porque "establecer una cifra para 2005 y 2006 sería cerrar la puerta a una negociación". La pauta de superávit fiscal fija el dinero disponible que tendrá la Argentina para hacer frente a las deudas con los acreedores privados e, indirectamente, establece un parámetro para fijar la quita. Lavagna destacó que el Gobierno hará una presentación simultánea del programa de reestructuración de la deuda. "Aquí en Dubai lo presentaremos a algunos tenedores de bonos -dijo-, pero simultáneamente el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, la dará a conocer a los legisladores en Buenos Aires."
LAVAGNA NEGO UN PRECIO A PAGARLE A WASHINGTON
Un respaldo sin contraprestaciones
El firme respaldo de Estados Unidos a la Argentina en el proceso de negociación de un acuerdo con el Fondo no implicó "contraprestaciones políticas ni económicas", aseguró ayer el ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien prefirió en cambio explicar ese respaldo por la sorprendente evolución positiva que mostró la economía argentina en los últimos meses. La misma evolución que, según opinó el jueves en Dubai Kenneth Rogoff, máximo economista del FMI, no resultó ni tan positiva ni tan sorprendente, en comparación con otros países que atravesaron crisis parecidas. "En lo que a mí concierne, y hasta donde sé, no hubo ninguna contraprestación en materia financiera y creo que tampoco en otros aspectos", señaló Lavagna a la prensa argentina.
El ministro prefirió remitir el respaldo norteamericano al presunto "grado de sorpresa, incluso manifestada por algunos, ante la evolución de la situación argentina, no sólo económica, sino también política". Lavagna se entrevistó por la mañana con el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, y su segundo, John Taylor, en el mismo momento en que el directorio del FMI mantenía la discusión que terminó con la aprobación del acuerdo de mediana extensión.
En una especie de mea culpa por la serie de pronósticos errados que efectuaron los técnicos del organismo, presagiando en 2002 una debacle ulterior de la economía y más tensiones políticas para este año, Anoop Singh admitió que "la situación es hoy muy distinta". "Es por eso que en este programa -dijo- las reformas establecidas son en secuencia, para darles a las autoridades el tiempo necesario para construir el consenso que permita la total implementación de esas reformas."
4.500.000 del Mundial
El mismo día en que el Directorio del Fondo aprobó el acuerdo con la Argentina, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, mostró las primeras consecuencias positivas de ese entendimiento y reveló que negocia con el Banco Mundial un programa a cuatro años con créditos por 4500 millones de dólares. Si bien es cierto que aún falta ultimar los detalles de esta negociación, el acuerdo implicaría el primer desembolso importante de dinero fresco para el país luego del default declarado en enero de 2001. "No está cerrado, todavía estamos negociando, pero es un programa de 4500 millones que se desembolsarían a lo largo de cuatro años", señaló el ministro. Lavagna realizó el anuncio en uno de los salones de la suite del piso 39 del Emirates Tower Hotel, que el Fondo y el Banco Mundial pusieron a su disposición para participar de la reunión anual conjunta que los organismos multilaterales realizan en la ciudad de Dubai, en los Emiratos Arabes Unidos. "Los lineamientos del programa todavía los estamos definiendo", explicó Lavagna, quien mantuvo en la mañana de ayer una reunión con el vicepresidente del BM, David de Ferranti. El ministro se mostró relajado por la aprobación del acuerdo con el Fondo, aunque a la expectativa por la reacción que tendrán mañana los acreedores privados.
Por Julio Nudler