Accueil > Les Cousins > Équateur > Ecuador es un caso aislado o una nueva tendencia regional ?
En Buenos Aires se reunió de urgencia la Unasur para repudiar el intento de golpe en Ecuador. El cuartelazo fracasó. La duda es si se trató de algo aislado o un eslabón de toda una cadena latinoamericana.
En lo inmediato el polvorín ecuatoriano se pudo apagar antes de un estallido en toda la línea. Eso sí, el resultado no fue neutro ni gratis, porque las últimas informaciones elevaron a 8 el número de muertos y a casi 200 el de heridos.
El presidente Rafael Correa fue herido, internado, secuestrado por nueve horas y liberado por comandos militares constitucionalistas en medio de tiroteos. El auto en que fue rescatado tuvo varios impactos de bala que afortunadamente no dieron en el blanco.
La gravedad del asunto fue evidente. Sólo diarios porteños que querían bajarle la importancia a lo sucedido titularon en primera plana que se trataba de meras rebeliones policiales. Para la gente que ama la democracia se trató de un boceto de golpe de Estado, con secuestro presidencial incluido.
El pretexto de ocasión fue una ley que supuestamente perjudicaba el salario y la carrera policial, algo desmentido por el gobierno. Pero siempre los golpistas van a usar una excusa, como la defensa de la propiedad privada presuntamente amenazada por Salvador Allende, el accionar Tupamaro en Uruguay, la corrupción de Isabel Perón, el giro "procubano" de Hugo Chávez y la incorporación al ALBA más el intento de votar para cambiar la Constitución en Honduras, etc.
El presidente pro-témpore de Unasur es desde 2009 Correa y más vale que no pudo llegar a tiempo al Palacio San Martín donde se sesionó de urgencia para tratar la crisis en su país. Pero otros mandatarios sí llegaron, convocados por la anfitriona Cristina Fernández y el secretario permanente del espacio, Néstor Kirchner.
En un horario desusado, pues la reunión culminó a las 4 de la mañana del viernes 1, los jefes de Estado de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela repudiaron la asonada golpista mediante un documento de seis puntos.
El rechazo no se agotó en palabras pues ese viernes los cancilleres emprendieron viaje a Quito, para llevar ese mensaje solidario a las instituciones democráticas que a esa altura respiraban aliviadas.
Correa ya había regresado al Palacio de Carondelet y asegurado que después de semejante conspiración no habría perdón ni olvido. Justamente el documento de Unasur había pedido que fueran juzgados y condenados los responsables del putsch.
La pregunta es ¿la democracia latinoamericana puede considerarse a salvo de planteos golpistas ? ¿Estos son algo aislado o el fruto de un plan zonal ?
La cancillería cubana puso el dedo en la llaga, el jueves : « Cuba advirtió, en ocasión del golpe de Estado organizado en Honduras, con la participación de sectores de poder de los EE UU, y después con la situación de impunidad en que han quedado los golpistas, que con esos graves hechos se había reabierto una nueva era de golpe de Estados y dictaduras militares en América Latina ». La polémica está abierta.
Hebe y Tribunales.
Al interior de Unasur no hay demasiadas unanimidades pese al derroche de unidad que se vio en la madrugada del viernes sobre el tópico ecuatoriano.
Cuando ese día había amanecido, el presidente chileno se enteró de la resolución de la argentina Comisión Nacional de Refugiados (Conare) de otorgar el refugio político al ex guerrillero Galvarino Apablaza Guerra, requerido en extradición. La Comisión, que funciona en la órbita del Ministerio del Interior y con participación de otras carteras, más las Naciones Unidas por medio de su agencia de refugiados (Acnur), concluyó que ese militante era un refugiado político que ameritaba el beneficio.
Sebastián Piñera, al tanto de la novedad, rechinó los dientes porque dijo que el crimen cometido por Apablaza debía ser juzgado en Chile. De ese modo el mandatario derechista adelantaba su criterio de que el solicitado era culpable del delito que se le imputaba, sin pruebas. Y, sin quererlo, dio más fundamentos a la resolución de Conare de que del otro lado de los Andes no había ecuanimidad para juzgar a Apablaza.
De todas maneras, Piñera cuidó su lenguaje. Expresó su protesta pero no llegó a los exabruptos. En cambio los dirigentes de la UCR, con su comunicado de prensa, fueron más papistas que el Papa, pues endilgaron al gobierno argentino una "bochornosa complicidad frente al crimen". Federico Pinedo, del PRO, trató de decir cosas parecidas pero se quedó corto. En esto la UCR fue insuperable.
El juez Claudio Bonadío, que en 2004 había denegado la extradición y recientemente había rechazado el pedido trasandino de detener en forma preventiva a Apablaza, habrá recibido el dictamen de Conare con satisfacción. Estaba en línea con sus resoluciones.
En cambio otros fallos de la justicia levantaron polvareda del lado del gobierno kirchnerista, organismos de derechos humanos y movimientos sociales que demandan la aplicación de la ley de medios sin cortapisas.
Según Joaquín Morales Solá, en la Corte Suprema hay seis votos contra uno listos a reafirmar que ese tribunal no considerará ni se pronunciará sobre fallos cautelares. Así estaría sellada la mala suerte de todos los que quieren que la norma democrática sobre servicios de comunicación audiovisuales se pueda aplicar plenamente.
Intuyendo esa correlación de fuerzas desfavorable para dar vuelta esos fallos inspirados por el monopolio Clarín, el martes se dieron cita miles de personas frente a Tribunales. Fueron convocadas por la Coalición por una Radiodifusión Democrática, con una consigna centrista : "por una ley para todos, para los monopolios también".
Lo que no fueron en absoluto centristas fueron los discursos de los oradores de ese acto, entre ellos Julio Piumato (UEJN), Estela de Carlotto (Abuelas), Sergio Busso (Farco) y Hebe de Bonafini (Madres). En particular la última fue muy dura con las moras de la justicia, calificó de "turros" a algunos miembros de la Corte, propuso hacer una marcha al mes y, de ser necesario, tomar Tribunales. Fue por lejos la oradora más aplaudida, aunque también la más criticada en los medios al día siguiente.
Jueces cautelares.
Las trabas en la justicia a ciertas leyes o disposiciones correctas de la administración nacional le dieron 15 minutos de fama al ignoto juez bonaerense Elvio Sagarra, quien suspendió la aplicación de las medidas contra la ex Fibertel.
Las maniobras de Clarinete para que su recurso cayera justo en el escritorio de ese magistrado provocaron la serie de tweets disparados por la presidenta el martes, último día de su estadía en Nueva York. En esos breves mensajes por la red social mencionada, Cristina Fernández bautizó a esos jueces como « cautelares ».
Desde la misma ciudad, su esposo Néstor Kirchner recordó que los jueces deben ser independientes del poder político pero también de los poderes económicos concentrados. Esto no ocurre con esa clase de magistrados que fallan según su filiación política y la billetera del demandante.
Presumiblemente esa tendencia negativa va a continuar y quizás profundizarse, vista la composición que va adquiriendo el Consejo de la Magistratura con la incorporación de representantes de abogados y magistrados militantes de la oposición conservadora.
En la otra punta del espectro y en un país vecino como Bolivia, se hacen en estos días los aprestos finales para que la población elija a los jueces con su sufragio, votando ternas preseleccionadas. Acá se los nomina de otro modo, ganan sueldos altísimos sin pagar impuestos a las ganancias y duran toda la vida, salvo que se les comprueben delitos (muchas veces, aún así siguen como grandes señorías).
El enojo con respecto a los fallos adversos a la ley de medios y al fin de la concesión a Fibertel no fue exclusivo de las autoridades sino de amplias franjas de la ciudadanía. ¿Ni leyes votadas con amplitud podrán entrar en vigencia por el sabotaje de intereses monopolistas afectados ? En ese sentido, de la alteración del orden legal, Buenos Aires no está tan lejos de la Quito del jueves, aunque en la Capital Federal los enemigos de la ley emplean medios menos violentos que los gases lacrimógenos y las balas.
De vuelta a Olivos, la jefa de Estado deberá analizar cómo sacar el palo en la rueda puesto por los tribunales funcionales al monopolio.
Habrá reflexionado sobre el tema durante los seis días que estuvo en Nueva York, donde alternó buenas y malas.
Fue bueno, muy bueno, que Argentina alcanzara la presidencia por un año del Grupo de los 77 más China, donde se nuclean 132 países del Tercermundo. "Y decían que estábamos aislados del mundo, si es para reírse", se burló Cristina de las estupideces que dijeron hasta hace poco Elisa Carrió, Mauricio Macri y Gerardo Morales.
Pero fue lamentable que calificara de "fantástica" la reunión que tuvo con el titular de la Bolsa de Wall Street, Duncan Niederauer, y otros jerarcas de la timba financiera neoyorquina. El mismo calificativo le mereció el encuentro a puertas cerradas con 18 ejecutivos del Consejo de las Américas, organizado por la banquera Susan Segal. Esos escenarios, esos personajes y esos lobbies están asociados a las peores políticas y presidentes argentinos (uno de éstos fue calificado como "lamebotas yanquis" por Fidel Castro).