Accueil > Les Cousins > Colombie > Delatores y Espías Guiados por las embajadas de Colombia.
Al presidente de Colombia, Alvaro Uribe Vélez, no le bastaban sus paramilitares, esas bandas de asesinos organizadas y dirigidas por las Fuerzas Armadas, financiadas principalmente por el narcotráfico, y responsables de los más salvajes crímenes contra la población civil en la ya larga historia del terrorismo de Estado en Colombia.
Por ello decidió a fines del 2002, apenas llegado a la presidencia, conformar una « red de un millón de colaboradores civiles », para la apoyar la guerra contrainsurgente. Hasta la Comisión de Derechos Humanos de la ONU expresó su preocupación, pues así se vinculaba a la población civil en el conflicto.
Pronto se supo que la mayoría de delaciones eran motivadas por el cobro de la recompensa, llegando al extremo de un hombre « denunciar » a la esposa en un ataque de celos. Así llegaron a la cárcel miles de inocentes, y otros fueron asesinados.
Paralelamente, Uribe Vélez ordenó que en el exterior se crearan redes de informantes, coordinadas desde las embajadas. De esta manera muchos emigrantes fueron vinculados al « espionaje ». Las embajadas se han aprovechado de la desesperante situación de los colombianos sin documentos, especialmente en Europa, ofreciéndoles colaborar en su regularización si aceptan espiar a sus compatriotas.
El objetivo principal son los colombianos que denuncian la violación a los derechos humanos, y aquellos que buscan la solidaridad con las luchas de las organizaciones políticas y populares en Colombia. Se sabe que los denunciantes más efectivos han sido los renegados de izquierda, quizás buscando que un día cualquiera se les nombre funcionarios.
A comienzos de este año 2010 el presidente ordenó « buscar » y « acabar » con los « terroristas » en el exterior. « A todos tenemos que acabarlos, estén donde estén », dijo Uribe Vélez. Mientras su canciller expresaba : « Los colombianos sabemos perfectamente que se trata de criminales, terroristas y asesinos ». Por tanto se le exigió a las embajadas que fueran más efectivas con las redes de espionaje y delación.
Se ha logrado conocer que algunos gobiernos europeos han advertido directamente al colombiano que no intente agredir exiliados políticos o residentes opuestos a sus políticas. Ni pareciéndose un « accidente ».
Lo cierto es que estos delatores deben ser denunciados ante las autoridades de cada país, pues las leyes internacionales lo prohíben. Ellos deben ser expulsados y la embajada amonestada.
COLOFON : Algunos de los militares que participaron en la « Operación Jaque », que logró la liberación de la señora Ingrid Betancourt, están residiendo en Francia. En bares de lujo cuentan con orgullo los pormenores de « Jaque », precisando que en la actualidad están dedicados a « estudiar ». Con los tragos en la cabeza, reconocen que en realidad están apoyando a la embajada en su labor de espionaje.