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13 mai 2007

¿Continúa la caza de brujas en Colombia ?

 

Durante las últimas semanas, los representantes de la oposición al gobierno vienen sufriendo distintos tipos de ataques. ¿Su origen está relacionado con su participación como denunciantes en el escándalo de la parapolítica ?

Por Matías Mongan
APM
. La Plata Argentina, 11 de mayo de 2007.

En la actualidad el senador del Polo Democrático Alternativo (PDA), Gustavo Petro, es uno de los principales exponentes de la oposición al gobierno de Álvaro Uribe en Colombia. Con sus denuncias sobre los nexos de las fuerzas paramilitares con altas esferas del poder político gobernante, ha logrado hacer tambalear no sólo a importantes representantes de la coalición gobernante, sino también al mismo primer mandatario, quien en medio de un ataque de furia llegó a calificar al senador del Polo como "un guerrillero vestido de civil".

Ahora bien : ¿Quién es este político que logra sacar de sus cabales al presidente Uribe ? Petro, nacido el 19 de abril de 1960 en Sipaquirá, Cundinamarca, a los dieciocho años de edad se unió al movimiento guerrillero 19 de abril (M-19). Allí esencialmente se desempeñó en el campo político, lo que le posibilitó ser elegido concejal de su ciudad durante el periodo 1984-1986.

Luego que el M-19 se desmovilizó en 1990, Petro contribuyó a fundar el movimiento alianza democrática. Durante el año pasado su carrera política se vio coronada ya que logró alcanzar el puesto de senador nacional por el Polo Democrático Alternativo, que sin lugar a dudas logró catapultarlo a la notoriedad -tanto a escala nacional, como internacional- con la denuncia que realizó hace unas semanas en el Congreso. La misma detallaba el fuerte crecimiento que experimentaron las fuerzas paramilitares en Antioquia entre 1995 y 1997, justo cuando el actual presidente Álvaro Uribe era el gobernador de la región.

Tal vez como consecuencia de su firme decisión de denunciar los nexos del espectro político uribista con los paramilitares, durante los últimos días el senador Gustavo Petro ha tenido que soportar una serie de embates que pueden hacer suponer que está siendo objeto de actividades de inteligencia de parte de las fuerzas estatales.

El pasado 19 de abril, justamente para responder a la denuncia del senador del PDA en el Congreso, en medio de una rueda de prensa el presidente Uribe señaló que "Tengo pruebas de inteligencia militar y de Policía, de personas que dicen : Ya nos tiramos el Tratado en Estados Unidos, acusando al tal por cual de Uribe. Las coincidencias es que muchos de los críticos que han ido allá son adversarios aquí del TLC, pero no voy a hacer alusiones personales (...) Son congresistas (...) Proceden muy evidentemente, no se cuidan tanto como creen cuidarse".

Este señalamiento indefectiblemente hacía referencia a Petro, ya que éste fue uno de los pocos congresistas -junto a Jorge Robledo- que en lo que va del 2007 viajó a Washington para debatir asuntos con homólogos estadounidenses. Asimismo esta declaración es muy grave ya que nos permite inferir que el gobierno colombiano podría estar llevando a cabo actos de espionaje sobre las actividades que desarrollan los políticos de la oposición.

Sólo cinco días después de las controvertidas palabras de Uribe, el senador tuvo que soportar una "inspección judicial" en su oficina en el marco de una investigación judicial por espionaje contra un coronel del Ejercito. La Fiscal de la causa ordenó esta medida para así buscar un documento que Petro tenía en su poder y que podía contribuir a la investigación. De lo que esta funcionaria parece haberse olvidado es que en estos casos tradicionalmente el pedido de información se realiza a través de un exhorto, no irrumpiendo por la fuerza con la policía en la oficina de un Senador Nacional que además goza de inmunidad parlamentaria.

El último "hecho desafortunado" que tuvo que sufrir el dirigente del PDA fue la detención de dos individuos que merodeaban la casa donde vive su ex esposa (junto a sus hijos) en el área rural de Cajicá, Cundinamarca. Tras ser detenidos por la custodia presente en el lugar, las personas primero se identificaron como pertenecientes al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), pero luego que se pudo comprobar que este dato era erróneo, finalmente terminaron reconociendo que formaban parte del servicio de inteligencia del Ejército.

Este hecho sin lugar a dudas produjo mucha conmoción en toda Colombia, al punto que al día siguiente que sucedieron las detenciones salieron a hablar a la prensa importantes representantes de los sectores castrenses, para así intentar explicar a la opinión publica lo sucedido.

Uno de los que habló fue el Comandante de las Fuerzas Militares, General Freddy Padilla De León, quien confirmó que los oficiales que fueron aprehendidos estaban trabajando en una investigación que busca verificar los posibles vínculos entre miembros de las Fuerzas Armadas -algunos en retiro y otros en actividad- con : "Círculos bolivarianos que se están reuniendo aquí en Colombia con el propósito de subvertir el orden constituido".

De acuerdo a la poca creíble versión oficial, el supuesto nexo para unir a estos grupos sería una señora que respondería al alias de "Andrea", quien en realidad no sería nada más y nada menos que Marilú Serrano, o sea la ex esposa del Senador Gustavo Petro.

Cuando fue consultado por la prensa sobre este tema, la mujer tajantemente negó estar implicada en la formación de grupos desestabilizadores y acusó a los miembros de Inteligencia del Ejército de llevar adelante una persecución descarada.

Asimismo aclaró que a pesar que es la Presidenta del Instituto Bolivariano de Estudios Latinoamericanos (IBEL), su gestión jamás ha estado al margen de la ley, ya que siempre revistió un carácter publico.

Cansado ante las distintas amenazas que día a día recibe tanto el como su familia, el senador Gustavo Petro acusó al Presidente Álvaro Uribe de ocultar información relacionada con el tema.

"Me remito a las palabras del Presidente. Entre muchas cosas dijo que había vigilancia de inteligencia militar y policial sobre nosotros. Mas que -el Comandante del Ejercito- Mario Montoya, es el Presidente el que sabe -el origen de las amenazas-", enfatizó el senador ante los micrófonos de Radio Caracol.

Como conclusión, podemos decir que todos los sucesos que viene padeciendo a lo largo de este último tiempo, Gustavo Petro demuestran con claridad que en Colombia existen ciertos intereses que buscan amenazar el normal desarrollo del funcionamiento democrático. Todas esas amenazas, lo que buscan es suprimir a aquellas voces que hoy por hoy se animan a denunciar los alcances del poder parapolítico dentro de la sociedad colombiana. Parece ser que la cacería de brujas sigue su marcha e Colombia.

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