recherche

Accueil > Les Cousins > Colombie > Colombia : La guerra no es la misma y las Farc atraparon a tres posibles (…)

15 février 2003

Colombia : La guerra no es la misma y las Farc atraparon a tres posibles contratistas de la CIA

 

En Colombia, el sangriento atentado contra el club El Nogal, en Bogotá, y el posible fallido intento de matar al presidente Álvaro Uribe, en Neiva, dan un vuelco al conflicto en el que hasta ahora el gobierno parecía a la ofensiva pero ahora son las Farc quienes llevan la iniciativa. El influyente diario El Tiempo, que respalda a Uribe (el ex Jefe de Redacción del matutino es el actual vicepresidente colombiano), analizó hoy la situación :

El atentado en Bogotá, paro armado en Arauca y el posible atentado fallido contra el Presidente, en Neiva, cambian la cara de la guerra.

Entre el viernes 7 y el viernes 14 de febrero, Colombia ha pasado por una de las semanas más dramáticas de que se tenga memoria.

En medio del tronar de las bombas y las tragedias de este conflicto interminable deben sacarse lecciones de fondo de la bomba contra el Club El Nogal, la parálisis de la zona de rehabilitación de Arauca por un paro armado de la guerrilla y la espantosa explosión que sacudió a Neiva y que cobró la vida de 15 personas e hirió a más de 50.

Sin la menor exageración debe constatarse que se trata de hechos que, además de un desafío sin precedentes contra las políticas de seguridad con las que Álvaro Uribe conquistó el corazón del electorado, marcan un punto de no retorno en la guerra en Colombia.

Más aún, con la preocupante posibilidad de que, tras la explosión en un barrio popular cercano al aeropuerto, se esconda un atentado contra el avión en el que debía aterrizar hoy en Neiva el Presidente.

Ya se veía venir. Desde el fin de la zona de distensión, hace un año, cerca de una decena de grandes atentados con incontables víctimas civiles indicaban la creciente binladenización de las Farc.

Por su parte, la zona de rehabilitación decretada hace casi cinco meses en los tres municipios petroleros de Arauca, con cuatro carros-bomba, secuestros y retenes guerrilleros, ya era una nuez dura de roer. Pero que esa región, campo de prueba de la estrategia de orden público, haya pasado una semana bajo la autoridad intimidatoria del ELN es un desafío al corazón mismo de esa política.

El Nogal y Neiva representan lo que los marxistas llaman un salto cualitativo en la dinámica de la guerra, un punto de no retorno en la evolución de las Farc hacia el terrorismo y, muy posiblemente, un endurecimiento sin reversa de un Estado asediado y golpeado en lo más sensible.

Estos hechos revelan los niveles a que han llegado las Farc en manejo de explosivos y los extremos inconcebibles hasta donde están dispuestas a aplicar la fórmula de Jojoy (N. de la R. : Se refiere a un comandante de las Farc apodado el Mono Jojoy) de llevar la guerra a las ciudades.

Este ejército irregular de miles de hombres armados hasta los dientes, presuntos redentores del pueblo, queda al servicio del más puro y brutal terrorismo : el de matar inocentes para crear pánico e impotencia.

Las repercusiones distan de ser coyunturales.

¿De qué intercambio humanitario -para no mencionar eventuales negociaciones de paz- puede hablarse entre un gobierno herido en lo más vivo y una guerrilla radicalizada, desafiante y a la cual, aparte de matar al Presidente y hacer invivible el país, no le importa nada ?

Hasta el incipiente proceso con los paramilitares puede venirse al piso : con semejante barbarie guerrillera tienen servida en bandeja la excusa, como ya lo insinuó Castaño (N. de la R. : se refiere a Carlos Castaño, el jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, los paramilitares), para no desistir de su también macabra labor antisubversiva.

A seis meses de iniciado su mandato, el Presidente y su política de "seguridad democrática" han llegado a una encrucijada crítica. Esta semana deja planteadas varias preocupantes incógnitas.

** ¿Qué va a pasar en las zonas especiales de rehabilitación, cuya recuperación por parte del Estado nada que se consolida ?

** ¿Y cómo van a adelantar el Gobierno y las Fuerzas Armadas una guerra cuyo traslado a la ciudad ha sido tan inesperado como diabólico ?

Esta ya no es la misma guerra. Guardadas las debidas proporciones, lo sucedido en los últimos días es al conflicto colombiano lo que las Torres Gemelas han sido a la situación mundial. Hay un antes y un después. Y ese después es lo que estamos comenzando a vivir los colombianos.

Lo que nos faltaba

Por primera vez en la historia del conflicto colombiano, tres norteamericanos, al parecer contratistas de la CIA en una misión de inteligencia, caen en manos de las Farc.

La confirmación, por parte del general Mora, de que tres de los cinco pasajeros de la avioneta que cayó en Caquetá se hallan en poder de esa guerrilla -los otros dos, un suboficial colombiano y un norteamericano, aparecieron muertos a bala-, es de una inmensa gravedad.

Hecho sin precedentes. Que lleva a preguntarse cuál puede ser el efecto, tanto en términos de la respuesta de Washington DC como de la capacidad de chantaje que logran las Farc con tres canjeables de ese calibre. No sólo a favor de sus demandas de zonas desmilitarizadas y nuevos interlocutores para el intercambio humanitario.

Cualquier cosa, desde el cese de las fumigaciones hasta el retiro de los militares norteamericanos de Colombia, se les puede ocurrir. Como también a los Estados Unidos, cuya respuesta en casos como este puede ser verdaderamente drástica. Todo lo cual añade presión sobre el gobierno del presidente Uribe.

Lo que nos faltaba, en suma, para que a este conflicto, ya desbordado, se le agregara un elemento de imprevisibles consecuencias. Un efecto, ese sí previsible, es que el gobierno de Bush comenzará a ocuparse con más atención de la amenaza terrorista en este Hemisferio. En particular, en nuestro país, donde ya está profundamente involucrado.

Publicado en El Tiempo, de Bogotá, Colombia.

Urgente24.info, 15/02/2003 - 10:22

Retour en haut de la page

El Correo

|

Patte blanche

|

Plan du site