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Por César Horacio Chavez
Abogado. Magíster en Derecho Administrativo
Abstract
El Mercosur
El Tratado de Asunción, firmado el 26 de marzo de 1991 entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay dio nacimiento al MERCOSUR. Luego se adhirió Bolivia por un Acuerdo de complementación económica (1995), y en 1997 Chile.
Su dinámica y funcionamiento depende, más allá de los órganos creados (Consejo de Mercado Común, Grupo Mercado Común, Comisión de Comercio, Comisión Parlamentaria Conjunta, Foro Consultivo Económico y Social), del impulso y las decisiones que adopten los titulares del Poder Ejecutivo ; desde esta perspectiva puede afirmarse que depende de la diplomacia presidencialista.
Ese carácter intergubernamental condiciona el éxito de los objetivos que se tuvieron en mira al lanzarse el Mercosur, a la voluntad de los gobiernos de turno en los respectivos países en tanto ningún Estado se encuentra obligado a decisiones tomadas en contra de su voluntad. Y cuando existe consenso su implementación está reservada a cada Estado miembro. Si a ello se agrega la falta de un órgano jurisdiccional supranacional, la endebles institucional del Mercosur resulta manifiesta.
La supranacionalidad del sistema constituye una clave fundamental en el proceso de integración pues ello garantiza el carácter vinculante de las decisiones y la operatividad en los Estados miembros de las mismas.
Requisitos para la integración
Cabe reflexionar acerca de los requisitos ineludibles que deben estar presentes para avanzar en un proceso de integración y cuáles son los obstáculos que ha enfrentado y enfrenta este proceso Uno de esos requisitos es el control de las variables macroeconómicas Pero debe existir además equilibrio social También es necesario que los Estados miembros compartan la misma visión acerca del mundo y del contexto en el cual deben interactuar.
Esta visión acerca del mundo (o cosmovisión) nos lleva de la mano a los conceptos analizados en el principio (globalización - integración) y que tienen una incidencia notoria para evaluar los obstáculos que ha sufrido y sufre el MERCOSUR.
En principio porque existe una patente asimetría en lo que ha sido la política de desarrollo en Brasil y la que se ha implementado en la Argentina.
Argentina, salvo el proyecto agro exportador de finales del siglo XIX y un incipiente proceso industrial impulsado en el primer gobierno justicialista, bien puede afirmarse que no ha tenido una estrategia de desarrollo. Más aún, desde 1976 se inició un proceso de desmantelamiento del sector industrial y cada vez con mayor énfasis, un apego incondicional a las políticas neoliberales que se impulsaban desde los centros del poder político y financiero internacional, que terminó sumiéndonos en la pobreza extrema y explica mucho de los males que padecemos.
El contexto global
Cuál es el contexto global y regional en el que se desarrolla el MERCOSUR ? Sin duda que el fenómeno de la regionalización no es sino una respuesta a profundos cambios en los patrones productivos, a las inversiones y en definitiva al intercambio comercial Deben asimismo ponderarse dos cuestiones que no son menores : el proyecto ALCA y las relaciones con la UE.
En el proyecto ALCA el consenso como principio rector para la toma de decisiones y la regla de que nada está acordado hasta que todo está acordado (single undertaking) constituyen los ejes sobre los cuales se discuten los diferentes posicionamientos y los criterios de convergencia para avanzar en un proceso que incluye cuestiones o temas que exceden la temática comercial, tales como propiedad intelectual, inversiones extranjeras, servicios y telecomunicaciones, etc. Con la UE en abril de 2000 comenzaron las negociaciones para un acuerdo de asociación con miras a crear una zona de libre comercio con el MERCOSUR. Si bien aquellos aspectos ligados a las áreas políticas y de cooperación están casi terminados, los aspectos comerciales avanzan muy lentamente.
Y ello no podría ser de otra manera porque la UE ejerce también un evidente proteccionismo en materia agrícola-ganadera (PAC ; política agraria común) y las relaciones de intercambio son claramente desventajosas para el MERCOSUR. La UE invierte hasta 40 mil millones de dólares en subvenciones. Hay varios factores que explican las dificultades para avanzar en un acuerdo entre bloques. Una, la falta de voluntad política derivada de la ausencia de una estrategia a largo plazo y de determinación de los intereses o prioridades ; serias dificultades en AL para organizarse como comunidad política y la exclusión de la sociedad como actor válido para promover los vínculos entre ambos bloques.
Perspectivas
Los próximos dos años serán decisivos. En tal sentido, es prioritario para Argentina armonizar su política exterior con la de su socio mayor para un efectivo relanzamiento del MERCOSUR. Cuanto mayor sea nuestra integración mayor será nuestra fortaleza para responder a los desafíos de la globalización como hecho, al ALCA y al unilateralismo norteamericano Si se pretende tener protagonismo, presencia en el contexto de las naciones, es impostergable que se comprenda la necesidad de elaborar un pensamiento estratégico y que ello sea conocido e identificado por la sociedad en su conjunto.
En lo que a Argentina concierne debe prepararse sobre la base de una geopolítica que no se aferre a la antigua concepción de la Argentina circular, portuaria, con su centro en Buenos Aires, y considere la idea de una Argentina triangular, proyectada hacia América a través de las vertientes del Plata y la andina y hacia el mundo a través de las vertientes patagónicas y antártica para que pueda cumplir su destino de país no sólo continental sino también, marítimo la mejor estrategia para insertarnos en el mundo y combatir los efectos nocivos de la globalización es fortalecer el MERCOSUR, en la búsqueda de la integración latinoamericana.
I. Argentina y el Mercosur : origen. Límites de su instrumentación original. Perspectivas. Estado de la cuestión
Sin duda el fenómeno del regionalismo constituye un salto cualitativo en la evolución de las formas de organización social y política. La Unión Europea ha sido el ejemplo que ha potenciado este proceso, pero en modo alguno debe suponerse que como idea constituya un tema nuevo u original. Cierto es que dicha iniciativa por parte de las naciones europeas impulsó la necesidad de concebir y llevar adelante procesos de integración en todo el mundo. En un principio por razones económicas, pero la expansión del capitalismo, la aparición de empresas trasnacionales y, en definitiva, la estructura mundial proyectada a partir de Breeton Woods y la posición dominante ejercida por EE.UU. luego de la Segunda Guerra Mundial, consolidada tras la caída del Muro de Berlín y el 11-S, ha generado razones políticas más que elocuentes para que la conformación de bloques regionales asuman la integración como una cuestión de Estado para hacer frente al impacto globalizador y a los intereses escudados detrás del mismo.
La globalización que se concentra en los países desarrollados irradia sus efectos a los países periféricos bajo el dogma del libre mercado, la estabilidad macroeconómica y la libertad de tráfico del capital financiero y tiene por objetivo proteger los agentes económicos que conforman una "elite dominante" y garantizar su renta ; privilegia los valores de la sociedad de mercado en las relaciones sociales, subordinando la política y potenciando los conflictos. "Los pueblos más ricos deben escuchar el grito de los numerosos pobres del mundo y los poderosos deben gobernar el proceso de globalización pensando en el bien común de todos, con justicia y solidaridad", ha expresado SS. Juan Pablo II. La integración es un proceso multidimensional que excede el aspecto económico, para abarcar también al político, social, educativo y cultural, y preferencia el desarrollo integral del hombre, sin pretender sustituir su linaje cultural. Una sociedad mundial construida en el respeto a las diferencias culturales, sociales y económicas, lejos del concepto de "occidentalización del mundo" que pretende codificar al otro según sus propios signos.
Como una rara paradoja, mientras la denominada globalización parece desarticular al Estado-Nación porque lo desborda desde lo económico-financiero, desde una visión estratégica, éste se ha transformado en el sostén en los procesos de integración que tienden precisamente a equilibrar las cargas y las presiones que desata sobre las economías y las políticas nacionales el fenómeno globalizador.
Pero como todo concepto, que envuelve una idea o un sinnúmero de eventos o acontecimientos, requiere cierta precisión para ubicarlo en el contexto en el cual se analiza. Esa tendencia que tiene el hombre a estandarizar ideas o conceptos, lo lleva muchas veces a desvalorizar el lenguaje, a depreciarlo utilizándolo para señalar o definir en apariencia, hechos o circunstancias que se parecen, pero no son, en esencia la misma cosa.
No cabe duda que los medios de comunicación "definen" la realidad a partir de los intereses que representan tratando hechos o sucesos mediante la simple técnica de la saturación y redundancia hasta convertirlas en verdades indiscutibles, y su impugnación pública de quien no ha podido ser "encuadrado" equivale a una herejía de la "santificación de lo visible", según la elocuente expresión de Kovadloff. Como bien lo expone Olga Corna, partiendo del análisis de tres fuentes nacionales y refiriéndose a las consecuencias de la información que brindan en función de un interrogante que se plantea acerca de la intención de construir un concepto de integración en la opinión pública por parte de la prensa gráfica : "El individuo medio, preocupado por uno de los componentes culturales comunes de nuestra región, es decir, el insuficiente crecimiento económico traducido en situaciones personales de desempleo, inaccesibilidad a modos superiores de educación, capacitación del trabajador, salud y vivienda, ¿ qué espacio puede tener entre sus preocupaciones el entender la necesidad de "integración" ? ; ¿ puede sacar "en limpio" de alguno de estos periódicos, alguna idea de utilidad o ventaja como para poder incorporar a su propia opinión conceptos tales como integración, región, patria grande, afinidad cultural, Mercosur ?" [1].
Tratemos entonces de distinguir básicamente conceptos tales como globalización, integración y dentro de este último, cuantos modos o formas existen y cuál de estas formas resultan posibles y además conveniente a nuestros intereses nacionales, para saber "qué es la cosa" y entenderla [2].
II.-Globalización e integración
La globalización es sin duda, una palabra que parece comprender todo, explicar cuanto acontecimiento ocurre y, según el posicionamiento ideológico que se tenga, constituirá la panacea que resolviendo los grandes problemas macroeconómicos permite derramar sobre todos nosotros un baño de prosperidad, riqueza y calidad de vida jamás visto [3], o por el contrario no constituye sino el peor de los males y, a juicio de quienes se oponen bastan para demostrarlo algunas cifras [4].
En su acepción contemporánea la globalización expresa simplemente el fenomenal salto tecnológico en el ámbito de las comunicaciones. El fax, el correo electrónico e Internet son las joyas de ese avance tecnológico que sin duda repercutió en la actividad económica y financiera y consolidó la mundialización de la economía [5].
Desde lo político, nos parece indicar una pretendida tendencia a conformar, luego de la caída del Muro de Berlín y mucho más aún después del 11-S, una sociedad capitalista mundial homogénea, basada en la competitividad, el libre comercio y la penetración en las economías nacionales del capital financiero, en la que los EE.UU. emerge como el "gran hegemón".
"De un mundo pluralista de muchos paradigmas, se pasó a uno solo de globalización y homogeneizado, por uno solo" (Franz Hinkelammert) [6]. Bush ha dicho recientemente que EE.UU. es el "único modelo de progreso humano que ha sobrevivido", posición sustentada por influyentes teóricos de Washington como Michael Ledeen, que al considerar a los EE.UU. como modelo de la civilización occidental y con la autoridad suficiente para definir qué hacer, lo asume "como una amplia revolución democrática para liberar a todos los pueblos de Oriente Próximo de la tiranía" y que se justifica por cuanto "EE.UU. es el único país verdaderamente revolucionario de la Tierra" [7].
La idea de subalternizar o disolver la cultura del otro ha sido una constante en el pensamiento político de todo poder hegemónico a través de la historia. La pauta cultural etnocéntrica europea predominante durante la época de los descubrimientos y de la conquista que visualizaba lo autóctono como incivilizado o como contrario a sus propias creencias y presupuestos morales y religiosos parece reverdecer en el incipiente nuevo orden mundial a través de "códigos de orientación" que definen direcciones y ámbitos de actuación con pretensión de organizar y construir una determinada visión del mundo, de la política, de la economía y de su contenido cultural. No otro parece ser la prédica constante sobre las técnicas y los modos de resolver los problemas económicos, sociales y políticos que pontifican desde los países centrales (pensamiento único), al tiempo que desalientan toda iniciativa autónoma de revertir tales problemas desde una posición divergente (pensamiento crítico). En ello, también mucho han contribuido las clases dirigentes locales subordinadas a los intereses foráneos en el pensamiento y la acción.
Pese a los nefastos efectos producidos en nuestro país y en países en vías de desarrollo, muchas voces formadas intelectualmente en los EE.UU. insisten en las supuestas bondades de tal sistema, envalentonadas por el irrefrenable espíritu de dominación que se ha apoderado de aquel país a partir del 11-S. Sin embargo es necesario advertir que el panorama intelectual parece estar cambiando en el ámbito universitario estadounidense [8], sin contabilizar el denominado movimiento antiglobalización [9].
La pérdida de valores y la aparente pasividad del Estado-Nación nos lleva de la mano a otra cuestión central que caracteriza este proceso de globalización : la ausencia de límites entre lo interno y lo internacional, y donde el poder reposa en los mercados.
Si el Estado se desentiende de los crecientes problemas sociales que excluyen a millones de personas, su soberanía se reduce, su autonomía y capacidad de decisión se limita sensiblemente, no es aventurado afirmar que la política en su más excelso significado se diluye y dejar de ser una actividad que genere expectativas y genere confianza en la sociedad civil. Sin embargo la aventurada pretensión de algunos de sustituir la política y subordinar a esta y al Estado por la economía como método para encauzar el crecimiento no constituye sino la expresión oportunista y cínica de quienes siempre han medrado con los intereses de la comunidad política [10]. Un caso paradigmático de la globalización ha sido sin duda Argentina. Una brutal transferencia de recursos y una paulatina e incesante tras nacionalización de empresas, unidas al permanente ajuste en el gasto público condujo a una humillante situación social en la que se debaten a diario millones de desocupados y la mitad de la población por debajo de la línea de pobreza, mientras colapsa el Estado, el conflicto social amenaza con expandirse exponencialmente, y los organismos internacionales de ayuda presionan insensiblemente con exigencias que se dan de bruces con lo que postulan. Resulta incomprensible, como ha expresado el economista Roberto Frenkel, que el FMI niegue la refinanciación de la deuda a políticas que intentan administrar las consecuencias de las políticas que apoyó [11]. En ese contexto, "la sociedad ha perdido las invariantes simbólicas de todo Estado-Nación. La economía nacional se ha quedado sin moneda, los ciudadanos se han quedado sin derechos y los dirigentes se han quedado sin discursos" [12].
Por último, y tal vez en lo que todos percibimos e identificamos como globalización, la penetración financiera global a caballo de la prédica sobre el libre mercado de bienes y capitales que genera 2 billones de dólares diarios en transacciones financieras [13].
Puede afirmarse que la globalización aparece como una sucesión de contracciones que integran virtualmente, pero desintegran económicamente, que incluyen en apariencia, pero excluyen socialmente. Sin embargo, los factores que caracterizan este fenómeno, en especial el mercado financiero, parece invadir sin mucho esfuerzo por su alta volatibilidad, a los países más poderosos también [14]. Una rápida mirada al mundo deja en claro, aún para aquellas sociedades "avanzadas" que "la generación de riqueza no ha dado lugar tampoco a un sistema capaz por sí mismo de asegurar una realización personal y social y una calidad de vida dignas y adecuadas a todos los individuos mediante el esfuerzo de su trabajo" [15].
La globalización es un hecho, un dato de la realidad que como tal penetra todas las naciones en mayor o menor medida, pero difícilmente genere oportunidades para el desarrollo sostenible si los países ricos no están dispuestos a actuar con generosidad implementando los acuerdos surgidos de las cumbres mundiales (Doha, Monterrey, Johannesburgo), comenzando por las prácticas comerciales y sustituyendo la idea que el mercado bursátil es el motor de crecimiento por la de la cooperación multilateral. En mayo de 2002, el FMI, la OMC y el Banco Mundial instaron, en una carta abierta a los países industriales a cumplir el compromiso asumido en la Ronda de Doha para el Desarrollo de ayudar a los países en desarrollo a participar más plenamente en el sistema comercial mundial, liberalizando los mercados para beneficio de la economía mundial en su conjunto [16]. En recientes estudios del Banco Mundial -citados por Alieto Guadagni, representante argentino en la Junta Directiva del Banco Mundial-, se consignan cinco hechos muy elocuentes : Los subsidios agrícolas de los países industrializados son seis veces superiores a su ayuda a los países pobres ; una vaca europea tiene un subsidio de la UE que llega a 2,50 dólares por día, mientras que el subsidio para una vaca japonesa es de 7,50 dólares diarios. (En el África el setenta y cinco por ciento de la población gana menos de 2 dólares por día) ; los productores de algodón de los Estados Unidos tienen subsidios de cerca de 4.000 millones de dólares, cifra que triplica toda la ayuda de los Estados Unidos a los países africanos ; los subsidios de la UE permiten producir remolacha azucarera en la septentrional Finlandia, lo cual contribuye a que los eficientes pero pobres productores azucareros de los países tropicales apenas sobrevivan ; los pobres de los países en desarrollo producen bienes de exportación (agrícola y textil) que enfrentan tarifas aduaneras muy altas en los países industrializados (2,5 veces más altas que la tarifa que afrontan los bienes de manufacturas tecnológicamente avanzadas [17].
El financiamiento para el desarrollo no es una inquietud nueva. Ya el informe de la Comisión Pearson (1969) se recomendaba promover acciones tendientes a favorecer el desarrollo, alentar la inversión extranjera directa y la asistencia oficial al 0.7% del PIB de los países donantes [18].
La integración, que tampoco es un concepto nuevo, es a diferencia del fenómeno globalizador, un proceso. Quizás, el elemento que hoy día pueda diferenciarlo es el Derecho como instrumento de su realización, y a partir del cual se promueve la integración de naciones.
En su origen estuvo caracterizada no por el Derecho como elemento modulador, sino por la conquista a partir de la cual se imponía el Derecho y determinado estilo de vida. El imperio romano ha sido el más claro ejemplo en ese sentido. Una cultura, un gobierno, una ley y una ciudadanía.
Como proceso exige un marco de actuaciones conjuntas que permitan ir delineando una estructura sólida a partir de las asimetrías en el desarrollo que tienen los países involucrados. En la Declaración Schumann, del 9 de mayo de 1950, se advierte sobre el incipiente proceso de integración europea que "Europa no se hará de golpe ni en una construcción de conjunto : se hará mediante realizaciones concretas, creando primero una solidaridad de hecho". Ningún proceso de integración puede pasar por alto la experiencia, el desarrollo y esencialmente, los fundamentos de la construcción de la UE.
No obstante, y a fin de no desmerecer el concepto de "integración" que aquí se postula denominaremos a todas estas formas de cooperación que seguidamente se detallan como "formas de complementación económica" en tanto el objeto de su creación no exceda el marco de las relaciones económicas.
Ahora bien, estos acuerdos de complementación económica tienen grados o estadios de evolución que van desde un área o zona de preferencias comerciales, como las que pueden concederse recíprocamente dos Estados cualquiera, pasando por una zona de libre comercio y una unión aduanera. El mercado común o una comunidad político-económica, constituyen, por el contrario, niveles de integración diferenciados.
a).- Formas de complementación económica
La zona de preferencias comerciales comprende el tratamiento preferencial comercial a bienes de países que recíprocamente se otorgan tal status, no extensible a terceros países.
La zona de libre comercio se configura cuando los países involucrados eliminan todo tipo de barreras arancelarias y no arancelarias, permitiendo la libre circulación de bienes y capitales. Importa un acuerdo multilateral internacional, sin personalidad jurídica propia ni órganos supranacionales que los representen frente a terceros que por otra parte tiene como única finalidad eliminar las barreras al comercio, básicamente.
La unión aduanera se caracteriza por la libre circulación de bienes y capitales y la aplicación de un arancel externo común frente a terceros países ajenos a esa unión.
El mercado común constituye el embrión de un proceso de integración, cuando a los beneficios derivados de una unión aduanera, los países miembros acuerdan la libre circulación del factor trabajo y servicios, la libre circulación de personas (incluidos los trabajadores no asalariados), el derecho de establecimiento para el ejercicio de una actividad profesional y la armonización de los sistemas educativos ; "el reconocimiento de estudios y homologación de títulos con la finalidad de facilitar la circulación de estudiantes y profesionales de la región" [19].
La Unión, en cambio, que constituye la más alta expresión de integración de naciones -aún en plena construcción-, no solo importa un mercado común y la armonización de políticas macroeconómicas, tanto fiscales como monetarias, sino la creación y efectiva vigencia de órganos supranacionales con todo lo que ello significa. Creación de normas obligatorias y de aplicación directa en los estados-miembros a través del Consejo de Ministros que lo conforman los Jefes de estado, una Comisión que actúa como órgano ejecutivo, el Parlamento que es el órgano de representación política, elegidos mediante sufragio universal, un Tribunal de Cuentas, un Banco de Inversiones y el Tribunal de Justicia.
La labor de este Tribunal ha sido una de las piezas clave del proceso de unificación a través de la interpretación y aplicación del derecho comunitario y reafirmando toda vez que resulta necesario la supremacía de la norma comunitaria sobre la norma local. En este marco se ha institucionalizado el procedimiento de cuestión preliminar mediante el cual los jueces nacionales están facultados, y en algunos casos obligados a solicitar al Tribunal la interpretación auténtica de la disposición comunitaria en cuestión.
III.- El Mercosur
Como una advertencia preliminar, no podemos referirnos al MERCOSUR sin tomar en cuenta la actitud y la situación de Brasil, país que sin duda es hoy por hoy, el referente indiscutido de cualquier proceso de integración que se pretenda llevar adelante en América Latina. No solo por su potencial económico, que es ya mucho decir, sino porque ha definido con claridad su rechazo a un área de libre comercio pura y simple y la denominada "complementariedad económica", que indican un volver a las fuentes y a las motivaciones que impulsaron los primeros acuerdos bilaterales con nuestro país y sobre los cuales he de referirme más adelante.
Hecha esta aclaración y breve descripción, cómo nació el Mercosur, cuál es su grado de evolución, y que expectativas podemos tener acerca de su futuro ?
a) Antecedentes
La idea de la integración latinoamericana ya se encontraba incorporada en el pensamiento de San Martín y Bolívar. Como antecedentes merecen destacarse cronológicamente la definición que el Presidente Roca efectuara en ocasión de su visita a Brasil en 1899 : "Brasil y la Argentina deben unirse con lazos de la más profunda amistad, porque juntos serán ricos, fuertes, poderosos y libres" ; el proyecto ABC (Argentina Brasil y Chile) por el Barón del Río Branco y el Presidente argentino Roque Sáenz Peña, en el año 1910 ; la iniciativa del gobierno uruguayo de promover, aunque sin éxito, la organización de un frente común para afrontar la crisis de 1929 conjuntamente con Argentina y Brasil ; también la política del Presidente Perón para construir un nuevo ABC con el objetivo de promover no solo acuerdos económicos sino también para eliminar hipótesis de conflicto en el marco de una política de integración mucho más ambiciosa, al menos en su formulación teórica. Debe ponderarse en esto no solo nuestros ancestrales diferendos con Chile y nuestra pugna por liderar Latinoamérica con Brasil, sino también el alumbramiento del mundo bipolar. Ese Tratado de Complementación Económica firmado en Santiago de Chile buscaba promover la integración latinoamericana, y al que sucesivamente se adhirieron Bolivia, Ecuador, Paraguay, Colombia y Venezuela. Tenía como objetivos : crear, gracias a un mercado ampliado, sin fronteras, las condiciones más favorables para la utilización del progreso técnico y la expansión económica ; evitar divisiones que pudieran ser utilizadas para explotarnos aisladamente, mejorar el nivel de vida de los habitantes, fortalecer la posición latinoamericana frente al dinamismo de los "grandes" ; crear las bases de los futuros Estados Unidos de Sudamérica [20]. Los antagonismos permanentes en que los argentinos hemos vividos sumergidos han impedido comprender, aún, hoy, en que el mundo vive en pleno proceso de integración por bloques, la visión estratégica de Perón y su convicción en la necesidad de esa unión a que hacía referencia.
Esas tentativas integracionistas están reflejadas también en la denominada Comunidad Iberoamericana cuya primera cumbre se llevó a cabo en Guadalajara, Méjico en julio de 1991 ; posteriormente se realizaron en diversas ciudades, entre otras ciudades en Madrid (1992), en Brasil (1993), Cartagena de Indias (1994), Bariloche (1995). En la XII Cumbre Iberoamericana realizada en República Dominicana en noviembre de 2002, los estados miembros emitieron la Declaración de Bavaro en la que se "propone alcanzar una mayor y más eficaz integración económica en el proceso de globalización, y asume como tarea prioritaria reducir las asimetrías actuales en el sistema global". Aprobó además una moción argentina para plantear a la UE "su preocupación y oposición a las subvenciones a la producción agrícola y ganadera vigentes en los países importadores, por considerar que afectan seriamente a las economías de los países productores de América Latina", al tiempo que reconocieron "el importante papel desempeñado por España y Portugal en el impulso de las relaciones birregionales entre la Unión Europea y América Latina".
Sin embargo no va a corporizarse un proceso de integración hasta la creación de la ALALC creada por el Tratado de Montevideo en 1960 entre todas las naciones de América del Sur más Méjico con el objetivo de establecer un Mercado Común. Su virtual fracaso dió paso a la firma de otro Tratado en Montevideo en 1980 que dio origen a la ALADI, manteniendo los objetivos de aquél y estableciendo una fase previa para configurar un área de preferencias económicas como etapa preliminar para el logro del mercado común. Esta Asociación ha sido fundamental en el proceso de toma de conciencia sobre las ventajas de la integración por su carácter abierto, dato que permitió precisamente que el Tratado de Asunción se inscriba en el marco de la ALADI como Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica Nº 18 de noviembre de 1991. En el lapso de tiempo que va de 1960 a 1980, y sin duda por el fracaso de aquel primer intento se generaron el Acuerdo de Cartagena de 1969 que dio nacimiento al Grupo Andino, luego transformado en la Comunidad Andina a partir de 1996 y el Tratado de la Cuenca del Plata de 1973 que reunió este último a nuestro país, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay cuya finalidad fue acordar un marco para el tratamiento del uso de las aguas.
En 1985, en oportunidad de inaugurarse el puente "Presidente Tancredo Neves" que une Ciudad Puerto Meira en el Brasil con Puerto Iguazú en Argentina, ambos países firmaron un acuerdo condensado en la "Declaración de Iguazú", ratificada en el Acta de Amistad Argentino Brasileña, y que permitió consensuar el Programa de Integración y Cooperación Económica Argentina Brasil (PICAB) y el marco para los 24 protocolos sectoriales. Estos acuerdos reafirman la voluntad de ambos países de incentivar la unión regional para fortalecer el poder de negociación con el resto del mundo y dieron origen, como anticipé a acuerdos de complementación económica y cooperación en materias tales como energía nuclear, ayuda financiera, infraestructura, etc.
En 1988 se firmó el Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo que estableció como objetivo un espacio económico común a lograr en diez (10) años y la armonización de políticas aduanera, agrícola, industrial, de transportes y de comunicaciones, científica y tecnológica y la coordinación de políticas monetaria, fiscal, cambiaria y de capitales. Preveía en una segunda etapa la armonización de políticas para consolidar un mercado común.
El Acta firmada en 1990, impulsó al amparo de las políticas de apertura económica, reducir el plazo de 10 a cinco años en base a dos ejes : la coordinación y armonización de las políticas macroeconómicas, y las rebajas arancelarias generalizadas, lineales y automáticas para llegar al 31 de diciembre de 1994 al arancel 0.
Inmediatamente se firmó el Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica, conocido como ACE 14 que estableció mecanismos más afinados para alcanzar los objetivos de el Acta de Buenos Aires, dio comienzo al Grupo Mercado Común creado por el Acta de Buenos Aires estableciendo subgrupos técnicos para coordinar y armonizar políticas macroeconómicas y sectoriales. A estos subgrupos fueron invitados Uruguay y Paraguay, circunstancia que incentivó el acuerdo cuatripartito que dio origen al Mercosur.
b) El Tratado de Asunción
El Tratado de Asunción, firmado el 26 de marzo de 1991 entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay dio nacimiento al MERCOSUR. Luego se adhirió Bolivia por un Acuerdo de complementación económica (1995), y en 1997 Chile.
Este Tratado se nutre de los acuerdos antes mencionados como antecedentes inmediatos, pero incorporó objetivos más ambiciosos : la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, la eliminación de derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente, la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados y la coordinación de posiciones en foros económicos-comerciales regionales e internacionales y el propósito de fijar un arancel externo común. Este último se cumplió en 1995, aunque parcialmente.
Asimismo se acordó la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados Parte : de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetario, cambiario y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones.
La decisión de mayor importancia comercial fue el mantenimiento del programa de liberación comercial con desgravaciones progresivas, automáticas y lineales para todo el universo arancelario, y que constituyó la desvirtuación de las razones políticas que impulsaron el acercamiento de Argentina y Brasil en 1985, tal como se explicará más adelante.
La libre circulación de bienes aún no se ha logrado por cuanto se han mantenido las listas de excepciones ; así también se han establecido excepciones al arancel externo común como por ej. con el azúcar y los automotores. La libre prestación de servicios aún no se ha concretado porque ello implica esencialmente el reconocimiento de títulos universitarios y la facilidad de instalarse libremente y ejercer distintas profesiones en los territorios de los estados parte. La libre circulación de trabajadores no ha sido aún acordada. No obstante, un avance significativo lo constituye el convenio de libre circulación de personas, denominado Acuerdo sobre Residencia para Nacionales de los Estados Parte del Mercosur, Bolivia y Chile, resultante de la última cumbre del Mercosur realizada en Brasilia en diciembre de 2002. Este Convenio garantiza a los nacionales de los Estados suscriptores, el pleno goce de los derechos y libertades civiles, culturales, económicos y sociales que los nacionales del país de recepción [21].
No obstante cabe destacar que se han firmado una serie de protocolos operativos, tales como el de cooperación y asistencia jurisdiccional en materia civil, comercial, laboral y administrativa, de promoción y protección recíproca de inversiones, de integración educativa y reconocimiento de certificados, títulos y estudios de nivel medio no técnico, sobre medidas cautelares, sobre propiedad intelectual, etc.
Una de los aspectos más relevantes, en orden al proceso de integración es el compromiso de los estados parte a la adopción de una política comercial común frente a terceros países y la coordinación de posiciones en foros económicos, comerciales, regionales e internacionales (Decisión 15/91 ; GATT, ALADI Y CE).
Desde el punto de vista institucional el MERCOSUR creó una estructura de órganos muy simples, casi rudimentarios si se compara con la CE. No ha creado órganos supranacionales, sino meramente intergubernamentales. El Protocolo de Ouro Preto que introdujo modificaciones en el esquema institucional definió que el Consejo del Mercado Común, el Grupo Mercado Común y la Comisión de Comercio del MERCOSUR tienen capacidad decisoria y son de naturaleza intergubernamental. Sus funcionarios reciben instrucciones o directivas de los países a quienes representan. Su dinámica y funcionamiento depende, más allá de los órganos creados (Consejo de Mercado Común, Grupo Mercado Común, Comisión de Comercio, Comisión Parlamentaria Conjunta, Foro Consultivo Económico y Social), del impulso y las decisiones que adopten los titulares del Poder Ejecutivo ; desde esta perspectiva puede afirmarse que depende de la diplomacia presidencialista.
Ese carácter intergubernamental condiciona el éxito de los objetivos que se tuvieron en mira al lanzarse el Mercosur, a la voluntad de los gobiernos de turno en los respectivos países en tanto ningún Estado se encuentra obligado a decisiones tomadas en contra de su voluntad. Y cuando existe consenso su implementación está reservada a cada Estado miembro. Si a ello se agrega la falta de un órgano jurisdiccional supranacional, la endebles institucional del Mercosur resulta manifiesta.
La supranacionalidad del sistema constituye una clave fundamental en el proceso de integración pues ello garantiza el carácter vinculante de las decisiones y la operatividad en los Estados miembros de las mismas. En este orden, la necesidad de constituir una instancia judicial supranacional para la resolución de conflictos a la que tengan acceso todos los particulares cumpliendo con lo acordado en Ouro Preto constituye una de las insuficiencias esenciales que padece el MERCOSUR : la regla de supremacía del derecho comunitario y la aplicación directa e inmediata de las normas comunitarias [22] por los órganos jurisdiccionales y autoridades nacionales, y la creación de una Corte de Justicia Supranacional para la aplicación, interpretación y unificación jurisprudencial del Derecho Comunitario.
La voluntad política expresada por los poderes ejecutivos de los Estados partes de institucionalizar el Parlamento del Mercosur es, sin duda, una acertada decisión, en la que influyó decididamente la tarea fecunda de la Comisión Parlamentaria Conjunta.
c) Obstáculos y desafíos para la integración
Hecha esta apretada síntesis sobre el origen del MERCOSUR, cabe reflexionar acerca de los requisitos ineludibles que deben estar presentes para avanzar en un proceso de integración y cuáles son los obstáculos que ha enfrentado y enfrenta este proceso [23].
Uno de esos requisitos es el control de las variables macroeconómicas. No parece haber duda que si los países miembros no tienden a tener un presupuesto equilibrado y una moneda estable el proceso de integración será mucho más dificultoso y arduo.
Pero debe existir además equilibrio social. Resulta muy difícil concebir la integración si los propios países miembros padecen internamente graves desequilibrios sociales. Equilibrio social que no solo resulta de una equitativa distribución del ingreso, sino de políticas de desarrollo tecnológico asociadas al conocimiento.
También es necesario que los Estados miembros compartan la misma visión acerca del mundo y del contexto en el cual deben interactuar.
Esta visión acerca del mundo (o cosmovisión) nos lleva de la mano a los conceptos analizados en el principio (globalización - integración) y que tienen una incidencia notoria para evaluar los obstáculos que ha sufrido y sufre el MERCOSUR.
En principio porque existe una patente asimetría en lo que ha sido la política de desarrollo en Brasil y la que se ha implementado en la Argentina.
Aún con notables desequilibrios y mucha pobreza instalada Brasil ha sido capaz de promover un fuerte desarrollo industrial con una importante base tecnológica que ha dinamizado su mercado interno, y que por su persistencia ha calado en el propio empresariado brasileño que sostiene esa política y se identifica con ella, dato este que explica por qué Brasil, en pleno proceso de liberalización de la economía en la década del 90 diseñó estructuras de protección a los sectores productivos más sensibles en su economía, salvaguardando la competitividad de sus empresas.
Muy por el contrario Argentina, salvo el proyecto agro exportador de finales del siglo XIX y un incipiente proceso industrial impulsado en el primer gobierno justicialista, bien puede afirmarse que no ha tenido una estrategia de desarrollo. Más aún, desde 1976 se inició un proceso de desmantelamiento del sector industrial y cada vez con mayor énfasis, un apego incondicional a las políticas neoliberales que se impulsaban desde los centros del poder político y financiero internacional, que terminó sumiéndonos en la pobreza extrema y explica mucho de los males que padecemos. Este paciente y sistemático proceso de convencimiento a nivel social acerca de la bonanza de la globalización y acerca de la inexistencia de otros modos o formas de generar desarrollo y riqueza (dogma de globalización y pensamiento único) no solo indujo al Estado de desvincularse en el proceso de control de la actividad productiva y esencialmente de servicios, más allá de un marco legal construido a tal fin, sino que también lo expuso Argentina en su relación con sus socios del MERCOSUR.
De ahí que también se haya manifestado en las -principalmente- relaciones bilaterales con Brasil. Así, en el período que se inicia en 1985 y hasta 1989 con la Declaración de Iguazú entre Alfonsín y Sarney, el concepto central que promueve ese acercamiento es la necesidad de fortalecer la acción conjunta frente a las políticas en creciente auge surgidas del Consenso de Washington. Se compartió en esa etapa una idéntica cosmovisión del mundo, o al menos, de los peligros que ambas naciones debían enfrentar en el futuro.
Sin embargo, a partir de 1990, ambos países manifestarán una clara divergencia sobre el particular, porque ya no será una visión política la que generará en definitiva el MERCOSUR sino una visión economicista. A partir de ese año, todos los esfuerzos se centrarán en la progresiva liberación lineal y automática del intercambio. Por su parte Argentina dará señales contradictorias, pues mientras impulsa el MERCOSUR también comenzará una lenta pero progresiva campaña a favor de la dolarización de la economía, se esforzará por fortalecer las relaciones bilaterales con EE.UU. ("relaciones carnales") y se transformará en miembro extra NATO.
Sobre el particular, cabe recordar que cuando Cavallo, ya designado Canciller, recibió del gobierno saliente el informe sobre el programa argentino-brasileño, expresó por qué "si era tan bueno no lo financiaba el Citibank". Esta actitud fue la que marcó la política exterior argentina respecto del MERCOSUR, más allá de las palabras. Años más tarde, Sarney (ex Presidente brasileño) refiriéndose a la etapa que comienza en 1990 expresó "que la integración pasa a ser sinónimo de rivalidad comercial y deja de ser percibido por el sentido más amplio político y estratégico que la inspiró : un proyecto de asociación entre segmentos productivos y de unión entre los pueblos. Un proyecto que agrega valor a los socios, habilitándose a enfrentar conjuntamente los retos de la economía mundial" [24].
Esta política pareció revertirse en el primer momento del gobierno de la Alianza, pero ello se derrumbó con el acceso al Ministerio de Economía de Cavallo en 1991. Por último, el rumbo parece haberse rectificado en este último tramo de nuestra historia. El Consenso de Guayaquil, y los acuerdos con Brasil que se referencia más adelante así parecen indicarlo.
d) El contexto global
Ahora bien, cuál es el contexto global y regional en el que se desarrolla el MERCOSUR ? Sin duda que el fenómeno de la regionalización no es sino una respuesta a profundos cambios en los patrones productivos, a las inversiones y en definitiva al intercambio comercial.
No obstante existe una diferencia sustancial en el origen de los grandes bloques económicos. Tanto la UE como el NAFTA o el bloque asiático reconoce una dinámica económica previa que luego es consolidada por una decisión política de los Estados miembros. Válido es advertir, sin embargo, que seria un acto de supina ignorancia olvidar los lazos comunes que permitieron a través de lo siglos consolidar un "espíritu europeo" y despejar toda duda acerca de que Europa no es una obra artificial, sino que es profundamente política y se apoya sobre largas tradiciones intelectuales, morales y espirituales como ha sabido expresar Louis Cartou [25].
El MERCOSUR en cambio, tiene su origen en una decisión política para generar una dinámica económica que posibilite el crecimiento económico de los Estados Parte. Y en esto, desde esta perspectiva el MERCOSUR ha sido exitoso. El 30% de las exportaciones argentinas se dirigen al área MERCOSUR, y de allí provienen el 29% de las importaciones ; ambos porcentuales tomados sobre una media del 59% y 54% de las exportaciones e importaciones de Argentina respectivamente, al resto de los países americanos. Las exportaciones intra regionales pasaron de menos del diez por ciento (10%) en 1990 al 22% en 1996. Es relativamente insignificante si lo comparamos con la UE (60%) o el NAFTA (70%).
La asunción de gobiernos democráticos ha fortalecido esta idea al desaparecer entre los países miembros las hipótesis de conflicto y ha permitido resolver problemas seculares.
Las reglas democráticas son un prerrequisito en las negociaciones internacionales y garantiza, al menos, en principio la paz y la institucionalidad democrática en el continente, máxime desde la firma de la Carta Democrática Interamericana, aprobada en Lima (Perú) en setiembre de 2001. Desde esta perspectiva el proceso de integración no tiene retorno. Sin embargo, las crisis económicas de los últimos tiempos, y una política errática y confusa de nuestro país pone en serio riesgo la fortaleza del MERCOSUR.
Crisis económicas, "fast-track" que consolida el unilateralismo de los EE.UU. y su posición pro-ALCA, y en el medio de ello acciones también unilaterales de los países miembros del MERCOSUR para resolver problemas que son comunes.
Más allá del compromiso de los Estados de actuar en bloque, lo cierto es que los países latinoamericanos no han sabido acordar políticas comunes de negociación, y por el contrario como cada país quiere demostrar cuán buenos alumnos son, más allá de la retórica se intenta negociar por separado. Esta tendencia a fortalecer los acuerdos regionales y simultáneamente emprender negociaciones bilaterales con los EEUU ha sido constante y, tal vez, una de las debilidades intrínsecas que han impedido un mayor avance en la integración sudamericana. Por el otro lado, en cambio, Los intereses norteamericanos tienen una unidad de acción a través de los organismos internacionales (FMI, BID), y ello lo ha sufrido particularmente la Argentina cuando pretendió recurrir a la UE para afrontar la crisis y Europa, y especialmente España, que sostuvo que Argentina primero debía cumplir con las exigencias de los EE.UU. y el FMI, posición que luego flexibilizó sustancialmente.
Se ha pensado infinidad de veces cómo respondería EE.UU. si los países latinoamericanos negociaran en forma conjunta su deuda. Pues bien, es válido recordar que en la década del ochenta el entonces canciller Dante Caputo intentó una coordinación regional para negociar la deuda latinoamericana, que no prosperó por presiones externas y/o falta de convencimiento de los países interesados.
Deben asimismo ponderarse dos cuestiones que no son menores : el proyecto ALCA y las relaciones con la UE.
d.1) El proyecto del Libre Comercio de las Américas
El proyecto de un Área de Libre Comercio para las Américas se origina en 1994 con la Primera Cumbre Hemisférica de Presidentes en Miami, en la cual 34 países deciden poner en marcha este proyecto que debía culminar en 2005, y reconoce como antecedentes inmediatos a la Alianza para el Progreso impulsada por el Presidente Kennedy en 1960 y la Iniciativa para las Américas promovida por la Administración Bush en 1990.
Sin embargo, ya en 1820 EE.UU. auspicia una iniciativa tendiente a crear "un sistema del cual seremos centro y en el cual toda la América del Sud actuará con nosotros. Con respecto al comercio seremos los más beneficiados : este país se convertirá en el depósito del comercio del mundo", según las palabras de Henry Clay, por entonces Secretario de Estado. En 1889 propuso una Unión Aduanera de las Américas, en ocasión de la Primera Conferencia Panamericana celebrada en Washington. Rapoport reseña las discusiones en el marco de esa conferencia, y recuerda la réplica de uno de los representantes argentinos (Sáenz Peña) quien contrapuso al lema de "América para los americanos", la de "América para la humanidad" luego de citar la declaraciones de un legislador norteamericano para quien "los Estados hispanoamericanos comenzarán entregándonos las llaves de su comercio, para terminar entregando la de su política" [26].
La iniciativa generó una serie de encuentros a lo largo de estos años en las que terminó dándose forma a la estructura institucional y el sistema de funcionamiento.
El consenso como principio rector para la toma de decisiones y la regla de que nada está acordado hasta que todo está acordado (single undertaking) constituyen los ejes sobre los cuales se discuten los diferentes posicionamientos y los criterios de convergencia para avanzar en un proceso que incluye cuestiones o temas que exceden la temática comercial, tales como propiedad intelectual, inversiones extranjeras, servicios y telecomunicaciones, etc.
El proyecto ALCA constituye la estrategia de los EE.UU. para consolidar su imperialismo no territorial bajo el lema de libre comercio, impulsado aún más con el "fast- track" ; en algunos casos a caballo de un ferviente acompañamiento de los gerentes locales o de los propios Estados, que lejos de ser pasivos han viabilizado tales políticas [27]. Más allá del gesto comercial de incorporar al sistema generalizado de preferencias (SGP) 57 productos que habían sido excluidos (pieles, cueros, frutas secas).
No puede obviarse las disparidades existentes respecto al desarrollo económico de los países comprometidos con esta iniciativa, como así tampoco las consecuencias de negociar desde posiciones individuales con EE.UU., en tanto el objetivo del ALCA es el comercio sin restricciones lo que posibilita el acceso de capitales a cualquier actividad en cualquier país y la consiguiente auto restricción de estos para imponer reglamentaciones que protejan los intereses nacionales y la obligación de generar condiciones favorables a la libre circulación de capitales y mercaderías.
"El ALCA no tiene, desde el punto de vista norteamericano, el objetivo de instalar empresas en territorio argentino, brasileño o de los demás países, sino de establecer un sistema de eliminación de tarifas, de barreras aduaneras, para que los productos norteamericanos tengan libre acceso al mercado sudamericano. Estados Unidos está agotando su capacidad de compra de bienes durables. Las personas tienen varias heladeras, varios televisores, no hay más espacio en la clase media norteamericana para absorber la producción de la industria de bienes durables. En Sudamérica, en la Argentina y Brasil principalmente, existe un mercado extremadamente amplio con posibilidad de acceso a esos bienes" [28]
En la Cumbre de Presidentes del MERCOSUR realizada a principios del mes de diciembre de 2002 en Brasilia, y a juzgar por las declaraciones del Vicecanciller argentino, la Argentina sugirió que acompañaría la posición brasileña de impulsar el denominado "cuatro más uno" entre el MERCOSUR y los Estados Unidos, a fin de entablar negociaciones bilaterales en vez de negociaciones entre el bloque regional y los restantes 34 países miembros del ALCA., posición que fue oficializada en un documento conjunto el pasado mes de junio en ocasión de la visita del presidente argentino a Brasil.
Este proyecto, más allá de su perfil económico, representa tanto para Argentina como para el bloque regional un desafío político. Esta es la razón fundamental por la cual la negociación en bloque es la única salvaguarda, máxime a la luz de los nuevos acontecimientos internacionales y el papel asumido por EE.UU. en el contexto mundial.
d.2) La Unión Europea
La segunda cuestión es la posición de la UE que parece no prestarle la debida atención al MERCOSUR.
Sin embargo es justo rescatar el sólido respaldo que la UE le dio al MERCOSUR al reconocerlo desde el inicio ; un poco por convicción y otro poco por conveniencia ya que su firme postura reflejaba su oposición al criterio anglosajón de incentivar la estabilidad y la inversión relativizando la institucionalización que importaba un gran obstáculo al proyecto del sistema hemisférico de libre comercio que impulsa EE.UU.
Así, en 1992 se firma el Acuerdo de Cooperación Inter.-Institucional para proveer apoyo administrativo, y en 1993 la UE estableció el Centro de Formación para la Integración Regional en Montevideo para proveer apoyo técnico y de formación.
La relación entre AL y la UE se ha intensificado en los últimos 25 años, particularmente desde el ingreso de España y Portugal a la CE en 1986. Después de la Declaración de Río (1986) en el que se estableció como objetivo formalizar una asociación estratégica de carácter político, económico, cultural y social, se acordó un mecanismo permanente de consulta y concertación política que se traduce en reuniones anuales ministeriales y de altos funcionarios económicos y de orden técnico.
Si bien en su inicio fue muy ambicioso las prioridades van de la concertación euro latinoamericana en foros internacionales hasta un programa de trabajo en derechos humanos, educación, sociedad de la información y lucha contra el narcotráfico.
Esta relación no obstante, permitió la suscripción de acuerdos comerciales (llamados de tercera generación) con Méjico en julio de 2000 y otro con Chile, que quedó definido luego de la II Cumbre UE-ALC.
También en abril de 2000 comenzaron las negociaciones para un acuerdo de asociación con miras a crear una zona de libre comercio con el MERCOSUR. Si bien aquellos aspectos ligados a las áreas políticas y de cooperación están casi terminados, los aspectos comerciales avanzan muy lentamente.
Y ello no podría ser de otra manera porque la UE ejerce también un evidente proteccionismo en materia agrícola-ganadera (PAC ; política agraria común) y las relaciones de intercambio son claramente desventajosas para el MERCOSUR. La UE invierte hasta 40 mil millones de dólares en subvenciones. En ello, se parece mucho, pero mucho a EE.UU. En general las naciones desarrolladas gastan diariamente mil millones de dólares diarios en subsidios ; 360 mil millones de dólares al año [29]
Por cada dólar o euro que el Norte envía al Sur como ayuda, los países del Sur pierden dos por los aranceles para acceder a los mercados de la UE y de los EE.UU. En ese sentido merece destacarse la propuesta comunitaria de bajar subsidios a la exportación y disminuir los aranceles y los apoyos internos a la agricultura, presentada para las negociaciones agrícolas en la Organización Mundial de Comercio, en el marco de los objetivos fijados en Doha en oportunidad de la IV Conferencia Ministerial de ese organismo llevada a cabo en noviembre de 2001 [30].
Por ejemplo, en el período 90-96 AL aumento un 130% sus importaciones y sólo un 13% las exportaciones. En igual tiempo la participación de EE.UU. en AL aumentó del 38,3 al 44,8 % y la europea disminuyó del 22,6 al 15,9 %.
Hay varios factores que explican las dificultades para avanzar en un acuerdo entre bloques [31]. Una, la falta de voluntad política derivada de la ausencia de una estrategia a largo plazo y de determinación de los intereses o prioridades ; serias dificultades en AL para organizarse como comunidad política y la exclusión de la sociedad como actor válido para promover los vínculos entre ambos bloques.
De donde surge la falta de voluntad política de la UE ?. Pues bien, en el ámbito de la cooperación y el desarrollo si bien la UE es el primer contribuyente o socio comercial, esta actividad es notoriamente inferior a las destinadas a Asia, Rusia o a los Balcanes.
Pese a los acuerdos sobre el tráfico de drogas, la UE es el segundo destino de la cocaína producida en la región andina : 180 tn.
La reducción de la influencia europea en AL se nota también en la disminución del número de matriculados en las universidades europeas ya que optan por la enseñanza estadounidense, sobre todo aquellos que se perfilan para formarse como dirigentes, sean políticos, sociales, económicos, etc.
Como dato valga expresar que solo un ministro chileno, Mario Fernández Baeza y un miembro del Ministerio de Relaciones Exteriores de Méjico, Jorge Castañeda, tienen títulos emitidos por universidades europeas. Esto define también todo un perfil cultural [32]. En el ámbito de Internet, el 85% de los sitios son de origen norteamericano y el 95% se escriben en inglés.
e) Perspectivas
Cuáles son las perspectivas del MERCOSUR ? Y ello va a depender de nosotros mismos. Cierto es que hay que estabilizar la situación económica de los países miembros, porque en tamaño dislate, difícil es sustraerse a las soluciones unilaterales, lo que implica abrazarse al oso con más fuerza.
Sin embargo algunas cuestiones son esperanzadoras, tal como lo expresó el Secretario de Comercio Internacional de nuestro país. Dr. Martín Redrado.
En el plano productivo se flexibilizó el comercio administrado en materia de política automotriz. Ahora las exportaciones intrazona podrán duplicar a las importaciones sin sacrificar el componente nacional por medio de un acuerdo privado entre las terminales y los autopartistas, dato este que permite vislumbrar un modelo de especialización productiva y complementación industrial ; es decir, acuerdos entre empresas para lograr especialización en determinados eslabones.
En el plano comercial se alcanzaron acuerdos en materia sanitaria para permitir un intercambio más fluido de los productos agrícolas y se amplió el Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos que les permite a los Bancos Centrales compensar los flujos comerciales y facilitar el acceso al crédito exportador del sector privado.
Ambos aspectos reseñados importa un sistema de intercambio compensado para exportar bajo una relación de 2 a 1. Por cada dólar que se exporte al otro país, éste queda habilitado para exportar dos dólares. Antes la paridad era 1,15 a 1, pero quien no la cumplía era Argentina.
En el ámbito externo nuestro país ha iniciado negociaciones para celebrar un acuerdo de libre comercio con Méjico dentro del acuerdo marco firmado entre ese país y el MERCOSUR, que se espera definir en el corriente año y tiene como objetivo preliminar acordar un listado de productos incluidos en el programa de liberalización comercial y su desgravación arancelaria al ciento por ciento en los próximos diez años [33].
También profundizar el Acuerdo de Complementación Económica con Chile. La relación con el país trasandino resulta también de vital importancia para los intereses del bloque como para Argentina, no solo porque constituye la vía de salida del Pacífico hacia el bloque asiático, sino por el tratado de libre comercio firmado por el país trasandino con EEUU., y que importará la supresión de los aranceles de más del 85% de los productos de intercambio entre ambas naciones y su eliminación total al cabo de 12 años [34]. Chile ha optado como estrategia el de suscribir acuerdos de "última generación". Al mencionado, cabe agregarle los que ha cerrado con la UE, con Méjico, con la Comunidad Andina y con Canadá. Estos acuerdos otorgan una gran ventaja competitiva a Chile por cuanto supone un alto grado de certeza para los productores locales para definir sus acciones comerciales.
Asimismo, y por primera vez realizó una misión comercial conjunta a un mercado extrazona (Sudáfrica).
Por otra parte, en el Consenso de Guayaquil de julio de 2002 se promovió la iniciativa tendiente a firmar un tratado de libre comercio con la Comunidad Andina de Naciones con la finalidad de negociar en forma conjunta las condiciones de ingreso de la región en el ALCA, iniciativa que fue ratificada en la Cumbre Presidentes en Brasilia y en la que se fijó un cronograma de trabajo con fecha tope al 31 de noviembre de 2003.
En el plano institucional se prevé la constitución del primer tribunal (permanente) de solución de controversias, con la finalidad de unificar la interpretación de la normativa comunitaria.
En definitiva, y para terminar, el futuro y la fortaleza del MERCOSUR dependen en gran medida, de la decisión política de los gobiernos.
En esto hemos sido erráticos. Argentina, salvo en este último tiempo nunca ha sido firme en su voluntad de consolidar el MERCOSUR, Uruguay ha buscado permanentemente, más allá del discurso un acercamiento con EE.UU. y el NAFTA por afuera del MERCOSUR [35].
El proceso de integración requiere, vale la pena mencionarlo, que se dote a la región de organismos jurisdiccionales ; esto es, con capacidad de decisión propia, supraestatales. Pero además, y es esencial, el proceso de integración debe darse horizontalmente. El MERCOSUR debe ser algo más que el eje BUENOS AIRES-SAN PABLO. El proceso de integración debe incitar a la acción a las ciudades y a las micro regiones. Debe auspiciar la real intervención de la sociedad civil a través de sus organizaciones tanto comerciales como no gubernamentales [36]. El proceso de integración no incluye exclusivamente el desarrollo económico, sino también los aspectos culturales, sociales, deportivos y, obviamente, políticos.
Cómo se escriba la historia futura del MERCOSUR depende del prisma cómo Argentina y Brasil visualicen su futuro. Pero la historia ya escrita nos induce a pensar que es mucho más lo que debe hacer nuestro país que Brasil. Principalmente una clara convicción política y además no tejer escenarios fantasiosos sobre lo que nuestro aliado quiere ser de sí mismo. Reconocer el liderazgo de Brasil en la región no importa sumisión ni resignación. Los liderazgos no son hegemónicos porque son términos antitéticos ni la hegemonía es benévola porque igual adjetivación puede postularse de estos dos conceptos. Llevar adelante con Brasil y desde el MERCOSUR un proyecto hemisférico autónomo es la mejor respuesta geoestratégica a los efectos nocivos de la globalización y al ALCA.
Sin duda, un nuevo escenario se configura ante el triunfo de Lula en Brasil y su clara definición de fortalecer el Mercosur al que definió como "un área de convergencia de políticas industriales y agrícolas, y debe concebir la estrategia para construir una infraestructura común para sus miembros ; integrará proyectos de ciencia y tecnología y creará el Banco de Fomento y desarrollo...dotarse de una política externa concertada para encarar los desafíos de las negociaciones sobre el ALCA". Afirmó asimismo que su gobierno no podrá firmar el tratado del ALCA mientras persistan las medidas proteccionistas no arancelarias vigentes desde hace muchos años en Estados Unidos.
Para no dejar dudas sobre su orientación en tal sentido, expresó que "el éxito del Mercosur está en gran medida vinculado con la calidad de las relaciones entre Brasil y la Argentina, que son para nosotros la prioridad número uno" y que "la política de integración con los países vecinos es fundamental para hacer valer los intereses de nuestra región en el marco del ALCA" [37].
Apartirde noviembre de 2002, Brasil y EE.UU. presiden las negociaciones del ALCA. En la VII Reunión de Ministros Responsables del Comercio del Área de Libre Comercio de las Américas realizada en Quito a fines de octubre del año anterior se destacó que el tratamiento del tema agrícola será "Integral y no discriminatorio" y "reafirmando el compromiso hemisférico de eliminar los subsidios a la exportación y las prácticas equivalentes" y "el rechazo a la utilización de las normas medioambientales y laborales con fines proteccionistas".
La convergencia de intereses del MERCOSUR se asienta en cuatro puntos : la prioridad de las cuestiones agrícolas, la defensa comercial y el balance en el acceso de bienes y servicios ; la articulación de las negociaciones del ALCA-o del 4+1 ?- con las de la UE y la OMC ; preservación de la identidad y la preferencia económica en un MERCOSUR de dimensión sudamericana [38].
Los próximos dos años serán decisivos. En tal sentido, es prioritario para Argentina armonizar su política exterior con la de su socio mayor para un efectivo relanzamiento del MERCOSUR. No otra idea expresa con meridiana claridad el llamado "Manifiesto Mercosur" emitido por empresarios y académicos de los países miembros en ocasión de la cumbre presidencial de 2002 [39].
Cuanto mayor sea nuestra integración mayor será nuestra fortaleza para responder a los desafíos de la globalización como hecho, al ALCA y al unilateralismo norteamericano.
En la VII Cumbre Ministerial del Área de Libre Comercio de las Américas realizada en Quito a fines de octubre de 2002, Argentina reclamó igualdad de condiciones comerciales y reafirmó su vocación hacia el Mercosur. El Canciller argentino expresó : "En la región debe primar una cohesión, debido a que la prioridad es que uno debe ir lo más unido posible a negociar con el gigante". Agregó además, que los países del ALCA podrían tener una moneda única mientras no sea el dólar. Dato que permite inferir una posición crítica pero no de rechazo absoluto a una zona de libre comercio. Según lo ha expresado Martín Redrado (Secretario de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional de nuestro país), la política de Argentina consiste en negociar en escenarios múltiples y de manera simultánea. En el marco de una relación privilegiada con Brasil, la Argentina se ha planteado una estrategia multipolar, reemplazando la conjunción "o" por "y" como concepto básico y permanente de su política comercial, bajo un modelo de gestión en donde los sectores productivos trabajan junto a los funcionarios en la identificación de nuestros intereses para mantener posiciones de negociación permanentes y se pretende crear un Consejo Consultivo de la Sociedad Civil, integrado por representantes empresarios, sindicales, académicos y de organizaciones no gubernamentales vinculados con el comercio y la integración regional [40].
A la asunción de Lula como Presidente del Brasil y su clara y categórica reafirmación de fortalecer el MERCOSUR y que América del Sur será una prioridad, al tiempo que expresó sin eufemismos su decisión de luchar contra los subsidios, debe agregarse la normalización institucional en la Argentina y la rotunda afirmación en revitalizar el Mercosur para convertirlo en el motor de la integración sudamericana. La decisión de enfrentar en bloque los desafíos que se presentan en las negociaciones del ALCA, la OMC y la Unión Europea no sólo ha dinamizado el desgastado Mercosur, sino que ha generado un amplio consenso en los actores políticos, sociales y económicos de los países miembros.
La Cumbre de Asunción de junio de 2003 ha consolidado un pensamiento común : el mayor desafío ad-extra está planteado en relación al ALCA ; ad-intra, redefinir la configuración institucional del Mercosur.
IV Conclusión
La identidad histórica, geográfica y cultural de América Latina no ha sido valorado lo suficiente como plataforma de lanzamiento de una firme política de unidad. La disgregación, las luchas por la primacía subcontinental, alentadas muchas veces por sectores contrarios al interés nacional, y en otras ocasiones por la miopía de los gobernantes y dirigentes de turno, abortaron muchos de los intentos por consolidar la integración latinoamericana.
La "globalización" nos sorprendió en plena construcción de esa unidad desde realidades diversas pero esencialmente idénticas respecto a la creciente pobreza, la desigualdad social y la economía dependiente.
Si se pretende tener protagonismo, presencia en el contexto de las naciones, es impostergable que se comprenda la necesidad de elaborar un pensamiento estratégico y que ello sea conocido e identificado por la sociedad en su conjunto.
Durante años no sólo hemos adoptado "tácticas políticas de rezago" que los países centrales han abandonado hace mucho, sino que la hemos utilizado para estigmatizar y discriminar a los países de la región. Las ideologías no han muerto, pero de ningún modo pueden ser la valla que nos impida definir los intereses comunes y compartir un camino que nos fortalezca no ya desde lo económico, sino en la construcción de una conciencia que nos permita alumbrarlo para forjar un destino común.
Los distintos países de Latinoamérica parecen haber comprendido tal necesidad a partir del fracaso de las políticas neoliberales que en la década del 90 abonaron el terreno para promover e instalar en el seno de los pueblos aquello que SS Paulo VI definió como "el escándalo de las disparidades hirientes".
En lo que a Argentina concierne debe prepararse sobre la base de una geopolítica que no se aferre a la antigua concepción de la Argentina circular, portuaria, con su centro en Buenos Aires, y considere la idea de una Argentina triangular, proyectada hacia América a través de las vertientes del Plata y la andina y hacia el mundo a través de las vertientes patagónicas y antártica para que pueda cumplir su destino de país no sólo continental sino también, marítimo [41].
No estamos aislados, ni solos. Como expresaba Husserl, "el mundo es un conjunto de interacciones recíprocas". Por eso, nada de lo que ocurre fronteras afuera resulta indiferente no ya solamente para el país visto como una entelequia, sino para cada uno de nosotros. Una mala cosecha en Rusia, una reglamentación sobre comercio exterior de EE.UU., una mala jornada financiera en Malasia nos afecta. Este efecto mariposa podrá ser más o menos atenuado si somos capaces de concebir al mundo como un conjunto, al cual pertenecemos.
Un mundo cuyo PB está constituido por un 60% de Servicios, 35% industria y 5% agricultura. Un mundo que en el 2050 estará habitado por 9.000 millones de personas de las cuales más de la mitad tendrá hambre. Un mundo en el que el 50% de los recursos alimentarios se encuentran en AL. Esta es nuestra ventaja y nuestro gran riesgo. La lucha por la posesión de los recursos naturales no es una cuestión que deba sorprendernos. La historia lo demuestra y nuestro presente resulta más que aleccionador [42].
En los próximos años América Latina define su status para los próximos cien años en el concierto de las naciones. O se fortalece a través del regionalismo para generar la oportunidad de ejecutar un proyecto de desarrollo autónomo sostenible, o su vulnerabilidad será de tal magnitud que no podrá oponer resistencia alguna y condenará a la pobreza a su propia gente. Sin integración no hay futuro. Asumir, según expresa Julio César Moreno, como premisa esencial que la profundización de la integración conlleva equilibrio entre las partes y equidad para la gente, traducidas tanto en la localización de las inversiones y de la infraestructura física como en la participación extendida posible en sus beneficios, especialmente la generación de empleo y las oportunidades de educación y formación profesional. El monitoreo permanente del impacto de la integración sobre los niveles de pobreza, sobre la distribución de la riqueza y sobre el desarrollo social es requisito para asegurar la perdurabilidad del proyecto [43].
Definitivamente, la mejor estrategia para insertarnos en el mundo y combatir los efectos nocivos de la globalización es fortalecer el MERCOSUR, en la búsqueda de la integración latinoamericana.
Notas :
[1] Aut. cit., "La construcción del concepto de integración en la opinión pública : El caso Mercosur", en "El Mercosur en el nuevo orden mundial" ; obra colectiva, Coordinadora Ofelia Stahringer de Caramuti ; Ed. Ciudad Argentina, Bs. As., 1998, Pág. 375 y sig.
[2] Francisco González Navarro, catedrático de Derecho de la Universidad de Navarra, afirma que "en el proceso de aproximación al saber de una cosa, el primer paso es saber que la cosa es, lo que implica un saber de la cosa suficiente para discernirla sobre ese fondo indiferenciado que es el horizonte del hombre, un horizonte que parece moverse con él y que le hace sentirse el "ombligo" del mundo". ("Los fáctico y lo sígnico", EUNSA, España, 1995, Pág. 21 y sig.).
[3] La globalización ofrece grandes oportunidades de alcanzar un desarrollo verdaderamente mundial, pero no está avanzando de manera uniforme. Algunos países se están integrando a la economía mundial con mayor rapidez que otros. En los países que han logrado integrarse, el crecimiento económico es más rápido y la pobreza disminuye. Como resultado de la aplicación de políticas de apertura al exterior, la mayor parte de los países de Asia oriental, que se contaban entre los más pobres del mundo hace 40 años, se han convertido en países dinámicos y prósperos. Asimismo, a medida que mejoraron las condiciones de vida fue posible avanzar en el proceso democrático y, en el plano económico, lograr progresos en cuestiones tales como el medio ambiente y las condiciones de trabajo. En los años setenta y ochenta, muchos países de América Latina y África, a diferencia de los de Asia, aplicaron políticas orientadas hacia el sector interno y su economía se estancó o deterioró, la pobreza se agravó y la alta inflación pasó a ser la norma. En muchos casos, sobre todo en África, los problemas se vieron agravados por factores externos adversos. No obstante, al modificarse las políticas en estas regiones, el ingreso comenzó a aumentar. Actualmente se está produciendo una importante transformación. Alentar esta transformación -y no dar marcha atrás- es la mejor forma de fomentar el crecimiento económico, el desarrollo y la lucha contra la pobreza. Las crisis desencadenadas en los mercados emergentes en los años noventa han mostrado a las claras que las oportunidades que ofrece la globalización tienen como contrapartida el riesgo de la volatilidad de los flujos de capital y el riesgo de deterioro de la situación social, económica y ambiental como consecuencia de la pobreza. Para todas las partes interesadas -en los países en desarrollo o los países avanzados y, por supuesto, para los inversionistas- esta no es una razón para dar marcha atrás sino para respaldar reformas que fortalezcan las economías y el sistema financiero mundial de modo de lograr un crecimiento más rápido y garantizar la reducción de la pobreza. "La globalización : ¿Amenaza u oportunidad ?" (Informe preparado por el personal del FMI ; 12 de abril de 2000).
[4] Según un informe del Fondo para la Población de las Naciones Unidas (FPNU) señala que la diferencia en el ingreso per cápita entre el 20% más rico y el 20% más pobre de la población mundial aumentó desde 30 a 1 en 1960 hasta 78 a 1 en 2001. Según la FAO 50.000 personas mueren de hambre por día, 60 millones pasan hambre. Cada 8 seg. muere un niño por agua contaminada ; 1100 millones viven sin agua potable, 3.000 millones con agua descompuesta ; 3.000 millones viven con menos de 2 dólares diarios. Sobre 4.500 millones de personas en países en vías de desarrollo, 1/3 no tiene acceso al agua potable ; 1/3 de la población sufre anemia. 13 millones de personas podrían morir de hambre en el sur de África según la ONU, que solo el 15% de la población mundial disfruta del 54 % del consumo total de bienes en el mundo ; 25% de las áreas pesqueras mundiales está agotado ; la deforestación avanza a razón de 14,6 millones de hectáreas anuales por citas solo algunos datos significativos. Respecto de la Argentina, el panorama es desolador. En el informe "Aportes para el Desarrollo Humano Argentina 2002", se destaca que en algunas provincias, como Formosa, la brecha entre sectores de mayores y menores ingresos, de 1995 a 2002, creció un 361%, la indigencia se triplicó y la pobreza se duplicó ; los niños menores de cinco años en las regiones del Norte superan el 60% de la población del quintil de ingresos más bajos ; según datos del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI) la mitad de los argentinos menores de dos años tiene anemia por falta de hierro y mala alimentación, una condición que pone en riesgo la posibilidad de desarrollar plenamente sus potencialidades genéticas. En contraposición, la FAO estimó que Argentina podría abastecer las necesidades calóricas mínimas de 262 millones de personas, y que sus exportaciones equivalen a 8.370 calorías diarias por habitante.
[5] Para algunos investigadores la globalización ha experimentado distintas fases. La primera abarcaría desde 1870 hasta 1913, caracterizada por la movilidad de capitales, de la mano de obra y el auge comercial. Una segunda etapa se iniciaría en 1944 con el sistema de Bretton Woods hasta la crisis del petróleo en 1973, caracterizada por la creación de las instituciones de cooperación financiera y comercial de rango internacional y la expansión del comercio de manufacturas. La tercera y última fase se consolida a partir de 1975 siendo sus notas distintivas la generalización del libre comercio, la presencia de la empresa trasnacional, la expansión y gran movilidad del capital financiero y la tendencia a homogeneizar los modelos de desarrollo. En todas ellas el desarrollo tecnológico ha jugado un papel decisivo : desde la navegación a vapor y el telégrafo ; el avión, el teléfono, la televisión, hasta llegar al fax, el correo electrónico e Internet como herramientas estas últimas que permiten el acceso masivo a la información "Globalización y desarrollo", Capítulo 1, Pág.. 17 y sig., documento de la CEPAL ; año 2002.
[6] Citado por Ferronato, Jorge ; "Aproximaciones a la globalización", Ediciones Macchi ; Bs. As., 2000, segunda edición actualizada, Pág.21,
[7] Sobre el particular, véase "El 11-S y el orden mundial" por William Pfaff, en Rev. Política Exterior,90 noviembre/diciembre 2002, Págs. 57.Del mismo autor "El resurgimiento del "destino manifiesto"", ob.cit. Nº 86. Asimismo, "El nuevo orden imperial" en Sup. Zona de Clarín, ed. Del 3/03/02 ; "El inquietante nuevo rostro de EE.UU." por Jimmy Carter, en Diario "El País", ed. del 12/09/2002 ; "El Imperio y sus límites", por Jorge Botana en La Nación Line del 29/09/02 ; "Imperio o hegemonía" por Roberto Russell en Diario La Nación, edición del 22/12/02, Sección 7, Pág. 3.
[8] En la Universidad de Harvard, Dani Rodrik, economista de la Escuela de Gobierno Kennedy, está examinando los límites del libre comercio en la promoción de crecimiento económico. En la Universidad de Princeton, la economista Helene Rey está desarrollando teorías sobre cómo los mercados emergentes son propensos a colapsar cuando abren sus mercados financieros. En el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), el economista Daron Acemoglu está explorando cómo normas de bancarrota débiles o autoridades laxas pueden hundir una economía recién abierta a la economía mundial. Columbia, después de reclutar a Stiglitz, contrató a Jeffrey Sachs quien dirige el Instituto de la Tierra, dedicado a explorar cómo la economía global está ligada a asuntos como la pobreza, las enfermedades y la degradación del medio ambiente. ( Jon Hilsenrath, The Wall Street Journal ; La Nación, martes 3 de diciembre de 2002).
[9] El Movimiento de Resistencia Global es una corriente de protesta mundial que aúna a decenas de grupos de diferentes países que tienen en común su rechazo al capitalismo y al modelo neoliberal. Es un movimiento en el que se dan cita colectivos diferentes como sindicatos, intelectuales de izquierda, ecologistas, indigenistas o grupos desfavorecidos que acusan al sistema económico de amoral e injusto. Los diferentes grupos antimundialización llevan más de una década trabajando en cuestiones relacionadas con los problemas causados por la globalización de la economía mundial. Son numerosas las campañas que han organizado para la condonación de la deuda externa de los países pobres, o para la reforma del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. A pesar de tener una trayectoria de años de trabajo, los antiglobalistas han acaparado espacio en los medios de comunicación y atención desde las instancias internacionales a raíz de la presencia de sus simpatizantes en actos paralelos a las grandes reuniones económicas y políticas internacionales. La protesta de Seattle, que consiguió abortar la reunión de la Organización Mundial del Comercio, supuso un punto de inflexión en la historia del movimiento.
La noticia de la presencia de más de 50,000 simpatizantes fue reproducida en los medios de comunicación de todo el mundo. Los enfrentamientos que allí tuvieron lugar dieron una imagen de violencia muy alejada de los verdaderos objetivos de los organizadores. El éxito del Foro social de Porto Alegre en Brasil, celebrado en paralelo al Foro Económico Mundial supuso otra gran baza. Más recientemente, la cancelación de la conferencia que el Banco Mundial tenía previsto llevar a cabo en Barcelona no dejan duda sobre la fortaleza del movimiento de resistencia. (Fuente : Diario El País).
[10] Los países, con mayor o menor intensidad, soportan crisis recurrentes que ponen a prueba no solo la capacidad de sus integrantes sino la complitud de su sistema, incluido por cierto el orden jurídico. La rapidez con que se suceden los acontecimientos y las demandas sociales insatisfechas, pone al descubierto la "insuficiencia" de las instituciones estatales. Tal déficit debilita las redes sociales, evapora la representatividad de los dirigentes y pone en riesgo la paz social, auspiciada insensatamente por algunos desde adentro y deliberadamente por otros desde afuera pregonando el dogma de la globalización y el pensamiento único como clave de la salvación, el bienestar y la inclusión en el concierto de las naciones.
[11] Particularmente sugestivo es el documento del FMI en el cual se afirma que se "están redoblando los esfuerzos para reforzar la supervisión, procurándose..centrar mejor la atención en el impacto mundial o regional de la política económica de las economías principales y prestar mayor atención a la evolución de los mercados internacionales de capital". Más adelante se afirma que "hay que mejorar el proceso de otorgamiento de crédito por parte del FMI. Es posible lograr más con una condicionalidad menos severa si se ayuda a los países a abrir cauce a un ajuste y una reforma sostenidos. Este enfoque, tendiente a reforzar la identificación de los países con sus programas y a racionalizar la condicionalidad deberá ser coordinado adecuadamente con el Banco Mundial y que dejar de otorgar respaldo a los países pobres sería incompatible con el mandato del FMI y ahondaría las divisiones en el mundo" La reforma del FMI : Logros posteriores a Praga 2000, diciembre de 2002 ; www.imf.org . El crecimiento como prioridad a despecho de toda política de equidad demostró la falsedad de las recomendaciones del FMI. La deuda externa regional pasó de 492.000 millones de dólares en 1991 a 787.000 en 2001.
[12] Guillermo Pérez Sosto ; "Trece vistas en escorzo en medio de un paisaje incongruente" para Carta de Navegación.
[13] El 80% de esa cantidad no permanece más de una semana en un lugar. El 68 % de la IED se origina o se destina a países ricos miembros de la OCDE ; sólo un 0,5% se destina a los 49 países más pobres del planeta.
[14] Enron y WorldCom, paradigmas de la "nueva economía" norteamericana, al desmoronarse dejaron en estado de indefensión a cientos de miles de personas que habían invertido sus ahorros en los fondos de pensión generados por estas empresas, y dejando al descubierto una compleja red de complicidades para sobrevaluar acciones, ocultar compras y dibujar beneficios que no solo sumió en el descrédito a la empresa auditora Andersen y al sistema mismo, sino que probó que la corrupción no es un mal endémico de los países en vías de desarrollo ni un fenómeno del siglo xx.
[15] Parejo Alfonso ; "Crisis y renovación en el Derecho Público", CEC, Madrid, 1991, Pág. 17.
[16] Nota conj. sobre la Agenda de Doha para el Desarrollo ; www.imf.org/external/np/cm/2002/051...
[17] La Nación Line, edición del 02/01/03.
[18] El documento redactado por la CEPAL en agosto de 2002, al analizar los factores que han caracterizado el financiamiento para el desarrollo desde 1992 refleja que "los flujos de asistencia oficial para el desarrollo han disminuido notablemente y en la actualidad representan menos de la tercera parte de los compromisos adquiridos en Río" y que la asistencia bilateral y multilateral se redujo de 0.35% del PIB de los países donantes en 1992 al 0.22% en el 2000 y 2001. "Financiamiento para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe - De Monterrey a Johannesburgo", CEPAL, agosto de 2002, Pág. 9 y sig.
[19] Sobre el particular véase el trabajo de Alejandro Uslenghi y Gabriela Stortoni : "Libre circulación de servicios profesionales en el Mercosur" ; Revista de Derecho Administrativo Nº 12/13, enero-agosto 1993, Pág. 105 y sig., Depalma, Bs. As., 1993.
[20] Véase Perón, Juan Domingo, "Obras Completas" Vol. XXIII, Cap. V, Edit. Apechehue, Bs. As, ; 1984 ; primera edición. Merece destacarse también que en el discurso que el Presidente Perón pronunció en la Escuela Nacional de Guerra en noviembre de 1953, y que luego fue reproducido en el libro "Latinoamérica, ahora o nunca", en el que explicitó las ideas fundamentales que inspiraban la nueva política internacional argentina, y haciendo hincapié en la unidad latinoamericana expresaba : La República Argentina sola no tiene unidad económica ; Brasil solo no tiene tampoco unidad económica ; Chile solo tampoco tiene unidad económica ; pero estos tres países unidos conforman quizá en el momento actual la unidad económica más extraordinaria del mundo entero, sobre todo para el futuro, porque toda esa inmensa disponibilidad constituye su reserva. Estos son países reserva del mundo. Los otros están quizás a no muchos años de la terminación de todos sus recursos energéticos y de materia prima ; nosotros poseemos todas las reservas de las cuales todavía no hemos explotado nada. Refiriéndose a Brasil, decía : Nosotros con ellos no tenemos ningún problema,como no sea ese sueño de hegemonía, en el que estamos pronto a decirles : son ustedes más grandes, más lindos y mejores que nosotros ; no tenemos ningún inconveniente.
También a Alberto Methol Ferré ;"Perón y la alianza Argentino-Brasileña" en Archivos del Presente, Nº 14, octubre-noviembre-diciembre 1998, Pág. 109 ; Andrés Cisneros y Carlos Piñeiro Iñiguez, "Del ABC al Mercosur" en Archivos del Presente Nº 28, Pág. 93.
[21] Se procederá a la regularización de los documentos y se otorgará residencia fija a los inmigrantes, con preferencia a profesionales, con dos años de residencia dentro del MERCOSUR, y para aquellos que quieran migrar en lo sucesivo de otorgará un plazo de seis meses.
[22] La aplicación directa, el efecto directo y la preeminencia constituyen principios esenciales del derecho comunitario. Estos principios tuvieron recepción jurisprudencial en los casos "Van Gend y Loos" del 5 de febrero de 1963 y "Costa/Enel" del 15 de julio de 1964 ; sentencias dictadas por el TJCE.
[23] Se sigue en lo esencial la línea argumental de Aldo Ferrer en "Argentina y Brasil en la globalización" en coautoría con Helio Jaguaribe ; Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 2001, primera edición ; Págs. 44 y sig.
[24] "Un testimonio sobre la importancia de la política", Archivos del Presente Nº 26, Bs. As., 2001.
[25] Para Ortega y Gasset, la historia de Europa "es la historia de la germinación, desarrollo y plenitud de las naciones occidentales" y no puede entenderse si no se parte de un hecho radical : "el hombre europeo ha vivido siempre, a la vez, en dos espacios históricos, en dos sociedades, una menos densa, pero más amplia, Europa ; otra más densa, pero territorialmente más reducida, el área de cada nación o de las angostas comarcas o regiones que precedieron, como formas peculiares de sociedad, a las actuales grandes naciones...Europa no es sólo ni tanto futuro como algo que está ahí desde un pasado remoto ; más aún que existe con anterioridad a las naciones hoy tan claramente perfiladas".
[26] Aut. cit. ; "Tiempos de crisis, vientos de cambio", Grupo Editorial Norma, Bs. As., 2002 ; Primera edición, Pág. 234 y sig.
[27] En la actualidad, en el marco de esa política EE.UU. ha manifestado su intención de iniciar las negociaciones para suscribir pactos de libre comercio con Marruecos, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Nicaragua y ha comunicado al Congreso que antes de fin de año se espera concretar los acuerdos con Chile y Singapur. (ver nota 43).
[28] Jaguaribe, Helio ; "La construcción de la Unión Sudamericana" en www.forosur.com.ar/pag_puntos01.htm
[29] La UE pretende que la discusión agrícola se relegue a la ronda de la OMC, que finalizará en 2005 ; según un estudio realizado por el Centro de Economía Internacional (CEI) el acuerdo entre Mercosur y la UE generaría para la Argentina un aumento anual del PBI real del 4,3%. Fuente : www.errepar.com/epar/noticias del 15/11/02). En otro orden la Comisión Europea, a solicitud del gobierno argentino, impulsó una prorroga por dos años para una serie de productos argentinos incluidos en el sistema generalizado de preferencias (SGP), que fue aceptado por el Consejo de la UE asegurando exportaciones al mercado de la Unión por valor de 600 millones de euros anuales. Entre otros, los productos beneficiados son : frutas, hortalizas, maní, aceite de girasol, pescados. Esto ha sido interpretado como un "gesto político" por parte del gobierno argentino, y como un síntoma de comprensión de las dificultades que atraviesa la Argentina.
[30] La Comisión Europea ha propuesto recientemente para las negociaciones agrícolas en la OMC una reducción del 36% de los derechos de aduana a la importación, una disminución del 45 % de las subvenciones a la exportación, y una reducción del 55% de los apoyos internos a la agricultura, a condición de que la carga sea compartida entre los países desarrollados. "La propuesta del Ejecutivo comunitario también incluye medidas específicas para mejorar la posición de los países en desarrollo, con un acceso libre de tarifas y cuotas para todas las exportaciones agrícolas de los países más pobres. De igual forma se propone que los países ricos den acceso libre de impuestos al menos al 50% de las importaciones procedentes de los países en desarrollo. (Fuente : La Nación Line, edición del 17 de diciembre de 2002).
[31] Sobre los factores aludidos y la relación AL-UE, véase Stevens, Willy ; "América Latina y la UE", en Rev. Política Exterior, mayo / junio 2002 nº 87, Pág. 33 ; Valcarcel, Darío ; "Cumbre eorolatinoamericana..", en Rev. Política Exterior, mayo / junio 2002 nº 87, Pág.26.
[32] Las décadas del 70 y del ochenta sirvieron para el perfeccionamiento de innumerables profesionales latinoamericanos, fundamentalmente en las ideas del libre mercado, que luego actuaron en la función pública en sus respectivos países. Un grupo de economistas chilenos formados en Chicago promovió el proceso de privatizaciones en Chile. Zedillo, ex presidente de Méjico, reconoció que volvió a Méjico convencido de que el modelo de las barreras comerciales estaba completamente agotado para Méjico y toda América Latina. Cavallo, ex ministro de Economía de Argentina, fue alumno en Harvard, y Alejandro Toledo, actual Presidente de Perú, se educó en temas económicos en Estados Unidos. Según un sondeo del Consejo Nacional para Estadísticas de Educación, más de la mitad de los cerca 3.000 estudiantes que estudian postgrados en economía en los Estados Unidos vienen de otros países. Hace 40 años esa cifra superaba apenas el 20%.(Hilsenrath ; art.cit.)
[33] Esta iniciativa ha sido bien recibida por el sector de la industria agroalimentaria y la industria automotriz. Las exportaciones argentinas a Méjico llegaron en 2001 a 488 millones de dólares y se espera que este año trepen hasta los 700 millones de dólares. El intercambio bilateral alcanzó los 920 millones de dólares. El MERCOSUR como conjunto exporta por 3.600 millones de dólares, cifra que representa algo más del 2% del total de compras que realiza Méjico en el exterior estimada en 180.000 millones de dólares.
[34] Las consecuencias de este acuerdo para Argentina y la región - a juicio de los analistas- resultan difíciles de ponderar a la luz de un tratado cuyo contenido no se conoce con exactitud. Para las partes involucradas, en cambio, según un estudio de la Universidad de Michigan, el PBI chileno aumentaría en 700 millones de dólares y el norteamericano en 4.200 millones, duplicándose el comercio de 6.000 a 12.000 millones de dólares anuales. (Fuente, La Nación Line del 12 de diciembre de 2002).
[35] El presidente uruguayo Jorge Batlle, en visita oficial a la República Dominicana en ocasión de la última Cumbre Iberoamericana expresó que "no hay país que pueda prescindir de la transformación ; el ALCA es una decisión impostergable".
[36] Antonio Britto, ex gobernador de Río Grande do Sul escribía : El MERCOSUR-nos plantea el desafío de una integración compleja y que debe procesarse en múltiples direcciones...es evidente que no alcanzan los acuerdos entre capitales nacionales, o los gobiernos centrales. Pero en nada contribuyen los gestos de aislamiento regional...solamente será posible la aproximación entre unidades nacionales si trabajamos para que la integración se estructure como una red de relaciones entre municipios, estados, provincias, departamentos, regiones y naciones...la competencia no impide la cooperación y que la integración es posible y necesaria...saldremos adelante si sabemos comprender que la integración es un proceso multidireccional y que recorre muchas vías. (Del libro "El derecho del trabajo en los tiempos del ALCA" de Jaime C. Lipovetzky y Daniel A. Lipovetzky, Ed. Distal, Bs. As., 2002 ; Pág. 65).
[37] En su reciente visita a la Argentina (3/12/02), insistió en la idea de crear un Parlamento del MERCOSUR y de dotar al bloque de una moneda común, al tiempo que ratificó que éste no es sólo comercial y que también es cultural, tecnológico y político. En la reunión que sostuvieron en enero de 2003 en Brasilia, Los Presidentes de Argentina y Brasil se comprometieron a crear un instituto que analice la emisión de una moneda común que tentativamente denominaron "Peso real" y a avanzar cuanto antes en la conformación de un Parlamento del Mercosur, elegido por el voto. Fuente : La Nación Line , edición del 15 de enero de2003.
[38] Kenneth Dam, número dos del Tesoro de Estados Unidos en su visita a Río de Janeiro (Brasil) a fines de noviembre de 2002, al reunirse con el senador Mercadante supo del deseo del futuro gobierno brasileño de sentarse como Mercosur a negociar con Estados Unidos un acuerdo comercial "4 + 1". Ante ello, el funcionario norteamericano pretendió ofrecerle "negociaciones bilaterales" sólo para Brasil. Obtuvo por respuesta : "Nosotros vamos a negociar como Mercosur. Es un compromiso del Presidente Lula con Argentina".
[39] El documento, entre otras consideraciones, resalta la importancia del proceso de integración del Cono Sur y que el mismo se encuentra en un momento decisivo para su consolidación, por lo que exhorta a los presidentes y gobiernos a adoptar las medidas necesarias para tener una política de defensa comercial conjunta y eficiente, capaz de hacer frente común a las amenazas del comercio desleal y de proteccionismo cada vez más presentes en las relaciones externas del bloque.
[40] Fuente : La Nación Line, edición del 14 de noviembre de 2002.
[41] Luder, Italo Argentino ; "El proceso argentino" ; Ediciones Corregidor, Bs. As., 1977, Pág. 92.
[42] "Nosotros estamos amenazados a que un día los países superpoblados y súper industrializados, que no disponen de alimentos ni de materia prima, pero que tienen un extraordinario poder, jueguen ese poder para despojarnos de los elementos de que nosotros disponemos en demasía en relación a nuestra población y a nuestras necesidades". Perón, Juan Domingo, ob. cit. Pág. 85. La reflexión, que tiene ya cincuenta años, es un dato de nuestra realidad. Los medios a través de los cuales pueden procurarse el alimento serán muy sofisticados o extremadamente ingeniosos, como puede serlo el ALCA ante una Latinoamérica desintegrada, pero quién se atrevería a descartar el uso de la fuerza ?.
[43] Aut. cit. En La Nación Line, edición del 09/01/03.