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9 janvier 2003

"América Latina tiene que decidir entre Lula y Uribe"
Luis Eduardo "Lucho" Garzon

 

Por Yamid Amat

Brasil comenzó a ser gobernado por Luiz Inácio Lula da Silva, el séptimo de los ocho hijos de una familia de labradores analfabetas. Hasta los 5 años, no conoció a su padre y trabajó como vendedor callejero de frutas. Cuando tenía 11 años, su madre decidió separarse de un esposo que no se ocupaba de ellos. Años después, murió alcoholizado. Su madre decidió trasladarse a Sao Paulo, en donde le tocó vivir en un cubículo en el sótano de un bar en un barrio obrero. En situación tan precaria, Lula no pudo recibir más que una educación elemental. Comenzó a trabajar como obrero metalúrgico y se interesó en el movimiento sindical, para defender los intereses de los trabajadores. Combinó esa actividad con la lucha política clandestina en época de las dictaduras militares. Se casó con una obrera.

El día del nacimiento de su primer hijo, se trasladó feliz al hospital para acompañar a su mujer en el alumbramiento. En la clínica lo recibieron con la noticia de que su esposa había muerto en el parto. El bebé tampoco sobrevivió. Lula se encerró en su trabajo y saltó a la política desde las luchas sindicales. Logró gran popularidad entre las clases trabajadoras. Fundó la Central Unica de trabajadores, CUT. En 1989 Brasil realiza sus primeras elecciones directas en 30 años y Lula lanza su candidatura presidencial. Fue derrotado por el joven Collor de Melo. Una y otra vez, aspiró a la Presidencia. Finalmente, a los 57 años y en su cuarto intento, fue elegido Presidente.

En Colombia, atrae otro obrero : Luis Eduardo Garzón. Su padre se llamaba Luis Eduardo Monroy y murió sin reconocerlo como su hijo. Su apellido es el de su madre, Eloísa Garzón... Era empleada doméstica y ascendió a portera del edificio. Hoy, a los 75 años, vive con su hijo y ora por él. Cuando tenía 11 años, fue caddy del Country y luego maletero en ElDorado. Vendió ungüentos y fue auxiliar de carpintería. Se educó en horarios nocturnos, tanto en el colegio como en la Universidad Libre, en donde cursó hasta tercer año de derecho. Trabajó en Ecopetrol como operador de telex y radio. Se casó con una empleada de la compañía y tuvo dos hijos. Quince años después se separó y concentró su vida en su trabajo sindical. Fundó la Central Unitaria de Trabajadores, CUT. Organizó los paros contra el presidente Samper y logró gran popularidad como dirigente sindical. En agosto del 2001 fue elegido candidato presidencial por una coalición de movimientos sociales, de izquierda, independientes y sindicales. Obtuvo 679 mil votos, detrás de Álvaro Uribe y Horacio Serpa, con más votos que Noemí Sanín quien, en su primera candidatura, hizo brillante campaña frente a Andrés Pastrana. A Garzón le gusta que lo comparen con Lula. Sueña con repetir su carrera. Y como Lula en campaña, está dedicado a la oposición al Gobierno. Su pensamiento es claro, rotundo, lo que permite realizar fácilmente, un reportaje virtual.

¿Qué significa que Lula haya llegado al poder ?

En América Latina, la realidad a corto plazo es Uribe o Lula. Uribe está sometido a Estados Unidos. Lula es autónomo e independiente. El éxito de uno u otro es el que va a definir la gobernabilidad de los próximos diez años en América Latina.

Hasta ahora, ¿Uribe lo ha hecho bien o mal ?

A Uribe le ha ido bien, pero el país mantiene las mismas coordenadas.

¿No está un poco molesto porque es el único ex candidato presidencial que no ha sido tenido en cuenta por Uribe ?

Yo no estoy en venpermutas. Soy un hombre que toda la vida le ha apostado a un proyecto alternativo, independiente, autónomo y nuevo. Jamás haría parte de este Gobierno.

¿Qué opina de las campañas de la CUT y de la Cgtd para que la gente no vote el Referendo ?

Me parece correcta esa posición. En el Referendo hay tres elementos que son absolutamente negativos : ese clientelismo de nuevo tipo, que supone la prórroga de concejales como los de Bogotá ; hay temas demagógicos como ’acabar con la corrupción y la politiquería’, y congelar salarios es injusto. Hay consejerías, consultorías y asesorías del propio Gobierno que son una verdadera dilapidación de recursos. No va a resolver nada.

¿ Es partidario de la prórroga al periodo de alcaldes y concejales ?

Para nada. Primero, fueron elegidos por su circunscripción ; yo, en Bogotá, no tengo por qué votar por la prórroga del periodo de alcaldes de otras partes ; ¿por qué la gente de Bogotá prorroga el periodo del alcalde de Cali y viceversa ? Segundo, hay mucha gente que está cuestionada ; tercero, todos sabemos, que esa prórroga se hizo para convertirlos en jefes del debate prorreferendo y ese es un nuevo tipo de politiquería.

¿Le gusta acaudillar la oposición política al Gobierno ?

No es que me guste ; los riesgos de hacer oposición en Colombia son altos ; pero fui crítico de la propuesta que ganó y seguiré siéndolo.

Pero críticos también fueron Noemí Sanín y Serpa...

Cuando Horacio pone la direccional a la derecha es que va para la izquierda, y viceversa ; tiene más corriente un aljibe ; después de decir que no aceptaría ningún cargo de este Gobierno, mire en lo que terminó. Y Noemí depende de los cambios de luna. Ambos han demostrado que en la burocracia funcionan muy bien, han vivido con casi todos los gobiernos de los últimos 15 años.

¿Qué futuro tiene la oposición a Uribe ?

Mucha gente va a acercarse a ese escenario. Uribe va muy bien, pero el país va muy mal y Uribe va mucho mejor que el Gobierno.

¿Por qué tiene esa opinión ?

Mire a Junguito. Uno con cinco ministros de Hacienda recetándole todo, es muy complicado ; Hommes, Fabio Echeverri, Juan Luis Londoño, Santiago Montenegro y Jorge Humberto Botero no son cinco personas y un sólo Dios verdadero, sino cinco presiones contra el pobre Junguito.

¿Cree que al Presidente le durarán sus ministros los cuatro años ?

No. Eso está bien para Estados Unidos o para Europa, donde al fin o al cabo uno sabe lo que va a pasar en los próximos dos años ; un día en Colombia son diez años en Suiza. Aquí se gobierna bajo muchas presiones y muchas circunstancias, yo siento que tres ministerios están en la interinidad : la ministra del Medio Ambiente no ha dado pie con bola ; Botero se cree Presidente y Cano no se sabe si será damnificado.

¿Qué opina de la decisión del Gobierno de negociar con los paramilitares ?

Me hago tres preguntas : ¿con quién va a negociar ? Sus representantes están cuestionados por Estados Unidos, que los considera narcotraficantes, y por la comunidad internacional y nacional que los acusa por delitos de lesa humanidad. ¿Para qué ? ¿Para reinsertarlos ? ¿Para institucionalizar una mayor confrontación ? ¿Y qué se va a negociar ? ¿Una agenda insurgente ó de qué tipo, de que características ?

¿El desarme de las Autodefensas facilita el diálogo con la guerrilla ?

Por eso pregunté ¿para qué el dialogo ? ¿Para reinsertarlos en la política del millón de amigos, en las cooperativas de seguridad, en la estrategia contrainsurgente ? Es evidente que vendrá una confrontación mucho más intensa en los próximos años : Estado vs. guerrilla en términos absolutos.

¿Cree que habrá diálogo entre el Gobierno y las Farc ?

Me gusta la idea del Defensor del pueblo, de que se explore si es cierto o no que hay la posibilidad de un acuerdo humanitario y no seguir creando ilusiones. Lo que no me gusta es que el Gobierno, mientras establece una comisión institucional para explorar acuerdos con los paramilitares, delegue en Naciones Unidas la posibilidad de explorar las conversaciones con las Farc. Debiera haber con todo el mundo, con el Eln, con las Farc, con las Autodefensas, conversaciones absolutamente institucionales del Estado. El país se ’mamó’ de estar discutiendo más las condiciones para negociar que los propios contenidos de la negociación.

¿Cree en un acuerdo Humanitario ?

Es indispensable. Así no haya negociación, se requiere un acuerdo humanitario. Es necesario un intercambio de prisioneros por secuestrados y que ese intercambio abra la posibilidad de que se reinicien negociaciones.

¿Usted que va a hacer ?

Yo me quedo en Colombia. Sé lo que significa asumir ese reto. Me ha tocado cargar en los últimos 15 años un perfume que no es nada agradable : es como formol incorporado. Pero lo asumo. Soy un obsesivo por un proyecto alternativo y seguiré jugando a eso. Seré siempre oposición. Oposición sin adjetivos. Con la idea clara de que no quiero administrar Corabastos.

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