Accueil > Les Cousins > Colombie > Alerta en América Latina Bogotá y su visión militarista de la "Doctrina Bush".
El Ministro de Justicia de Colombia reaviva los vientos bélicos en Sudamérica. El operativo que dio de baja a Raúl Reyes en marzo del año pasado vuelve a escena. Ecuador y Venezuela mostraron serias preocupaciones.
Por Matías Mongan
APM. La Plata, 9 de marzo de 2009
Rememorando los tiempos en que la Casa Blanca de George W. Bush se adjudicaba el derecho de atacar preventivamente cualquier "oscuro rincón del planeta" para impedir la realización de "actos terroristas", el Ministro de Justicia colombiano, Juan Manuel Santos, resaltó el concepto de "legitima de defensa" para convalidar la incursión militar llevada a cabo el 1 de marzo del 2007 por el ejercito colombiano en territorio ecuatoriano, la cual a la postre dio de baja al numero dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia(FARC) Raúl Reyes.
"Golpear a terroristas que sistemáticamente están atentando contra la población de un país, así estos no se encuentren dentro de su territorio, es un acto de legítima defensa", afirmó Santos.
Para concluir, el funcionario enfatizó que esa acción, que fue el detonante para que el presidente de Ecuador Rafael Correa decida romper las relaciones diplomáticas con Bogota, se encuadra dentro de una "doctrina cada vez más aceptada por la comunidad y el derecho de internacional".
Parece que el Santos no se dio cuenta que los tiempos de la doctrina Bush ya pasaron a la historia. Sin embargo, y como era de esperarse sus polémicas declaraciones produjeron un fuerte repudio de parte de distintos representantes del gobierno ecuatoriano.
El Presidente Correa le advirtió Ministro colombiano que "no se meta con Ecuador, no cometa ese terrible error". Asimismo el Primer Mandatario le recomendó al funcionario de la Casa de Nariño que "si su criterio es perseguir y atacar a terroristas en cualquier lugar, le puedo dar algunos libros para que sepa dónde comenzar persiguiendo terroristas y narcotraficantes, para que empiece por casa".
A pesar de las constantes provocaciones y de la campaña difamatoria que el gobierno de Uribe ha llevado adelante para intentar vincularlo- a pesar de que no existan pruebas al respecto- con las FARC, Correa una vez más reiteró su disposición a "reanudar las relaciones con Colombia, una vez que se hayan cumplido las legítimas exigencias de Ecuador".
No obstante, también subrayó que en el plano personal -en una clara referencia a Álvaro Uribe- jamás perdonará "a los que traidoramente ordenaron mancillar el suelo patrio".
A estas críticas también se sumaron el Vicepresidente, Lenin Moreno, y el Canciller, Fander Falcioní.
Moreno se esforzó por remarcar que la actitud "negligente" de Juan Manuel Santos sólo viene a dificultar aún más la posibilidad de "restablecer a corto plazo las relaciones con Colombia". Por su parte, Falcioní consideró como algo absolutamente grave para la región latinoamericana la existencia de argumentos "morales o materiales", que incentiven la violación de los derechos internacionales.
No obstante, ante la nueva embestida de Santos, Quito se encuentra predispuesto a enmendar las relaciones diplomáticas rotas desde el 1 de marzo del 2007. Eso sí, primero espera que Bogota, como gesto de voluntad, realice ostensibles mejoras en el control militar de la zona fronteriza -la cual tiene un largo de setecientos kilómetros- que une a ambas naciones. Asimismo el Palacio de Carandolet pretende que su par colombiano le deje de transferir responsabilidades inherentes de un conflicto armado que les es completamente ajeno.
Es más, funcionarios del gobierno de Rafael Correa reiteradas veces le han pedido a la Casa de Nariño, por intermedio de la Organización de Estados Americanos (OEA) -organismo que ha intentado sin éxito durante el último año limar las asperezas entre los países latinoamericanos- que le entregue toda la información existente acerca de la presunta estadía de cabecillas de las FARC en territorio ecuatoriano.
Respondiendo de esta manera a los informes de prensa dados a conocer en los últimos días por la radioemisora colombiana RCN, los cuales denuncian la presunta presencia en suelo ecuatoriano de los líderes insurgentes Guillermo Torres (alias "Julián Conrado") y Sixto Antonio Cabaña (alias "Domingo Biojó").
"Esta no es la forma de aportar información, a través de una emisora de radio", aseveró enfáticamente el canciller Fander Falcioní, quien destacó la presencia de unos 13 mil soldados desplegados en la frontera norte, para así garantizar la defensa y repeler el ingreso de cualquier grupo armado "regular o irregular" al país.
Entonces, la actitud del Gobierno colombiano es : ¿Una doctrina que amenaza la estabilidad en la región o pura politiquería ?
Las declaraciones realizadas por Juan Manuel Santos, un hombre de la línea "dura" dentro del gabinete de Álvaro Uribe, no sólo encendieron la alarma en Ecuador sino también en otros países de Latinoamérica como Venezuela, una nación que también mantuvo durante un tiempo rotas las relaciones diplomáticas con Bogota como forma de repudio por lo sucedido en la localidad fronteriza de Angostura.
La cancillería venezolana emitió un comunicado para calificar a los dichos de Santos como una "agresión que amenaza a la estabilidad y soberanía de los países vecinos".
Según la declaración dada a conocer por el gobierno de Hugo Chávez, la posición del Ministro colombiano, quien una vez más demuestra "de manera prepotente su total desprecio por el derecho internacional", significa un "grosero desconocimiento" del entendimiento alcanzado en la cumbre del Grupo de Río realizada en Santo Domingo el 7 de marzo de 2008.
En esa ocasión, a raíz de la violación a la integridad territorial de Ecuador cometida por el ejercito colombiano, los gobernantes latinoamericanos lograron acallar los tambores de guerra que sonaban en la región andina gracias a una declaración que rechazó enérgicamente las intervenciones militares que afecten la soberanía de terceros países.
Esta claro que tanto Rafael Correa, como la comunidad internacional, no van a permitir un nuevo "exceso" de la Casa de Nariño, un gobierno que en estos últimos años se ha caracterizado por hacer caso omiso de los preceptos que estipula el derecho internacional.
Según el ex Presidente de Colombia, Ernesto Samper, los "deslices" cometidos por la política de "Seguridad Democrática" llevada adelante por Álvaro Uribe, han llevado a que muchas veces "Colombia sea vista como un país de matones, en el cual su Ministro de Defensa se adjudica el derecho de ir por el mundo matando terroristas, pasando por alto de esta manera los convenios existentes".
Samper, quien realizó una visita a Quito para así entrevistarse con el Jefe de Estado ecuatoriano, abiertamente calificó al asesinato de Raúl Reyes como un hecho "bochornoso".
"Nadie entiende en Ecuador que Colombia se hubiera metido al territorio ecuatoriano a perseguir a Raúl Reyes, pero lo que tal vez los tiene más indignados es que un año después del ataque el Ministro de Defensa sale a casi decir que lo haría de nuevo", afirmó tajantemente el ex Mandatario.
Muchos analistas políticos consideran que las declaraciones de Santos, en realidad obedecen a su intención de presentarse como candidato a Presidente en las elecciones del año que viene.
A pesar de las aspiraciones políticas, el Presidente Uribe por ahora decidió ratificar en su cargo al Ministro de Defensa.
Otro pre candidato presidencial del oficialismo, Germán Vargas Lleras, hizo un pronunciamiento similar al de Santos sobre la importancia del operativo que dio de baja al guerrillero Raúl Reyes.
"El día que tenga lugar o se repita un episodio como el de Reyes, el gobierno de Colombia debería proceder en igual forma, pero en este momento en que tenemos una relación tan deteriorada con Ecuador y un poco mejor con Venezuela, parece injustificado e innecesario que surjan motivos de provocación o irritación sin ninguna justificación", declaró Vargas Lleras a W Radio.
Resulta preocupante para el resto de la región latinoamericana que los aspirantes oficialistas a ocupar el sillón de la Casa de Nariño en el próximo año, los cuales se pelean por obtener el mote de "continuadores de la política de seguridad democrática", se muestren proclives a violar sistemáticamente los derechos internacionales para así intensificar la "guerra a muerte" contra los líderes de las FARC.
Los pre candidatos deberían tener en cuenta que, a pesar que esta política militarista que conlleva a una fuerte polarización de la sociedad, si bien a Álvaro Uribe le ha traído buenos resultados electorales, también ha llevado a que su gestión constantemente sea criticada por la comunidad internacional debido a los abusos de Bogota en materia de derechos humanos.
Sobre este tema el embajador de Ecuador en Venezuela, René Vargas, señaló que si Juan Manuel Santos se llega a catalogar como el nuevo Presidente de Colombia seguramente se le pasara todos los días intentado agredir a terceros países, obligando a Ecuador a defenderse. Para finalizar el diplomático manifestó su total rechazo a la tesis de "legitima defensa" y dejó bien en claro -tal como lo ha hecho el propio Correa- que si los halcones de Nariño ordenan una nueva incursión en territorio nacional esta sería catalogada como una "declaración de guerra".