Accueil > Les Cousins > Colombie > Acuerdo Humanitario : ¿Nuevamente en la agenda política colombiana ?
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El fallido intento de rescate del Gobernador de Antioquia, el ex ministro de Defensa y varios oficiales y suboficiales de las Fuerzas Militares, emprendido por la Fuerza Pública y que devino ejecución a manos de las FARC, tuvo efectos negativos en el clima de opinión, relativamente favorable, para la búsqueda de una fórmula que ponga fin al cautiverio de los colombianos secuestrados por esa guerrilla.
Ese desenlace fatal congeló, durante varios meses, la discusión sobre el canje o acuerdo humanitario que posibilitaría el intercambio de los militares, policías y civiles en poder de las FARC por los guerrilleros prisioneros, recluidos en diferentes cárceles del país.
En los últimos días, las FARC lograron, otra vez, posicionar el debate sobre el canje o acuerdo humanitario en la agenda pública nacional e internacional, mediante una estrategia comunicativa calculada.
Las FARC promovieron la difusión del video que el "Mono Jojoy" permitió realizar a un reconocido periodista. El video presenta la reunión del comandante "Jojoy" con sus rehenes y reportajes realizados a los políticos y militares secuestrados. Fue transmitido en horario triple A, por una de las más importantes cadenas de televisión privada.
El video, además de testimonios descarnados, mostró las precarias condiciones en las que se hallan los rehenes o secuestrados. También expuso algunas de las advertencias que hiciera el comandante "Jojoy" sobre las remotas posibilidades de diálogo con el Gobierno y las consecuencias nefastas que tendría un rescate militar.
Los políticos secuestrados insistieron en que el Gobierno debe negociar y dejar de lado su actitud arrogante y soberbia sobre el acuerdo humanitario. Para la mayoría de ellos, las razones humanitarias están por encima de la razón de Estado y del orden jurídico que invoca el Gobierno para negarse al canje. Por su parte, los oficiales secuestrados reclamaron al Gobierno que, a pesar de haber sido capturados por las FARC en acciones de defensa, se encuentran abandonados, algunos de ellos llevan más de cinco años en cautiverio.
Posteriormente, las FARC dieron a conocer pruebas de supervivencia de otros políticos secuestrados y de los norteamericanos capturados en el Caquetá, hecho que fue considerado como un mensaje para la comunidad internacional.
La estrategia mediática de las FARC culminó con el video de la ex candidata presidencial Ingrid Betancur, presentado por Noticias Uno. El video, en el que las FARC permitieron total libertad de opinión a su rehén más importante, desató la discusión nacional sobre los temas políticos, militares y jurídicos del canje o acuerdo humanitario. Además, tuvo amplia resonancia en la comunidad internacional.
A pesar de que las FARC volvieron a posicionar el tema del acuerdo humanitario, su viabilidad se enfrenta a las diversas interpretaciones jurídicas y políticas ventiladas en los últimos días.
En primer lugar, se discute la petición expresa de Ingrid Betancur, de un rescate con la intervención militar, hecho interpretado, por algunos, como un respaldo a la posición del presidente Uribe. Para otros, su afirmación de que el rescate debería ser efectivo y no poner en riesgo la vida de los secuestrados, indicaría que el mejor camino es el acuerdo humanitario. Además, Betancur manifestó su afinidad con este procedimiento cuando se involucra a los combatientes de las partes, pero lo consideró inconveniente jurídica y políticamente cuando se trata de los civiles secuestrados por motivaciones políticas o económicas.
En segundo lugar, la presentación de pruebas de supervivencia de los secuestrados, por parte de las FARC, no necesariamente se interpreta como acción unilateral de tipo humanitario. Esa guerrilla debe tener presente que cualquier intento por instrumentalizar políticamente el DIH podría dificultar y enrarecer el ambiente para un intercambio.
Por último, es significativa la respuesta del Presidente a las consideraciones sobre la necesidad de un acuerdo humanitario, contenidas en las cartas enviadas por los ex presidentes liberales. Advertir públicamente su tristeza por haber sido puesto en el mismo ’rasero’ que el jefe de las FARC y agregar que ignoraría la misiva, solo reitera la posición que siempre ha mantenido el Presidente para justificar su negativa al canje : equívocas invocaciones a la razón de Estado y al orden jurídico y, más grave aún, desconocimiento de cualquier posibilidad de interlocución con Marulanda, a quien llama "el jefe de los bandidos y terroristas".
Par Actualidad Colombiana
N° 368