recherche

Portada del sitio > Los Primos > América Central y Caribe > Guatemala, alerta de hambre

22 de abril de 2003

Guatemala, alerta de hambre

 

Recortes presupuestales amenazan vida de niños del campo.

Por Frank Jack Daniel

La pequeña Edilsa Guillermo Miranda, de cuatro años, mira derecho con ojos apacibles, uno de ellos nublado por una catarata que puede estar vinculada a malnutrición aguda. Sus piernas son enclenques, sus brazos cuelgan flojos. Su cabeza tiene una rala cubierta de pelo.

La abuela de la niña la llevó a la clínica de recuperación de San Marcos en la municipalidad de Comitancillo el pasado noviembre, cuando sus padres y hermanos trabajaban en una lejana plantación de café en la costa.

"Cuando entró no podía caminar ni hablar", dijo la trabajadora de la clínica Luci Gómez. "Pesaba 6.5 kg, cuando a su edad debía pesar 18 kg".

La niña está sufriendo de malnutrición aguda; su dieta de tortillas de maíz carece de casi todos los requisitos nutricionales básicos. Cuando ingresó a la clínica fue clasificada como "rojo": en peligro inmediato.

Guatemala tiene los niveles de malnutrición crónica más altos del Hemisferio Occidental, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Las consecuencias de la crisis del café (NA, Ago. 12, 2002) y los desastres naturales (NA, Ago. 20 y Set. 10, 2001) están empujando a las comunidades marginales a cuestionar el sistema que los ha mantenido durante generaciones al borde de la muerte por hambre (NA, Nov. 5, 2001). "La inseguridad alimentaria", dijo Jordan Rey, portavoz del PMA para América Latina y el Caribe, "que ha empeorado a causa de una sucesión de desastres naturales, ha puesto a las familias guatemaltecas en una posición altamente vulnerable".

Mientras el PMA afirma que 47% de niños guatemaltecos menores de cinco años están crónicamente malnutridos, estadísticas de la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID) muestran un 57% en el caso de niños indígenas. En San Marcos los trabajadores de salud estiman que 85% de los niños caen en dicha categoría.

Comitancillo figura entre las comarcas más afectadas de las montañas. Pese a la obvia necesidad de un esfuerzo sostenido para impedir que mueran niños, el centro de recuperación nutricional de la municipalidad fue cerrado en diciembre, apenas nueve meses después de abrir. La explicación oficial fue su poco uso.

Gómez dijo que por cada niño que llegaba al centro muchos más se quedaban en casa. "Cerrar el centro no resuelve el problema", dijo. "Se necesita otra estrategia". Según el PMA, de los 58 centros de recuperación que operaban en Guatemala el año pasado, el gobierno los ha reducido a sólo 11 en el 2003.

Manuel Zeceña, director del programa nutricional del gobierno, reconoció que la situación es insatisfactoria, pero dijo que la falta de fondos no les dejaba más opción que cerrar los centros. "No nos asignaron nada, así que tuvimos que hacer recortes", dijo. Añadió que con un aumento presupuestal se podrían reabrir los centros.

La pobreza no es nueva en estos remotos parajes de las montañas guatemaltecas. Expulsados de sus tierras tradicionales por sucesivas reformas, las familias tratan de sustentarse con diminutos predios. Invariablemente se ven incapaces de producir lo suficiente para alimentarse y anualmente migran a las estribaciones costeñas a cosechar café.

Recientes sucesos, sin embargo, indican que muchas de las enormes plantaciones cafetaleras de la costa sur están a punto de colapsar. El clima, combinado con la caída de los precios mundiales del café, han llevado a detener la producción y a reducir la fuerza laboral.

Zeceña acepta que para el pueblo de las montañas el colapso del precio de café está en la raíz de la crisis presente. "Su forma de vida es la migración para cosechar café. Ahora no tienen ni fuente de trabajo ni dinero para comprar alimentos", dijo.

A fines del año pasado una coalición de grupos de agricultores, religiosos y de derechos humanos presionaron con éxito al gobierno para que declarase emergencia nacional por la crisis del café. Después de extensas negociaciones el gobierno presentó un plan de largo alcance para no sólo distribuir alimentos a las comunidades golpeadas por la crisis (NA, Mayo 20, 2002) sino también ayudar a familias sin tierra a adquirir tierras abandonadas por propietarios de plantaciones en dificultades.

Algunas comunidades ya están dando pasos para resolver sus problemas. "Estamos forjando alianzas con los colonos [trabajadores sin tierra que tradicionalmente residen en las plantaciones] de la costa sur, apoyando su lucha por la tierra. Nuestra meta es poder comprar tierra en la costa para que no tengamos que migrar por trabajo", dijo Silvino Godínez, un líder local.

Retour en haut de la page

Objetivo

|

Trigo limpio

|

Mapa del sitio