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18 janvier 2007

Cumbre del Mercosur
Álvaro Uribe el delegado de Washington estará presente.

par Fernando M. López

 

El escenario político sudamericano es cada vez menos propicio para los planes estadounidenses de libre comercio. Sin embargo, el mandatario colombiano llegará a Río con la intención de ganarse a Ecuador y Bolivia con una posible ampliación del ATPDEA.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe ya tiene una misión asignada para la cumbre presidencial del Mercado Común del Sur (Mercosur), que se desarrollará entre hoy y mañana en la ciudad de Río de Janeiro. El mandatario colombiano se reunirá a puertas cerradas con su par de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa, y les propondrá su mediación frente a Washington para extender por dos años la vigencia de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (ATPDEA).
"Si ellos (Ecuador y Bolivia) apoyan nuestro Tratado de Libre Comercio (TLC), nosotros lucharemos por una ampliación del ATPDEA, que para ellos será muy importante también", dijo Uribe días atrás.

Ayer, las palabras del mandatario colombiano fueron ratificadas por su ministra de Relaciones Exteriores, María Consuelo Araújo, quien además reclamó unidad en la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

En diciembre del año pasado, cuando los republicanos aún era mayoría en el Congreso estadounidense, se aprobaron algunas modificaciones para condicionar la ratificación de esa norma de preferencias arancelarias que actualmente favorece a los países de la CAN. Los legisladores de George W. Bush extendieron la ley, pero al mismo tiempo determinaron que, a partir de julio de 2007, sólo gozarán de sus beneficios aquellos países que hayan avanzado en los tratados de libre comercio (TLC) que propone Estados Unidos.

De esta forma, la Casa Blanca recurrió a la extorsión para tratar de revertir el rechazo de los presidentes de Bolivia, Evo Morales y de Ecuador, Rafael Correa a seguir los pasos de Perú y Colombia, alineados actualmente al paradigma estadounidense de dependencia regional.

A pesar de los riesgos en materia de exportaciones y empleos que supone la cancelación de las preferencias comerciales, las presiones de Washington no surtieron los efectos esperados.

El lunes pasado, mientras Correa asumía la Presidencia, el secretario de Comercio Exterior de Estados Unidos, Carlos Gutiérrez, llegó a recordar, incluso, que más de 150.000 empleos en Ecuador están relacionados con el comercio entre ambos países. "Somos el cliente número uno de Ecuador ", aseguró Gutiérrez, luego de mencionar que el país andino exporta unos 6 mil millones de dólares al mercado estadounidense.

No obstante, las posiciones expresadas por Morales y Correa dan cuenta de un claro rechazo a todo pacto de libre comercio que genere enormes beneficios para las grandes potencias y sus corporaciones transnacionales, al precio de condenar las posibilidades de desarrollo de los países latinoamericanos. Los gobiernos progresistas de Bolivia y Ecuador ven mejores oportunidades en un proceso de integración regional que podría ser reconfigurado sobre nuevas bases, tanto en el espacio del Mercosur como en el de la CAN.

También se debe considerar que las presiones de Washington para imponer sus TLC no sólo fracasaron en el exterior. La correlación de fuerzas en el Capitolio durante las últimas elecciones del país norteamericano, le permitió a los demócratas comenzar a enfrentar a Bush desde su flanco más débil : América del Sur. Por eso, varios líderes de ese partido salieron a cuestionar los condicionamientos del ATPDEA y, además, algunos puntos relacionados con los TLC que se firmaron con Perú y Colombia.

En este contexto, el surgimiento de un líder regional que juegue a favor de los intereses imperiales se hace más que necesario para Washington en torno de sus planes de expansión continental. Ese líder es Álvaro Uribe, quien ya cumplió importantes funciones para Washington en la militarización de América Latina. Ahora deberá hacerlo también en el área económico-comercial, para lo cual buscará unificar la CAN en un área de libre comercio similar a la que se construye desde México a Panamá.

Su bautismo de fuego tendrá lugar en la XXXI Cumbre de Presidentes del Mercosur y Estados Asociados, donde se autoproclamará mediador entre Estados Unidos, Ecuador y Bolivia para lograr una extensión de las preferencias comerciales que vencen el 30 de junio próximo. Asimismo, se mostrará conciliador con el presidente venezolano Hugo Chávez y le pedirá nuevamente que regrese al ámbito de la CAN.

Ojalá se dé el ingreso de nuevo de Venezuela a la Comunidad Andina en la reunión que tendremos mañana (por hoy) en Río de Janeiro que es muy importante para el Mercosur y para la Comunidad Andina, aseguró el mandatario colombiano, horas antes de partir hacia Río de Janeiro.

Sin embargo, detrás de la buena voluntad de Uribe, subyace el intento del gobierno de Estados Unidos por evitar la pérdida de hegemonía en el esta parte continente y el avance de una integración regional que pretende liberarse del desastre neoliberal.

APM. La Plata. Argentina, 18 de enero de 2007.

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