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5 novembre 2009

Peruanos exigen reparación para las víctimas del conflicto armado interno entre 1980 y 2000

 

Durante 20 años, peruanos y peruanas tuvieron que lidiar con el mayor conflicto armado interno de la historia del país. Miles de personas padecieron la violencia política que tuvo lugar entre 1980 y 2000. A pesar de esto, nueve años después, el Estado de Perú todavía sigue sin reparar los daños causados a las víctimas.

De acuerdo con la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDH), más de 30 mil personas están inscriptas en el registro del Consejo de Reparaciones, fueron reconocidas como beneficiarias directas de reparación económica individual y esperan una indemnización justa. Por este motivo, peruanos y peruanas divulgaron hoy (04) una declaración con más de 800 firmas, en la que piden al Estado la compensación económica de todas las víctimas.

"Para lograr esa [reparación] es necesario que el Consejo de Reparaciones termine el trabajo de elaboración del Registro Único de Víctimas. Esta tarea no podrá cumplirse si no se cuenta con un presupuesto adecuado, ya que el trabajo consiste en revisar millares de expedientes que detallan el horror y la barbarie del conflicto armado interno", afirman en la declaración.

Esta no fue la única iniciativa de la sociedad peruana en relación con el asunto. La CNDH lanzó también la campaña "Señor Presidente, Reparar es Urgente", con el objetivo de presionar al gobierno para comenzar a indemnizar a las víctimas a partir del próximo año. La idea de la campaña es que el Estado priorice a las víctimas ancianas, cerca de 2 mil de las 30 mil que esperan la reparación.

Datos

El conflicto interno vivido durante 20 años por peruanos y peruanas es considerado el más violento del país. De acuerdo con la Comisión de Verdad y Reconciliación (CVR), se estima que 69.280 personas murieron en ese episodio, cifra que sobrepasa inclusive el número de muertos peruanos en guerras externas y civiles después de la Independencia de Perú.

Además de millares de personas muertas, desaparecidas y violentadas, el conflicto también tuvo como resultado pérdidas económicas significativas, como la destrucción de la infraestructura y el deterioro de la capacidad productiva de la población. De acuerdo con la CVR, se puede afirmar también que existió una relación entre pobreza, exclusión social y probabilidad de ser víctima de la violencia.

Prueba de esto es el grado de instrucción de los muertos y desaparecidos en el conflicto. De acuerdo con la CVR, el 68% de las víctimas no habían completado la enseñanza media, mientras que el promedio nacional, en 1993, era de 40% de personas sin nivel medio.

La Comisión constató también que la mayoría de las víctimas (79%) vivía en zonas rurales, donde trabajaba, principalmente en actividades agropecuarias. Además, reveló que el conflicto también puso en evidencia las desigualdades de etnias y culturas, porque de acuerdo con la Comisión, el 75% de los muertos tenían lenguas nativas como idioma materno.

La declaración está disponible en : http://blog.dhperu.org/?p=5374

Adital</U>. Brasil, 5 de noviembre de 2009.

Traducción : Daniel Barrantes</U>

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