recherche

Portada del sitio > Imperio y Resistencia > Batalla por la información > Medios y comunicación eufónica : Recuerdos ineludibles

12 de junio de 2017

Medios y comunicación eufónica : Recuerdos ineludibles

por Marta Riskin*

 

Frente a la estrategia oficial respecto del escenario comunicacional, Marta Riskin advierte que un paradigma de la convergencia al cual sólo confluyen los negocios, pone en grave peligro la comunicación democrática.

« El día o la noche en que el olvido estalle…
arrastrarán por fin la verdad por el mundo
y esa verdad será que no hay olvido.»
M. Benedetti


La historia registra numerosos proyectos culturales para ajustar y encauzar las opiniones colectivas. Sin embargo, recién a principios del siglo XX, bajo las luces y sombras de las revelaciones del inconsciente y la semiología; se profesionalizan las políticas de control de la subjetividad y es a partir de sus dos primeros « éxitos » reconocidos (las acciones del Comité Creel y la propaganda de Goebbels), que se expanden por el mundo.

En la actualidad, la eficacia en la implantación de contenidos continúa siendo directamente exponencial a su sutileza y velocidad de reproducción.

Frases eufónicas con significados ambiguos (« Tiempo de cambio », « La boca de urna no miente ») son imperceptiblemente instaladas en el, nunca neutral, sentido común global.

Las campañas para capturar la subjetividad de los ciudadanos de América Latina –que jamás fueron « periféricas »– siguen estando diseñadas por especialistas en el arte de la persuasión, con el auxilio de sofisticadas herramientas para la « fabricación de consenso ».

Allá y ayer

Las estrategias comunicacionales llamadas macartistas, en recuerdo a las artimañas ilegales del senador Joseph McCarthy durante los años ‘50; se iniciaron con ataques a los trabajadores del cine y la incipiente televisión norteamericanos.

No casualmente, la primera lista negra de Hollywood (en diciembre de 1947) fue la Declaración Waldorf, formulada por los grandes estudios de la Motion Picture Association of America para despedir a artistas de la talla de Orson Welles, Charles Chaplin y Arthur Miller, por negarse a probar que no eran traidores a la patria.

Otros héroes y heroínas de comprobado talento quedaron sin trabajo y además, condenados al olvido, gracias al silencio de los medios concentrados.

El rescate de esta experiencia de incomunicación, tanto exterioriza la necesidad humana de la libertad de expresión, cuanto de la diversidad de fuentes de opinión e ideas como garantía de todos los derechos, incluidos el derecho a la vida y al trabajo digno.

Entonces ¿cuál es el problema con la comunicación democrática?

Hoy como ayer, la respuesta es la misma. La libertad de expresión se opone a los intereses de quienes convierten a la comunicación en mercancía y se apropian de los contenidos de la conciencia, para capturar memorias y conducir los destinos colectivos.

Sin genuina pluralidad de medios, la libertad de expresión se transforma en un eufemismo.

Aquí y ahora

Entre las primeras medidas del actual gobierno figuran la eliminación de artículos fundamentales de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual N° 26.522 y la parálisis de las leyes de Argentina Digital y de Industria Satelital, favoreciendo la concentración monopólica de las comunicaciones.

Hasta la fecha, la promesa de una mejor ley apenas encubre miles de despidos y denuncias de perjuicios a la producción local de bienes industriales y culturales.

Nadie duda que toda legislación puede ser perfeccionada pero, resulta significativo el contraste entre la 26522, (que colocó al derecho a la comunicación humana por encima de los negocios, moderó la concentración mediática y facilitó el acceso público a multiplicidad de voces y colectivos ignorados) y que aún, el actual Poder Ejecutivo no haya convocado a la Comisión Bicameral para el Sector audiovisual y las Tecnologías de la comunicación; en tanto dialoga con las corporaciones de medios.

Hasta han dejado trascender que quitarían los gravámenes que fomentan y financian la producción nacional de contenidos; en franco contraste con los países europeos (donde todas las empresas audiovisuales, buscadores y contenidos de Internet pagan impuestos para promover la industria local) - y reveladora coincidencia con la actual solicitud de aquella misma Motion Picture Association, de triste desempeño en 1947.

Un paradigma de la convergencia al cual solo convergen los negocios pone en grave peligro al patrimonio soberano.

A pesar que legisladores de la oposición, universidades, gremios y comunicadores trabajan en leyes alternativas; la defensa y el futuro de la comunicación democrática no dependen exclusivamente de sus, sin duda, imprescindibles acciones para proteger la identidad nacional y los bienes materiales y culturales del pueblo argentino.

El conocimiento histórico de las manipulaciones mediáticas (tanto para promoción del 2x1 cuanto durante el macartismo) manifiestan que la mejor defensa de los derechos humanos son la presencia, la voz, el compromiso de ciudadanos con memoria y conciencia de las consecuencias inevitables de la impunidad y del olvido.

Marta Riskin* para Página 12

Página 12. Buenos Aires, 31 de mayo de 2017

Marta Riskin*. Antropóloga argentina UNR. Licenciada en Antropología Social. A partir del advenimiento de la tecnología informática y de telecomunicaciones participó en múltiples proyectos privados y estatales de tecnología de la información IT.

.

Retour en haut de la page

Objetivo

|

Trigo limpio

|

Mapa del sitio