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19 janvier 2013

La intervención francesa en Malí, una colonización escogida.

par Eric Essono Tsimi *

 

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¿Ha sido Francia la que ha acudido a socorrer a Mali o es Mali la que ha venido a socorrer a Francois Hollande, atento a las encuestas de opinión desde su elección y como por encantamiento en súbito ascenso (Ipsos), como por el mecánico efecto de los vasos « comunicantes » ?

Desde hace varios meses ha martillado sobre la necesidad de tomar en cuenta a Africa, que su apoyo sería solo « logístico », que no intervendría en Mali, que ya no era más el papel de Francia estar en primera línea en los asuntos internos africanos.

Entonces, a cambio de la popularidad generada por esta súbita intervención, Francia debe ser acusada de haber dejado pudrir la situación para recién intervenir en el momento sicológico en que hacerlo le sería personalmente favorable.

No existe ningún nuevo elemento desencadenante que justifique ser más pertinente llevar a cabo hoy una acción militar de lo que lo era ayer. Las ciudades tomadas anteriormente (Tombuctú, Gao) por los rebeldes no son menos importantes que las que han sido actualmente ocupadas (Diabali) por los « terroristas » (lo eran ya hace algunos meses y no lo son más actualmente).

Francia es un cowboy solitario demasiado rodeado

El último ejemplo conocido de intervención francesa, en condiciones igualmente coloniales ha sido la Costa de Marfil. En la sucia guerra de Libia, se había producido antes una verdadera coordinación internacional ; en este caso Francia se ha convertido en una internacionalmente asistida, que recibe un « apoyo limitado » un aliento por aquí, apoyos logísticos un poco más allá, antes de reunir accesoriamente al consejo de seguridad.

Es decir que Francia ayuda tanto como es ayudada. No ayuda tanto a Mali como repara los daños colaterales de su inconclusa guerra en Libia, a menos que se considere que la ejecución de Kadafi haya sido suficiente final. Esta nueva guerra nos muestra a una Francia menos conquistadora que en su « glorioso » pasado, en Africa, una Francia que se retuerce en su crisis y que va a buscar algunos céntimos de crecimiento en un nuevo frente.

El presidente francés, con su más bajo puntaje en las encuestas, no arriesga nada políticamente ; económicamente tampoco tiene Francia nada que perder. Solo que ha sido necesario redesplegar una parte de los soldados pagos que regresaron de Afganistán y que como los millones de desocupados del Polo empleo, no tienen otra cosa que hacer que hacer girar sus pulgares en los cuarteles. O porque el peso de la guerra no agrava el estado de las finanzas públicas francesas y contribuya en cambio a reparar los gastos del crecimiento según la teoría económica.

La obra de los malienses, la tajada es francesa

En todo caso el raid paralelamente conducido en Somalia ha sido un fracaso, desde el simple punto de vista de su objetivo inicial : el francés secuestrado a comienzos de la intervención fue ejecutado « odiosamente » (forzadamente) Mali no será un territorio más seguro luego del paso de los Rafales. Los demócratas malienses incluido el presidente destituido (Amadou Toumani Touré, viejo general, democráticamente elegido en 2007 con más del 71% de los sufragios) han fracasado en la prevención de esta crisis.

Ahora bien era su responsabilidad anticipar y manejar esta fronda islámica. Cuando una parte del cuerpo padece gangrena, es necesario amputarla, es muy cristiano como concepto, pero también puede resultar justo. No existiendo acuerdos gubernamentales, la partición de Mali no es una idea apocalíptica o una hipótesis tabú. Se trata de un riesgo prácticamente banal en los países del Sahel… Cuando se evita el caos generalizado, lo peor (un nuevo estado islámico al norte o la independencia de Azawad) es una opción. La sharia o la muerte, tal vez haya que escoger.

Los perros no engendran gatos, la mayor parte de los terroristas de Aqmi y de los rebeldes de Ansar Dine o del MNLA (Movimiento Nacional de Liberación de Azawad) son totalmente malienses, aunque sus métodos sean detestables y sus reivindicaciones dudosas, el poder maliense debió haber negociado con ellos. Mali es un país esencialmente musulmán : ¿adonde están Qatar y los países del mundo musulmán ? ¿Qué opina la vecina Mauritania ?

Entonces, ¿será Francia con sus columnas de tanques, sus fueras aeroterrestres y sus soldados todo terreno que van a meter en vereda a Anser Dine ? Los « infieles » van a enseñarles a vivir a los Jihadistas, eh ? Esperemos escuchar la próxima declaración de (de Le) Drian o a ver el programa « dernière minute » de I-Tele o de LCI, que nos lo confirmaran.

Desde la llegada de Francois Hollande nos preguntábamos en qué sentido evolucionarían los seculares e indefectibles vínculos de la France-Afrique [1] (o Afrique-France desde Sarkozy)… Existía el anuncio, llegado desde Francia, por ejemplo donde ya no se hablaba de cooperación sino de co-desarrollo. Los que pensaban que estos cambios eran solo semánticos están lejos de la realidad porque nada ha cambiado ni siquiera semánticamente. Prueba de ello es que en Camerún por ejemplo Francia se halla aún orgullosamente representada por su « Servicio de Cooperación » exactamente al lado del Ministerio de deportes. ¿Porqué los cambios en el origen, si se produjeron, no han repercutido en el terreno ? Africa no quiere tantos cooperantes esforzados sino cooperantes respetuosos, no quiere ser más un objeto de artilugios internacionales sino sujeto de un proyecto global.

Dos pesos, otras tantas medidas.

¿Es justa la guerra en República Centroafricana porque el portavoz de los agresores se llama Eric y los soldados-niños enrolados no son musulmanes, quiero decir islamistas (o sea en la terminología europea musulmanes barbudos y malvados) ? ¿O la explicación es que la selección de esta rebelión por el Elíseo se basa en el hecho de que Francia no puede acudir a todos los pedidos de ayuda del mundo ?

Camerún, casi obligado por el CEMAC (Sassou Nguesso es su presidente en ejercicio) solo ha mandado a República Centroafricana
un contingente de un centenar de hombres. Comparativamente Benin cuya potencia de ataque es mucho más débil ha enviado a Mali más de trescientos hombres.

Pese a la indiferencia o a la dosis homeopática de solidaridad de su vecino más involucrado, Camerún (que ha elegido prestar sus buenos oficios no desde Libreville sino desde las orillas del lago Leman, África a condenado de manera general al Seleka (sigla del movimiento rebelde N.de T.). Sin que eso conmueva a Francia. Que solo tiene ojos para sus ciudadanos. Los Centroafricanos pueden reventar o reventarse entre ellos.

Personalmente le doy gracias a Francia por no haber intervenido en República Centroafricana, que no encabeza precisamente un gran demócrata ; y le imploro al presidente francés no volver a intervenir en Africa salvo en el marco de operaciones multilaterales cuya lógica sería clara y conocida de antemano. Para no seguir dando más la impresión de que Francia se halla a menudo acosada por un instinto de supervivencia imperialista.

Afrik, 18 de enero de 2013

Traducción del francés para El Correo.de : Susana Merino

El Correo. París, 18 de enero de 2013.

* Tsimi Essono Eric es un dramaturgo Camerún. Graduado en la Universidad de Laval, QC, Canadá (Ciencia B.sc político y relaciones laborales) y la Universidad Católica de África Central, Yaounde, Camerún (Professional Master en Negocios Contencioso y Arbitraje) Él es el autor de el libro « Le jeu de la Vengeance » (éd.Sopecam, 2004), y publica regularmente en columnas de los diarios Mutations » et « Le Messager au Cameroun » y « Slate Afrique »

Notes

[1Así llaman en Francia a las redes de negocios más o menos legales, casi mafiosos que comparten Francia y Africa

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