Accueil > Réflexions et travaux > ICOM 2017 : Los escándalos son cruciales para entender la naturaleza del poder
John B. Thompson habló sobre « La visibilidad mediada en la era digital », las filtraciones de información y los escándalos políticos en las sociedades modernas.
El sociólogo británico, John Brookshire Thompson, impartió una conferencia magistral sobre “La visibilidad mediada en la era digital” durante la segunda jornada del IX Encuentro Internacional de Investigadores y Estudiosos de la Información y la Comunicación (ICOM-2017). El investigador europeo captó la atención del público al analizar la repercusión de los escándalos políticos, un tema tradicionalmente subvalorado por la academia, pero clave para entender cómo el poder simbólico funciona sobre el poder político.
El autor de Ideología y cultura moderna (1991) contó que fue en la década de 1990 cuando comenzó a investigar sobre los escándalos y notó que existía poca literatura serie al respecto.
Según Thompson, los escándalos son realmente importantes porque inciden sobre las fuentes de poder.
Respecto a la historia del término, así como a la evolución y conceptualización del fenómeno, recordó :
« En el siglo XIX nacen los escándalos mediáticos. Parte de la prensa comenzó a tratar estos temas de manera asidua, mientras la otra parte intentó evitarlo con diferentes grados de éxito. Los escándalos políticos varían en dependencia del contexto, pero se han convertido en una característica fundamental de la vida pública en casi todos los países ».
Los escándalos son depredadores del poder simbólico, tienen la capacidad de destruir la reputación y la confianza de un individuo, partido u organización.
Según explica John B. Thompson, « en las sociedades democráticas modernas, el ejercicio del poder político depende del simbólico », para tener el primero y mantenerlo necesitas usar el segundo. Incluso, el intelectual británico cree que las luchas sobre las fuentes del poder simbólico pudiesen ser más destructivas para los individuos y las instituciones que las luchas por las fuentes del poder económico.
« Nadie recuerda a Richard Nixon por otra cosa que no sea Watergate », ejemplificó sobre el presidente republicano de los Estados Unidos que alargó la intervención militar en Vietnam y renunció en 1973 por un caso de escuchas ilegales en oficinas del Partido Demócrata.
Para ejercer el poder simbólico y alcanzar el poder político son imprescindibles tres recursos, que puden ser destruidos por los escándalos :
Estas cualidades son recursos peculiares. Para acumularlos se necesita mucho tiempo, pero pueden acabarse de forma muy rápida y en algunos no se renuevan. Así lo explica el catedrático de la Universidad de Cambridge :
Una serie de escándalos políticos puede motivar el pesimismo, el cinismo y la desconfianza. « Cierto grado de desconfianza no es malo en la política, pero una desconfianza permanente puede acarrear consecuencias peligrosas y movilizar el voto hacia líderes demagogos con la promesa de que ellos limpiarían lo mal hecho », opina el experto.
Lejos de constituir una parte superficial de la vida política, los escándalos reflejan un aspecto importante de la naturaleza del poder y la política. En la actualidad, los medios de comunicación tiene un alcance enorme y la capacidad de revelar o esconder información. Esto crea una palestra inestable donde las filtraciones son capaces de destruir hasta la estrategia más meticulosa.
La proliferación de nuevas redes de comunicación han exacerbado dichos acontecimientos, creando un ambiente donde ocultar información es un riesgo constante, explica Thompson.
José Raúl Concepción, Leysi Rubio A. para CubaDebate
CubaDebate. La Havana, 14 noviembre 2017