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2 avril 2016


Aromas de 15-M francés anteanoche en la plaza de la República de París.

par Rafael Poch de Feliu*

 

En la plaza de la República de París se respiraban aromas de 15-M francés el pasado jueves por la noche. El movimiento juvenil contra la ley laboral estrenaba la noche del jueves su intento de ocupar espacios públicos a la española. Fue en 22 ciudades del hexágono. En París, donde la intensa lluvia cesó por la tarde, unas 3.000 personas acudieron a la llamada de diversos colectivos en pro de una « noche despiertos » (Nuit Debout), entre otros, el colectivo Convergencia de Luchas y la revista alternativa Fakir, que anima el periodista François Ruffin, el nuevo Michael Moore francés, autor de un divertido documental gamberro y social titulado Merci patron que arrasa en el país.

Bajo un colorido cartel en el que se leía « Rêve générale » (sueño general, jugando con la grève générale, la huelga general que el jueves sacó a cerca de un millón de franceses a la calle), los tres mil concentrados sobre las diez de la noche se repartían en tres escenarios. En uno se interpretaba música rock en vivo desde un camión, con el habitual exceso de decibelios. En otro una banda de viento interpretaba el Bella Ciao, con la juventud bailando. Al fondo había un foro, genuinamente quincemeísta.

Se intentaba organizar una acampada y se discutía. Llamadas a traer tiendas de campaña plegables apropiadas para esta plaza dura (« clavar clavos en el asfalto es muy complicado », se dijo), creación de comisiones, talleres. Lo primero, « ir a ver a los vecinos de la plaza para explicarles nuestra lucha », dijo uno. Hay que propagar la « degradación festiva » porque para la policía es más difícil atacar a alguien que está de buen humor, dijo otro. « Esta plaza debe ser el centro de nuestro poder », dijo una chica. « Si hay detenciones, ¿debemos dar nuestro nombre o negarnos ? », se preguntó otro. « La cuestión es cómo crear una verdadera desobediencia civil », explicaba el de más allá... Aparece una pizarra en la que se van apuntando tareas, ideas y comisiones.

El ambiente no es excesivamente activo, pero por encima de las cabezas asoman algunas manitas agitadas, señal de aprobación en la madrileña Puerta del Sol. La influencia española es notable : en el hashtag « Nuit Debout » son muy frecuentes los mensajes en español. Las analogías pueden ser, sin embargo, engañosas : a diferencia de España, aquí no hay una generación entera de jóvenes instruidos sin futuro que ha sido condenada a la politización. Hay una degradación lenta, que sin duda afecta a la juventud, pero que es otra cosa. Por otro lado, la red minoritaria de izquierdistas de todo pelaje es seguramente más tupida y está más organizada. Una minoría, desde luego, « pero, cuidado, todo empieza con minorías », advierte con muy buen sentido el jefe de seguridad que aparece en la película de Raffin, Merci patron.

Otra evidencia es la de que los sectores con menos futuro, los hijos de emigrantes del extrarradio, las celebres banlieues, están fuera del radar de esta rojería, confirma Suleimán, alumno del instituto Marx Dormoy de Champigny-sur-Marne, en la periferia oriental de París. « En los barrios no hay visión a largo plazo, en el 2005 incendiaron miles de coches en reacción a la muerte de dos adolescentes, pero no se pasó de allí », explica.

Junto al punto del foro se acaba de proyectar Merci patron. En una filial de Renault un ingeniero ha sido despedido por recomendarla por mail. Ojo con la sustancia inflamable. Cualquier desliz puede prender. El sueño se acaba a las 5 de la mañana con la policía desalojando a los presentes. Pero anoche regresaban. Y también en otras ciudades. Se sueña con una mancha de aceite.

Rafel Poch* para La Vanguardia

La Vanguardia. Barcelona, 2 de abril de 2016.

* Rafael Poch, Rafael Poch-de-Feliu (Barcelona, 1956) ha sido veinte años corresponsal de La Vanguardia en Moscú y Pekín. Antes estudió historia contemporánea en Barcelona y Berlín Oeste, fue corresponsal en España de Die Tageszeitung, redactor de la agencia alemana de prensa DPA en Hamburgo y corresponsal itinerante en Europa del Este (1983 a 1987). Actual corresponsal de La Vanguardia en París.

El Correo de la diáspora. París, 2 de abril de 2016.

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